Autoevaluacion de secuencias didacticas

Experiencias decisivas

En la actividad docente existe un momento de preparación antes de estar delante de los chicos, lo cual nos obliga a tomar decisiones en relación a los contenidos, los objetivos didácticos, las actividades que consideremos las más convenientes para conseguir los objetivos propuestos. Además, debemos determinar y prever las condiciones de tiempo y espacios, para garantizar que los alumnos puedan lograr aprendizajes significativos.

 Por esta razón, es de suma importancia tener como referencia el proyecto curricular programado. Comencé a realizar mi microexperiencia de estar frente a los chicos el día lunes 25 de septiembre. Después de tanta planificación llego ese día, no sé si puedo decir que sentía nervios, una sensación extraña. Ese día tenía una carga horaria de 40 minutos. Para mi primer micro llevaba como recurso un power point, para el cual debía pedir el proyector. Concurrimos a la escuela unos minutos antes para hacer las conexiones necesarias, el proyector no funcionaba, por lo que llego la hora y tenía todos los alumnos en el aula esperando el comienzo de la clase, entonces comencé con las fotocopias que había llevado a los alumnos donde estaban toda la información necesaria para dar comienzo. Comencé presentándome y haciendo que ellos también se presenten para poder ir acordándome de sus nombres. Luego, repartí las fotocopias y comencé haciendo que los alumnos leyeran en voz alta para todo el curso.

Lo que había planificado salió perfecto y recibí la participación de todos los chicos, pero me sobro mucho tiempo de lo propuesto en la secuencia. De manera preventiva había llevado más actividades para seguir. Todo marchaba bien, pero hubo una confusión de comunicación. Mi compañera pedagógica me llamo disimuladamente comunicando que tenía como una actividad final en la secuencia, que se llegue al concepto de “ecuaciones” y que me quedaban pocos minutos, para que les hable de igualdad (que había comprendido mal, tenía 20 minutos), lo que me perjudico en el sentido de que los nervios me jugaron en contra. Lo que sucedió es que yo estaba trabajando con el lenguaje simbólico y coloquial, en la pizarra habíamos escrito en lenguaje simbólico “un numero cualquiera menos su consecutivo”. A esa expresión directamente le agregue que era igual a cero para llegar a hablar de igualdad (pensando en los cinco minutos que tenía). Pero esa expresión me daba que cero x era igual a -1, y termine indicando a los chicos que lo había igualado a un número que no tenía solución. La cuestión es que de esa expresión podría haber explicado las distintas soluciones que tiene una ecuación, pero en ese momento no podía pensar, y por otra parte no quería complicar a los chicos.

Para esa actividad final, habia llevado, junto con las otras actividades, una situación problemática donde ellos debían

En la primera clase salí muy decepcionada de mi persona, tenía tanta impotencia al sentir que había complicado a los chicos y que no pude salir adelante ante una situación inesperada.

En esta primera experiencia debería haber previsto todos los inconvenientes que podían ocurrir, debería haber practicado estar enfrente de los alumnos para ir con otra perspectiva y confianza en mí misma y poder tener un mejor desempeño ahí en frente, debería haber previsto todo lo que podía suceder.

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