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El alma de la Toga


Enviado por   •  25 de Julio de 2023  •  Ensayos  •  1.673 Palabras (7 Páginas)  •  28 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad Nacional Experimental "Rómulo Gallegos"

Decanato de Postgrado - Especialización en Ciencias Penales y Criminalísticas

Política Criminal

Aula Territorial Guanare

Ensayo sobre El Alma de la Toga

Autora:

Caicedo Nesyely C.I. Nº V-14.127.582

Facilitador:

Abg. Edmundo Raide Ricci

Guanare, 15 de julio de 2023

El Alma de la Toga, fue escrita por el Abogado Angel Ossorio Gallardo y  publicada en 1919, teniendo como objetivo principal hablar de la profesión del abogado  y de lo que se evidenciaba en los tiempo que fue publicado, no siendo muy alejado de la situación  que se vive hoy en día, de inconsciencia, desamor, incurriendo en actos de corrupción y la falta de ética que van denigrando la profesión del abogado y del derecho; por lo que este autor, quiso instar a dicho profesional, a ejercer de forma digna, honorable, apegado a derecho y evocando la pasión que debe tener todo abogado a lograr la mayor satisfacción de la justicia.

El autor manifiesta que Abogado es aquel que ejerce la profesión como tal, el que dedica su vida a dar exhortaciones jurídicas, es decir a profesar debidamente el derecho y pedir lo correcto, lo justo en los tribunales.   Fuera de lo antes mencionado, solo se les puede llamar Licenciados en Derecho.

        Indica que cualquier oficio que efectúe un hombre, este debe tener confianza en lo que realiza, debiendo ser para el bien, logrando así la excelencia de su yo interior, evitando los señalamientos o embates que puedan perturbar su criterio y su sana critica; y si su fuerza interior fuese afectada debería dejar de ejercer y dedicarse a otra labor.   Ser abogado no es saber de derecho, sino conocer la vida, tener una sensación de justicia, de previsión, de serenidad, a los fines de poder advertir lo que ha de venir, sentir lo que hace para lograr una justicia de hechos, consiguiendo observar la importancia de la vida humana.   Procurando no actuar tan apegados a las leyes, sino usando lo bueno, lo equitativo, lo prudente, lo cordial y sobre todo lo justo.

        La Moral del Abogado, está supeditada a la rectitud de la conciencia, debiendo hacer triunfar la justicia, y cuando acepta una defensa, es por considera que la pretensión de su cliente es lo justo, por ende al triunfar el cliente triunfa la justicia, obrando de buena fe el cual va encaminado a iluminar al tribunal y no a cegar.   En pocas palabras es defender lo defendible y condenar o aceptar lo condenable.

        Un abogado debe ser valiente, no debe acobardarse por las críticas que ser lleguen a recibir, al igual que no debe dejar de sentir emociones, debe actuar con pasión, sentir el momento que está pasando esa pasando esa persona o familia que ha puesto toda su confianza en él.   No tomar la profesión como un negocio, sino dar sus conocimientos para el bien de la humanidad, aconsejando y protegiuendo a la sociedad y esto solo se logra al mantener una comunicación amable con su cliente y con su núcleo familiar.

        Todo abogado debe sentirse libre de expresar sus ideas, teniendo conciencia sobre el escenario que se esté encaminando en el momento o en el caso.   Solo pesan sobre él, dedicaciones voluntarias; no se debe dar cuenta de sus opiniones, de allí nace que, los abogados son orgullosos por naturaleza y en oportunidades exigentes en su trabajo.   Como buenos abogados debemos dedicar tiempo a cada caso, estudiarlo, analiza, para que con ello podamos garantizar una buena y plena defensa.   Hay que trabajar con gusto, con vocación, y no solo viendo esta labor como una forma de ganancia monetaria.  

        Desde el inicio, habla de los abogados y los jueces. De cómo el Juéz mantiene favoritismo y de como el abogado miente de alguna manera, nos encontramos acostumbrados de pensar mal, que hemos dado por vacías los principios de los actos humanos, siendo esto erróneo. Las acciones todas y especialmente las que implican un hábito, como las profesionales, han de cimentarse en la fe, en la estimación de nuestros semejantes, en la ilusión de la virtud, en los móviles levantados y generosos. Quien juzgue a los demás, no puede creer en sí mismo ni en lo que hace, debe hacer las cosas con el corazón y conciencia.

        Pero los jueces deben cumplir la regla como se los indica el ordenamiento jurídico, en muchas ocasiones, esto es criminal; dado que un juez debe ir mas alla del ordenamiento jurídico, debe estudiar de manera meticulosa, cada uno de los escenarios que lleven o no a una persona a cometer un delito.   Los jueces no deben ser cómplices de corrupciones o malas investigaciones, deben ser críticos, para poder obtener buenos resultados en un juicio, ya que en muchas ocasiones los reglamentos son oscuros, faltos de verdad y humanismo.   No es abogado quien no se dedique a mantener su percepción de los actos, no es abogado el que no ejecuta sus ideas, su razón ni su lógica, manteniendo así viva la fluidez del lenguaje y de sus pensamientos.

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