La observación como proceso

LA OBSERVACIÓN COMO PROCESO

Según el documento, los diferentes términos; observar, observador y observación, conceptualiza la persona, acción y proceso, descrita como: Observar, es ponerse delante de un objeto a la vez como esclavo para serle fiel y como maestro para poseerlo y conservarlo.

Observador, la mirada agresiva según para los psicoanalistas que se niegan a ponerse ante el cliente durante la cura.

La observación es un proceso cuya función primera e inmediata es recoger Información sobre el objeto que se torna en consideración, está recogida implica una actividad de codificación: la información bruta seleccionada se traduce mediante un código para ser transmitida a alguien. La observación recurrentemente designa un método clínico. En ese sentido es el estudio completo del valor funcional, del comportamiento y de la conducta de un ser humano, teniendo en cuenta sus elementos constructivos, su personalidad dinámica en su totalidad y su entorno.

Se habla de observación como de un resultado' el psicólogo, el educador, el investigador, toman notas de observaciones. En sentido estricto la observación designa, en cuanto es posible (algunos dirán que es imposible). El reto de percibir va dirigido a un futuro inmediato, en el sentido que dende a organizar las sensaciones en una síntesis que las sobrepasa y las sensaciones integrándolas con una estructura. Las informaciones recibidas, que varían en calidad según las características de las capacidades sensoriales del sujeto son tratadas y elaboradas alrededor de un núcleo significativo.

“El acto de observación es un proceso intelectual” Se refiere a la acción con el proceso de observación para un acto intelectual, por la misma razón, para mostrar la creciente importancia de la inteligencia y la percepción, también lo es la observación. Este proceso requiere un acto de atención, es decir, la concentración selectiva de la actividad mental de tal manera que aumente la eficiencia de un determinado departamento e inhiba las actividades simultáneas. Si bien esto siempre incluye la recopilación de información sobre el tema, básicamente está subordinado a otro objetivo y puede utilizarse para evaluar procesos de enseñanza, confirmar hipótesis de investigación y encontrar diagnósticos a través de la observación.

Observar situaciones se refiere a comportamientos y no a conductas, el término comportamientos lo utilizamos aquí independientemente de su sentido behaviorista, porque el análisis que de él se ha hecho tiene en cuenta la finalidad del acto consciente o no y el significado que le da sus compañeros. La conducta es a su vez, un conjunto de comportamientos organizados, estructurados, racionalmente o no, en relación con un fin. No es posible, por tanto, observar comportamientos, tomar en consideración lo que los determina. Según se sitúe cada uno en relación con el otro, le atribuirá ciertas características, ciertas intenciones: según uno anticipe los efectos que un comportamiento podrá producir sobre el otro, según, para obligar al otro a actuar de acuerdo a las ideas que tenga el otro.

¿En qué se diferencia la observación, el juicio y la evaluación? La evaluación ha sufrido una serie de transformaciones a lo largo del tiempo, dando lugar a diversos conceptos de lo que es evaluación y su asociación con diversos términos. Se reconoce que la evaluación apoya tareas y funciones conceptuales relacionadas con los requerimientos de cada momento hasta lograr un cierto grado de independencia. En el proceso, la evaluación queda atrapada en una confrontación paradigmática entre las dos grandes posiciones del positivismo racional y la hermenéutica, hasta llegar a un paradigma integrado en el que se parte de la premisa de que cada uno puede ser entendido sin apoyarse en nada que incorpore elementos que enriquezcan su aplicación. Depende de la ideología del investigador. Las evaluaciones están diseñadas para acelerar el proceso de aprendizaje al transmitir contenido que puede olvidarse o malinterpretarse. Se reconoce que la manifestación de un juicio de valor se da a partir de los resultados de la evaluación realizada sobre el cumplimiento de los objetivos formulados, por tanto, únicamente los administradores o profesores que son quienes están a cargo de los programas pueden emitir un juicio de valor que sea racional y válido. El juicio de valor desde estos planteamientos implica entonces juzgar si se lograron o no los objetivos por parte de los estudiantes y a partir de ello determinar las acciones a seguir. El juicio evaluativo es la capacidad de tomar decisiones sobre la calidad del trabajo de uno mismo y de los demás significa ser capaz de juzgar la calidad del trabajo propio y ajeno no únicamente en relación con una tarea o asignatura sino en todo proceso de aprendizaje.

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