La educación inicial en diferentes contextos

ESCUELA NORMAL SUPERIOR DR. AGUSTIN GARZON AGULLA

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Profesorado de educación nivel inicial

Seminario II: La educación inicial en diferentes contextos

Docente: MANSILLA ROY

Curso: 3 “A” PEI

Integrantes: Boichuk Natali

                   López Ledesma Sathya

                   Palomeque Macarena

                   Roldán Candela

                   Zuberbuhler Evelyn.

 2024

ESCUELA NORMAL SUPERIOR “DR. AGUSTÍN GARZÓN AGULLA” PROFESORADO DE EDUCACIÓN INICIAL Seminario II: “La Educación Inicial en diversos contextos” Formato: Seminario Curso: 3° año, sección “A” Profesor: Esp. Lic. y Prof. Roy Mansilla Año: 2024

CLASE 8: “Educación Inicial en Contextos Domiciliarios y Hospitalarios”

• Objetivos:  Reconocer los orígenes y los fundamentos normativos de la Educación Domiciliaria y Hospitalaria.  Identificar cómo se llevan a cabo los procesos de enseñanza y aprendizaje en Contextos Domiciliarios y Hospitalarios.  Describir y analizar experiencias en Contextos Domiciliarios y Hospitalarios en Córdoba y en el país.
• Actividades: Fecha de entrega: lunes 9 de septiembre, formato: en Word, letra Time New Roman, interlineado 1,5 y texto justificado. El trabajo es grupal de 4 o 5 integrantes (sugiero mantener los grupos ya conformados). Deben enviarlo al aula virtual, en mensajería interna. Ante cualquier duda me consultan por el aula virtual, al foro habilitado para el mismo.

Consignas: 

1. Realizar un mapa conceptual relacionando los principales conceptos de la Modalidad Domiciliaria y Hospitalaria.
2. Elaborar un texto descriptivo en el que expliquen el mapa conceptual realizado en el punto anterior.
3. Describir una experiencia de Educación Inicial en Contextos Domiciliarios y Hospitalarios, la misma puede ser de Córdoba o de alguna otra provincia del país. Observar qué diferencias y similitudes pueden mencionar entre la experiencia presentada y la experiencia seleccionada en el trabajo anterior (ruralidad)?
4. Realizar un podcast con las conclusiones. En el mismo deben simular ser un programa radial, en que vienen presentando la modalidad del trabajo y en esta oportunidad deberán focalizarse en las conclusiones. Además, el Podcast deberá tener las voces de todos los integrantes del grupo.

Bibliografía:  Ministerio de Educación, Presidencia de la Nación (2014). Aportes para la construcción de la modalidad de educación domiciliaria y hospitalaria. - 1ra ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Ministerio de Educación y Deportes, Presidencia de la Nación (2015). El juego en la educación domiciliaria y hospitalaria. - 1era ed. ilustrada. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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2) TEXTO DESCRIPTIVO:

En el ámbito de la educación domiciliaria y hospitalaria, la atención educativa dirigida a estudiantes en situación de enfermedad representa un desafío significativo para el sistema educativo, los docentes, y las familias. La educación no solo es un derecho fundamental, sino que también se convierte en una herramienta esencial para la inclusión y el desarrollo personal de los niños y adolescentes que atraviesan circunstancias de salud complejas. Este contexto demanda una intervención pedagógica especializada que garantice la continuidad del proceso de aprendizaje, adaptándose a las necesidades y posibilidades de cada estudiante.

El marco normativo que respalda este tipo de educación en Argentina está establecido por la Ley Nacional de Educación N.º 26.206, que asegura la obligatoriedad de la escolarización en todos los niveles, excepto en el nivel superior, para aquellos estudiantes que no puedan asistir regularmente a una escuela por razones de salud. Este derecho implica que los alumnos tienen el mismo acceso a la educación que aquellos que asisten de manera presencial, y el Estado tiene la responsabilidad de organizar los medios y recursos necesarios para cumplir con este mandato.

La educación domiciliaria y hospitalaria responde a situaciones en las que la salud de los estudiantes impide su asistencia regular a las instituciones educativas. Las causas pueden ser muy diversas: desde enfermedades transitorias, hospitalizaciones prolongadas, hasta condiciones crónicas que limitan la movilidad o la asistencia presencial a clases. En estos casos, se habilitan intervenciones educativas que buscan minimizar los efectos de la interrupción de la escolarización y asegurar la continuidad pedagógica. Para ello, los docentes especializados en esta modalidad no solo deben poseer una sólida formación pedagógica, sino también habilidades emocionales y sociales que les permitan acompañar al estudiante de manera integral.

