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Buenas preguntas como recurso didáctico


Enviado por   •  21 de Julio de 2023  •  Resúmenes  •  1.706 Palabras (7 Páginas)  •  118 Visitas

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2019 35 DPDL Las preguntas como recurso didáctico

Las preguntas como estrategia de intervención docente

En esta oportunidad ampliaremos el panorama acerca de las preguntas, temática a la que   algunos autores denominan  pedagogía de la pregunta;  nos referiremos a la acción de hacer preguntas durante la clase y de estimular a los alumnos a realizarlas y lograr un ámbito comunicativo (recomendación del D.C.)  En la práctica se requiere cierta habilidad para  hacer preguntas.

  1. La pregunta como arte

Esta estrategia discursiva se emplea continuamente en la conversación cotidiana. En la antigüedad, el arte de preguntar se denominó dialéctica y se refería al arte de llevar adelante una auténtica conversación. Para lograrlo es necesario en primer lugar que los interlocutores no argumenten al mismo tiempo y que se respeten los turnos de intercambio.

La primera condición del arte de conversar es asegurarse de que nuestro interlocutor sigue el hilo de la cuestión. Llevar una conversación adelante requiere posicionarse en el tema pero es recomendable no aplastar al otro con nuestros argumentos sino balancear realmente el peso objetivo de la opinión antagónica. La conversación como comunicación interpersonal tiene necesariamente una estructura de intercambio de pregunta y respuesta.

Pero en el transcurso de una clase las preguntas tienen una relevancia especial porque se manifiesta con la intención de promover el pensamiento.  Una buena manera de ayudar a alguien a que reflexione es hacerle una pregunta: una buena pregunta puede ayudar a nuestros alumnos a recopilar información sobre un tema (¿qué sabes tú sobre ese tema?), evaluar las ideas del interlocutor (¿estás de acuerdo con esa opinión?) y permitir expresar sus pensamientos (¿cuál es tu propuesta?).

Desde la Grecia Clásica, los filósofos (especialmente Sócrates) advirtieron la importancia del arte de preguntar y preguntarse como una metodología de abordaje de las grandes cuestiones que se planteaban. Al respecto, las preguntas realizadas con la intención de ayudar a otros a aprender se conocen como preguntas socráticas. El escritor Rudyard Kipling decía Conservo seis honestos servidores que me enseñaron todo lo que sé. Sus nombre son: qué, cuándo, por qué, cómo, dónde y quién.[1] 

  1. Las preguntas como estrategia

Los docentes siempre estamos preguntando: ¿Estudiaron para hoy? ¿Entendieron? ¿Trajeron los materiales? y hasta reforzamos esta pregunta con una afirmación con forma de interrogación ¿Sí?

Seguidamente, se extractará el capítulo sobre Las buenas preguntas de Anijovich y Mora[2]  para tener un panorama de la cuestión.  Las autoras se plantean qué hace un docente cuando pregunta, es decir, cuáles son sus propósitos, qué resultados obtiene y luego qué hace con esas respuestas; además qué hace el docente cuando los alumnos preguntan y qué hace cuando los alumnos no preguntan o cuando responden apelando a respuestas aprendidas sin revisarlas. Y finalmente cómo puede el docente estimular la capacidad de formular preguntas en sus alumnos (Pág. 36).

Por ejemplo hay preguntas que se responden con un sí o con un no, por lo tanto cierran el diálogo. Es importante que el docente tome conciencia de su objetivo (¿Qué resultado pretendo obtener con esta pregunta?) y del modo de enunciación que utiliza cuando pregunta, es decir, el cómo dispone la pregunta.

Seguidamente haremos un paneo por las clasificaciones que las autoras proponen:

Como vimos hay preguntas de respuestas cerradas (para verificar un acuerdo o como muletilla ¿me entendés? ¿te gustó el cuento? y la respuesta será sí o no). Estas preguntas obturan la  posibilidad de una respuesta  más descriptiva.

Pero también hay preguntas abiertas que buscan provocar el pensamiento:

“¿cuál es el sentido que le encontrás a este asunto, tema, idea?”

“¿a partir de qué otras cuestiones se podría abordar el tema?”

“¿De qué te diste cuenta…?”

“¿Qué entendiste de la pregunta?”

“¿Qué pautas o patrones encontraste?”

“Si tuvieras que explicarle a… ¿qué le dirías?”

“Decílo con tus propias palabras ¿qué entendiste de…?”(pág. 39)

Las autoras agregan que de acuerdo con el nivel de pensamiento que se intenta estimular, hay preguntas sencillas que requieren una respuesta precisa.  Por ejemplo, ¿Qué es una onomatopeya?

También preguntas para la comprensión que se proponen estimular el procesamiento de las informaciones (…) el alumno necesita pensar para dar una respuesta: ¿qué diferencias o semejanza hay entre una noticia y un artículo periodístico? Fomentan la comprensión integral de los acontecimientos mediante la exploración de lo parecido y lo diferente. En otra clasificación se denominan preguntas circulares. 

Además preguntas de orden cognitivo superior son las que demandan respuestas que exigen interpretar, predecir, evaluar críticamente.

Por ejemplo: A partir de las características observadas en el cuento El almohadón de plumas y teniendo en cuenta el estilo gótico ¿qué valoraciones podrías hacer de  este relato?

Por último, se enuncian aquellas preguntas denominadas metacognitivas (…): las repuestas demandan a  los alumnos el análisis de cómo interpretan y resuelven sus tareas: Por ejemplo: ¿qué caminos recorriste para encontrar esta información? Si tuvieras que aconsejar a un compañero acerca de cómo hacer la tarea ¿qué le dirías?

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