Análisis del documental “La batidora, radio en la escuela”

[pic 1][pic 2]

[pic 3]

INTRODUCCIÓN:

El presente Trabajo Final de Acreditación se realiza en el marco de la materia Análisis Filosófico de la Educación y tiene como principal objetivo el estudio del documental cuyo título reza “La batidora, radio en la escuela”.

Dicho documento fílmico  fue llevado a cabo por Gustavo Laskier y el equipo de Investigación coordinado por Silvia Duschatsky (FLACSO).

Es sumamente relevante tener en cuenta las características propias del contexto socio cultural crítico en el que se haya inserta la escuela, epicentro de la radio, tratándose de una zona situada en el conurbano Bonaerense.  

A partir de allí, la radio se propone como un espacio que busca, a partir de la  interacción de docentes y alumnos, fomentar el pensamiento, la comunicación y el análisis de temas que atraviesan a la comunidad.

¿Cómo nos interpela ésta propuesta?, ¿será útil alejarse de modelos educativos anteriores?, ¿qué concepción del docente y del alumno priman?, ¿a qué nos referimos con experiencia concientizadora?, estos interrogantes (y quizá otros que surjan durante el transcurso de éste trabajo) nos oficiarán de guía.

DESARROLLO:

El educador Paulo Freire nos alertaba oportunamente de la necesidad de alejarnos del modelo de educación bancaria y acercarnos a la experiencia dialógica (educación popular). “La Batidora” se nos presenta como un proyecto comunicacional que busca incluir tanto a docentes como alumnos, ubicándolos en relaciones más bien horizontales, con el objeto de analizar y pensar de modo crítico ciertas situaciones que atraviesan a la sociedad.  Aquí todas/os aprenden, nadie se ubica en el lugar de autoridad antes reservado al experto-maestro, se privilegia la escucha y el debate porque el sujeto es concebido como portador de conocimientos. Esto es debido a que no son solamente válidos los conocimientos académicos, sino que se da importancia a la experiencia propia que traen consigo las personas.  Resulta nutritiva, a colación de lo antes expuesto, la siguiente cita “docentes y estudiantes son a la vez estudiantes y docentes, con status similar, y están vinculados por un diálogo pedagógico caracterizado por una relación horizontal” (Torres, 2001).

Práctica y teoría conviven, es necesario comprenderlos como un par contradictorio en donde ambos tienen la misma relevancia. “Que la práctica no puede prescindir de la teoría. Entonces, hay que pensar la práctica para poder mejorarla”. La teoría aporta luz y juega un rol fundamental y la práctica es su coronación, la que le otorga sentido.  

Otro de los puntos a tener en consideración y que se añade a lo anterior, es que éste proyecto abarca a los adolescentes y por ende a sus rasgos distintivos, como alguna vez fuimos nosotros, y tal como describe Debora Kantor “difíciles de entender, provocadores, frágiles, prepotentes, dóciles y resistentes, curiosos y soberbios, desafiantes, inquietos e inquietantes, demandantes e indiferentes, frontales y huidizos, desinteresados (…)”. Es Bauman (2005) quien nos habla del paso del adolescente tomado como extraño  a la idea de adolescente inquietante y hostil (“cuando no peligrosos”). Se desvanece el paradigma de adolescente como redentor de los males de la humanidad y se asume que se trata de una juventud contradictoria.

“La batidora” es la encargada de asimilar a estos extraños y los anima a tomar la palabra en un acto desafiante a los modelos clásicos, tal como lo expresa Cornu (2003:41-43) “el desafío será pasar del cuerpo extraño a la lengua extranjera: traducir, sabiendo que no todo se traduce, que queda lo extranjero, lo intraducido (…) El cuerpo extranjero es también el del adolescente, extraño para él y para los demás (…) es el lugar de las dificultades de institución y reconocimiento (…) .Echar a ese cuerpo una mirada que no lo vuelva extraño, que lo constituya como otro a quien y con quien hablar, plantea el problema del lugar preparado a los recién llegados en la institución de lo social”.

...