Bitácora Noches Blancas Primera Noche

Bitácora primera noche “Noches Blancas” Matías Tamayo 4° Medio

Nuestro relator, el cual nos habla en primera persona, tuvo una noche maravillosa, con un día un tanto melancólico. Le tocó platicar con las casas, sus fieles amigas, debido a su basta soledad. Ni en la calle ni en su casa se sentía bien. En el transcurso de dos noches buscaba el porque de su malestar, encontrándola esa bella mañana. La gente había empezado a irse de la ciudad rumbo al campo, dejando a San Petersburgo prácticamente desierto. El relator, el cual siempre mantiene oculta su identidad, no tenía donde ni como irse de la ciudad, incluso estaba decidido a irse en cualquier automóvil, con cualquier señor de aspecto confiable. Sin embargo y para mala suerte de él, nadie quiso llevarlo. Como si lo hubiesen borrado de los recuerdos de las personas, como si fuera, realmente, un extraño para todos.

Esa noche, al contrario del día, fue mucho mejor. El protagonista volvía a su casa muy tarde, eran aproximadamente las diez de la noche. Cerca de su casa, en la barandilla del muelle, una mujer observaba con gran detenimiento el agua turbia del canal. Al pasar cerca de la chica, el chico escuchó sollozos provenientes de la chica. Al ser él muy tímido al hablar o contactarse con las mujeres, le costo acercarse a hablar con ella, aunque en esta ocasión, se armó de valor para hacerlo. Lamentablemente la chica retomó su postura y emprendió el rumbo, cruzando a la acera de enfrente de donde estaban ellos. El chico no quiso seguirla.

Posterior a eso, mientras la chica apresuraba el paso, un hombre, el cual apenas podía estarse quieto de lo ebrio que estaba, empezó a perseguir a la chica. Al momento de alcanzarla, esta gritó con todas sus fuerzas, alarmando a nuestro protagonista, haciendo que este cruce la acera. El caballero se apartó y se fue.

Al momento en que el hombre se fue, el chico le pidió su mano, para poder darle confianza a la chica mientras ambos iban rumbo a la casa de ella, lo cual surgió espontáneamente. Todo esto antes de un cuestionario entre ambos personajes, en el cual saltaron preguntas sobre el nerviosismo del chico al momento de hablar con la joven, el porqué del sollozo de la chica y porqué la chica había corrido cuando se le acercó nuestro protagonista por primera vez.

Después de una extensa charla entre ambos en el camino hacía la casa de ella, quedaron de acuerdo con que, a la noche siguiente, se encontrarían en las cercanías de la casa de la joven, con una condición un poco comprometedora. El chico, en la noche posterior, le contaría la mayoría de los detalles de su vida a ella.

Datos de los personajes

Protagonista: chico joven, solitario, impaciente y soñador el cual nunca ha conversado con nadie, en especial con las mujeres, ni siquiera ha tenido amigos en sus veintiséis años de vida. Se caracteriza por una singular timidez y por personificar muy seguido al momento de hablar.

Chica: chica morena de corta edad, vestía una capa negra y un sombrero amarillo pintoresco.

Escenarios: San Petersburgo, borde del muelle y frontis de la casa de la chica.

Palabras destacadas

Panegírico: discurso en el que se alaba a alguien, especialmente el que se hace en honor a un santo.

Nevski: la avenida Nevski es la principal avenida de San Petersburgo y una de las calles con mayor historia en el mundo.

Fisonomía: aspecto particular del rostro de una persona que la caracteriza.

Cariacontecido: que muestra en la cara aflicción o sobresalto.

Fontanka: brazo del río Nevá, que fluye a lo largo de la parte central de San Petersburgo, Rusia.

Irremisible: que no puede perdonarse, imperdonable.

Pesquisidor: es el que pesquisa, ve, explora, husmea, indaga, busca, olisquea, examina, pregunta, averigua, escruta, fisgonea, inquiere, sondea, inspecciona o rastrea.

Atestado: que está completamente lleno.

Embebido: que está abstraído o enfrascado en un asunto.

Intempestivo: que se hace u ocurre fuera del tiempo adecuado o conveniente.

Dádiva: cosa que se da como regalo.

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