ANALISIS DE LECTURA EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA

ANÁLISIS DE LECTURA “EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA”

Nunca me cansaré de leer este libro; uno de mis favoritos. Este libro no es más que la demostración fehaciente de quienes somos y como somos, todos alguna vez hemos llevado alguna armadura que nos tiene atrapados, una coraza que nos colocamos para protegernos de las cosas que realmente nos afectan y no dejamos ver quienes en realidad somos.

Esta historia nos quiere transmitir una enseñanza de vida, liberar nuestros males, incomodidades y sobretodo no pensar en nosotros mismos sin darnos cuenta del daño que le podemos hacer a los demás con nuestras acciones y palabras. Una coraza, es esa armadura que nos colocamos en algún momento de nuestras vidas que nos hace insensibilizarnos ante cualquier cosa y nos aleja de sentir los sucesos satisfactorios del regalo más maravilloso que es la vida.

El caballero; protagonista de esta historia tiene muchos defectos que yo, en algún momento tuve, yo pensaba al igual que el que si yo usaba mi coraza seria invencible ante cualquier adversidad que me sucediere, imaginaba que el hecho de ayudar a otros me hacía más humana, más fuerte; pero, me olvide de mí, en ese punto de mi vida yo olvide quien era en realidad, me abandone a mí misma y era a la última persona a la que yo quisiera ayudar. Quiero decir con esto que en mis momentos malos hacía de cuenta que nada pasaba, que todo estaba bien, me repetía que yo era fuerte cuando mi alma sentía mucha soledad y dolor. No mucho tiempo después un buen señor me recomendó el libro: “EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA”. Yo decía: ¿qué clase de libro es ese? Fascinada por el acto de la lectura me decidí a leerlo… Lloré como un niño pequeño lo hace, me di cuenta de tantas cosas que estaba haciendo mal, al igual que el caballero descubrí que tenía y que había cometido muchos fallos pero que nunca era tarde para remediarlos. Hice una introspección de mi misma y me dije, que he tratado de ayudar a otros con sus problemas e incluso cuando no querían ser ayudados. Y la que realmente se perdió y tenía problemas era yo misma.

A veces perdemos el camino de quienes somos, no se puede correr y aprender a la vez. La vida es muy buena cuando uno la acepta tal y como es, yo me enfrente a ese hecho, de que por muy sociables que seamos, tenemos el error de evadir los momentos que nos obligan a estar a solas con la persona a quien más decepcionamos: NOSOTROS MISMOS.

Una frase con la que realmente me identifique fue: "había llevado la armadura durante tanto tiempo que se le había olvidado cómo se sentían las cosas sin ella". Es bueno cuando nos encontramos a nosotros mismos, eso fue lo que sucedió cuando leí este libro por primera vez. Y es que, como podemos cuidar de los demás si ni si quiera podemos cuidar de nosotros mismos (otra enseñanza adquirida).

No solo yo estaba atrapada en una armadura, me di cuenta con el pasar del tiempo que la mayoría de la gente está atrapada en la suya, solo porque ponemos barreras para protegernos de quienes somos en realidad y llega un día en donde quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir más. Miedo, es ese sentimiento que a veces abunda en nuestros corazones, miedo a no ser aceptado, a fracasar, miedo a no ser querido o amado, muchos no saben que antes de amar a una persona, primero es necesario amarnos a nosotros mismos sin perjuicios. Cuando realmente aprendamos a aceptar en lugar de esperar, tendremos menos decepciones.

Aceptar tal y como es y no, ¿por qué es?, no tener miedo al fracaso porque nacimos para aprender y para equivocarnos, no todas las decisiones que tomamos son buenas pero la experiencia nos hace darnos cuenta de que equivocándose también se aprende. Hay que llorar cuando sentimos ganas de llorar, las lágrimas de auténticos sentimientos te liberaran de una armadura como la que tuvo el caballero, hay que reír, amar, pedir ayuda si la necesitamos y no se puede tomar la verdad como un insulto. Hay que escucharse así mismo para después escuchar a otros, descubrir nuestro interior, estar en paz con nosotros mismos.

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