Como hacer la investigación acción

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LICENCIATURA EN EDUCACIÓN

 E INNOVACIÓN PEDAGÓGICA

Maryte Bulnes Pardo

Actividad 2

Cómo hacer la investigación-acción.        

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En la educación, hablar y escuchar no es solo pasar información, es algo más enredado donde se juntan ideas, cómo nos llevamos, sentimientos y cómo está organizada la escuela. Para entenderlo bien y cambiarlo si hace falta, usar la investigación-acción es buena idea. Deja que el profesor mire cómo da clase, cambie cómo habla con los alumnos y mejore poco a poco pensando en lo que hace.

Según Contreras (1994), lo bueno de la investigación-acción es que todos participan y piensan juntos. Los que están en la escuela dan su opinión. Así podemos ver cómo se habla desde dentro, desde lo que pasa de verdad en clase, no desde ideas raras. Si vemos lo que pasa cada día entre profes y alumnos —los silencios, los líos, los acuerdos y cómo ven el aprendizaje—, lo pillamos mejor.

Alcocer (1998) dice que la Investigación-Acción Participativa se basa en hablar y crear ideas entre todos. Esto es super útil para ver cómo se habla en la escuela, porque así vemos que no solo pasamos lecciones, sino que también se crean relaciones de poder, inclusión, participación y lo que significa todo. Si dejamos que los profes y alumnos digan qué problemas hay y decidan qué hacer, se habla de forma más justa, igualitaria y consciente. La clase se vuelve un sitio donde no solo vemos cómo hablamos, sino que lo cambiamos entre todos.

Además, Watzlawick, Beavin Bavelas y Jackson (1997) dicen que todo lo que hacemos es una forma de hablar, así que en la escuela siempre estamos mandando mensajes: unos claros, otros no tanto, con palabras o sin ellas, queriendo o sin querer. Esta forma de ver la comunicación nos ayuda mucho en la investigación-acción, porque vemos la escuela como un sitio donde todo lo que hacemos afecta a los demás. Para analizar la comunicación con la investigación-acción, hay que ver no solo lo que se dice, sino cómo, a quién, dónde y qué pasa después. Así podemos ver qué formas de hablar no funcionan, qué cosas raras pasan y cómo afectan al aprendizaje y a cómo nos llevamos en la escuela.

En resumen, estos autores nos enseñan que la investigación-acción nos ayuda a entender la comunicación en la escuela de forma crítica, práctica y para cambiar las cosas. No solo miramos los problemas de comunicación, sino que hacemos algo para solucionarlos; no solo contamos cómo es la clase, sino que pensamos entre todos cómo mejorarla. La comunicación se convierte en algo que estudiamos y, a la vez, en una forma de cambiar las cosas.

REFERENCIAS

Contreras, J. D. (1994). ¿Qué es? ¿Cómo se hace? Revista  Cuadernos de Pedagogía, No.  224.  pp. 4-7.

Alcocer, M. (1998) Investigación-Acción Participativa. Galindo, J. (coord.), en: Técnicas de Investigación en Sociedad, Cultura y Comunicación. México: Addson Wesley Logman. pp. 442-463

Watzlawick, P. Beavin Bavelas, J. Jackson, D.D. (1997). Teorías de la Comunicación Humana. Interacciones, patologías y paradojas. pp. 49-71.

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