¿Qué conocimientos sobre la lengua oral son relevantes para el aprendizaje de la alfabetización inicial?

Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación[pic 1]

Facultad de Filosofía y Educación

Departamento de Educación Diferencial

Nombre: Beatriz Mercado Landeros.
Asignatura: Desarrollo de la lengua oral y escrita.
Carrera: Pedagogía Diferencial PAL, sección 2.
Fecha: viernes 07, mayo 2021.

¿Qué conocimientos sobre la lengua oral son relevantes para el aprendizaje de la alfabetización inicial?

Para el aprendizaje inicial de la lecto – escritura, se considera que se necesitan tres conocimientos fundamentales: Intencionalidad Conjunta, conciencia silábica y conciencia fonológica. Éstas, se van desarrollando a medida que el niño o niña realiza, en contexto de interacción comunicativa, diversas actividades que potencian las destrezas cognitiva-social-fonéticas, y que, además, tornan como eje principal la reflexión acerca del lenguaje oral y escrito, puesto que, trabajar con fonemas (unidad mínima de comunicación) y grafemas (unidades mínimas de la lengua escrita) resulta necesario para adquirir la alfabetización.  Las tres habilidades nombradas, surgen como en un hilo conductor, en donde sin el progreso de una, no será posible desarrollar la otra. Sin embargo, las metalingüísticas, es decir, la conciencia silábica y fonológica, son las primordiales.

Además de lo expuesto anteriormente, el rol de los adultos y adultas es fundamental dentro de este proceso, ya que la estimulación que generan en el o la bebé, es totalmente necesaria para la adquisición de lenguaje. No obstante, diversos factores ligados a ellos, como el nivel educativo de los padres y madres: mientras más alto sea éste, habrá un mayor incentivo para que su hijo o hija participe en procesos de socialización, y, también, mayor tipo de vocabulario. Asimismo, no solamente la intervención de los progenitores es esencial, sino también la participación de su entorno completo, ya sea familia, establecimientos educativos, otros niños y niñas, etc.

Para lograr la primera habilidad de nuestro hilo, la o el individuo, debe desarrollar Funciones Ejecutivas (FEs), las cuales son la base del comportamiento humano complejo, es decir, están por debajo de toda acción controlada y reflexiva que éste realiza (Ortiz, 2021). Estas son: memoria, planificación, flexibilidad cognitiva, control inhibitorio, cálculo del riesgo – beneficio, Teoría de la Mente, abstracción y metacognición.

La FEs más importante para nuestro tema, es la Teoría de la Mente o ToM, que se describe como la capacidad para inferir conductas o estados psicológicos en los y las demás. Gracias a ella, estimulamos la Intencionalidad Conjunta (IC), es decir, podemos ayudar y cooperar con las personas, creando una socialización adecuada a lo largo de nuestra vida. Por el contrario, lo anterior se puede voltear hacia lo competitivo y terminar manipulando los estados psicológicos para conseguir alguna ventaja. Un ejemplo de que la ToM es necesaria para la lecto – escritura inicial, es el caso de los niños y niñas con autismo; ellos y ellas, presentan un escaso o nulo desarrollo de esta FEs, por lo que no pueden participar en conversaciones, ni mucho menos interpretar las intenciones de las demás personas. En virtud de aquello, las y los infantes, no logran progresar en la IC y se les hace muy complejo el poder comunicarse.

Ahora bien, la Intencionalidad Conjunta, que aparece alrededor de los nueve meses de vida, se basa en la elaboración de terreno conceptual común, en donde las y los bebés comparten un enfoque para comunicarse y vincularse con las demás personas, las cuales, en primera instancia, siempre es su círculo cercano; mamá, papá, hermanos, hermanas, entre otros. La comunicación que utilizan es básica y se divide en tres metas: intención imperativa, en donde el niño o niña pide algo intuyendo que el otro u otra colaborará; intención declarativa – informativa, en donde el o la infante informa, asumiendo que el otro u otra necesita dicha información; e intención declarativa – expresiva, en la cual el sujeto comparte una experiencia o actitud. Por lo tanto, sin el desarrollo de la IC, no podría existir comunicación, ni mucho menos alfabetización.

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