Uno de los aspectos más complejos de esta modalidad educativa es la evaluación inicial que realiza el docente al comenzar su intervención. Es imprescindible que se evalúe el nivel de conocimiento del estudiante, sus capacidades cognitivas y motoras, y su situación emocional, considerando siempre el estado de salud que puede influir en su rendimiento. Esta evaluación inicial permite planificar actividades adaptadas a la situación particular del estudiante, asegurando que los contenidos se presenten de manera accesible y significativa.

El rol del docente en este contexto es multidimensional. No solo es un facilitador del aprendizaje, sino también un acompañante en un momento de gran vulnerabilidad para el estudiante y su familia. La relación que se establece es delicada, ya que el docente se encuentra inmerso en el entorno más íntimo del alumno, su hogar o su habitación de hospital. Por ello, el respeto a la privacidad, la empatía, y la capacidad de adaptarse a las circunstancias particulares son cualidades indispensables. El docente debe mantenerse siempre en su rol pedagógico, evitando confundir su función con la de un terapeuta o un asistente social, pero al mismo tiempo siendo sensible a los aspectos emocionales que rodean al estudiante.

La planificación de actividades educativas en estos entornos debe ser flexible y personalizada. Cada estudiante presenta diferentes desafíos según su condición de salud, su edad, y su contexto familiar. Por lo tanto, las propuestas didácticas deben estar orientadas a mantener la motivación del alumno y favorecer su participación activa en el proceso de aprendizaje, respetando su ritmo y las limitaciones impuestas por su situación médica. Aquí, el juego y las actividades lúdicas desempeñan un papel fundamental, sobre todo en el nivel inicial, ya que no solo facilitan el aprendizaje de manera más amena, sino que también permiten al niño conectar con sus emociones y experimentar momentos de disfrute en medio de una situación difícil.

La intervención educativa no se limita únicamente a los aspectos académicos. También debe contemplar el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, aspectos que muchas veces se ven afectados en estudiantes que, debido a su situación de enfermedad, pueden sentir aislamiento o dificultades para interactuar con sus pares. En este sentido, es importante fomentar actividades que promuevan la comunicación y el contacto con otros estudiantes, ya sea a través de encuentros virtuales, cartas, o cualquier otra forma que permita al alumno sentirse parte de una comunidad.

Otro aspecto relevante de la educación domiciliaria y hospitalaria es la colaboración estrecha entre el docente, la familia, y los profesionales de la salud que atienden al estudiante. Este trabajo en equipo es esencial para garantizar que la intervención educativa se realice en condiciones óptimas y que no interfiera en los tratamientos médicos. El docente debe ser capaz de coordinar su intervención con los tiempos y las exigencias del tratamiento del alumno, asegurando que las actividades educativas se realicen en los momentos adecuados y sin generar un sobreesfuerzo para el estudiante.

Finalmente, la evaluación del progreso del alumno en estos contextos es continua y flexible. No se trata de aplicar los mismos criterios que en una evaluación tradicional, sino de registrar los avances en función de las posibilidades y condiciones de cada estudiante. Es importante tener en cuenta que la evolución académica puede verse afectada por múltiples factores, como el estado de ánimo del alumno, su nivel de energía, y la respuesta al tratamiento médico. Por ello, la evaluación debe ser comprensiva y adaptada a las circunstancias, reconociendo tanto los avances cognitivos como los emocionales y sociales.

En conclusión, la educación domiciliaria y hospitalaria es una modalidad que garantiza el derecho a la educación de aquellos estudiantes que, debido a su situación de salud, no pueden asistir regularmente a una escuela. Los docentes que intervienen en este ámbito desempeñan un rol crucial, no solo en la transmisión de conocimientos, sino también en el acompañamiento emocional y social del estudiante. Adaptarse a las condiciones particulares de cada caso, respetar la intimidad del alumno y su familia, y trabajar en colaboración con otros profesionales, son aspectos esenciales para asegurar una intervención educativa efectiva y respetuosa. Esta modalidad educativa reafirma el principio de inclusión y equidad, permitiendo que todos los estudiantes, independientemente de su situación de salud, puedan acceder a una educación de calidad y continuar desarrollándose personal y académicamente.

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