Lo que significa ser maestro

ENSAYO

“LO QUE SIGNIFICA SER MAESTRO”

Introducción

Desde pequeña era muy apegada a mis maestras de preescolar, admiraba la inteligencia y el cariño que nos brindaba, yo siempre fui una alumna muy tímida, pero ellas hacían que yo participará en bailes, cantos, escolta y eventos de la escuela, cuando entre a la primaria seguía viendo a mis maestras de preescolar y fue cuando me empezaban a cuestionar mis maestros, amigos y familiares la típica pregunta “¿Qué quieres ser cuando seas grande” por lo que yo respondí “quiero ser como mis maestras del kínder”; jugaba a que mis muñecas eran maestras y siempre que veía a mis maestra las veía con mucho amor y aprecio.

Aun no llevo muchos años de experiencia como docente, pero lo que narraré en este ensayo desde mis pocos años de experiencia y de los años como docente en formación.

A lo largo de mi etapa de educación conocí a docentes que te motivaban y apoyaban, eso era lo que me gustaba, y me preguntaba cómo había seres externos a tu familia que podían entenderte y hacerte sentir como la mejor, tengo muy bonitos recuerdos de algunos maestros, de esos que llegan al salón y a pesar de las circunstancias por las que estén pasando, llegan al salón a transmitir esa energía, motivación y conocimientos.

Por estas experiencias tuve claro que es lo que deseaba estudiar, y que es lo que quería y no quería llegar a hacer como docente, y a pesar de existir esos comentarios de “no conviene ser docente” “dedícate a otra cosa” “ser docente es muy mal pagado”, tomé la decisión de ser docente, el proceso fue difícil, pues como foránea es desprenderte de familiares y amistades, adaptarte a un nuevo lugar, nuevo ambiente, nuevas personas, un clima diferente y salir de una zona de confort.

Los primeros acercamientos a los niños en observaciones es una experiencia confortable, pues son unos seres con un gran corazón, te llegan con abrazos, detalles, florecitas del jardín, después siguen las prácticas donde los alumnos no se quieren separar de ti, y a pesar de lo desvelada o cansada que llegas por haber estado haciendo material didáctico, planeaciones o tareas, los alumnos te reaniman con sus ocurrencias.

Para ingresar al magisterio se necesita de esfuerzo, disciplina, sobre todo paciencia pues a veces los tramites pueden llegar a ser muy tediosos, también estar sabedores de que hay veces en que puede que te llegue a tocar lejos de tu familia, que tendrás que rentar en ese lugar donde te tocó tu plaza, que puede que no haya señal, luz e inclusive drenaje, pero todo tiene su recompensa, pues al escuchar el “ya tiene su plaza definitiva” es realmente satisfactorio, aunque es importante resaltar que hay ocasiones en las que te llegan a pagar muchos meses después, en mi caso fueron 6 meses después de ingresar, la ventaja es que fue en pandemia, por lo que no tenía que pagar renta, pero aun así fue difícil.

Estar como docente frente a grupo en pandemia fue todo un reto, pues es cuando te enfrentas a la realidad, a conocer los contextos en los que vive a cada uno de tus alumnos, estar en constante comunicación, visitas domiciliarias, ver la situación económica en la que se encuentran y que dependiendo el contexto no muchos cuentan con los recursos para poder conectarse, también el desinterés por algunos padres de familia, tener un horario de trabajo extendido, información por parte de jefes inmediatos a todas horas, entre otros.

En realidad, ser docente, aunque es todo un reto, te deja mucha satisfacción, pues ves como tus alumnos van creciendo, aprendiendo, logrando nuevas cosas, siempre admiro los avances que tienen por más mínimos que sean, creces y aprendes junto con ellos, no te dejan de sorprender.

La verdad que las experiencias de otros docentes son muy enriquecedoras y la perspectiva de cada uno de ellos, pues

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