Buen Estudiante

INTRODUCCION

Es muy fácil encontrar una definición de lo que es ser estudiante. Todo lo que tenemos que hacer es abrir un diccionario y encontraremos una respuesta. Pero ésa no es la clase de definición que queremos. Deseamos investigar sobre ello, queremos averiguar qué es un verdadero estudiante. Un verdadero estudiante no es aquél que aprueba exámenes, consigue un empleo y después cierra todos los libros. Ser un estudiante significa estudiar la vida, no sólo leer los pocos libros requeridos por el programa de estudios; implica observarlo todo a lo largo de la vida, no sólo unas cuantas cosas en un tiempo determinado. Es el que sabe decir: "esto es bueno, aquello es malo".

El verdadero estudiante es aquél que lo observa todo en la vida, tanto externa como internamente, sin comparar, aprobar ni condenar. No sólo es capaz de investigar cuestiones científicas, sino que también puede observar las operaciones de su propia mente, de sus propios sentimientos, lo cual es mucho más difícil que observar un hecho científico. Comprender todo el funcionamiento de la propia mente requiere una gran dosis de discernimiento. Además un buen estudiante es el que se preocupa por el prójimo y también por su país.

DESARROLLO

Cada ser humano tiene su propia definición de lo que es ser un buen estudiante, por ejemplo para una madre, el que su hijo sea buen estudiante consiste en tener buenas calificaciones; pero para el hijo, lo que conlleva a ser un buen estudiante es comprender y analizar el porqué de sus materias sin importar la calificación que tengas en cada una de ellas.

En el Instituto Politécnico Nacional se tiene un Decálogo que consta de diez puntos. El primer punto menciona: “Soy politécnico porque aspiro a ser todo un hombre”. Se entiende que durante el tiempo en que se estudie en el IPN, en este caso en el campus UPIIG, se van a vivir experiencias tanto buenas como malas, pero que van a ayudar en tu maduración como persona y como resultado vas a ser un ser humano con principios y con una gran moral. Que pueda distinguir las buenas acciones de las que no lo son, esto es parte de ser un gran hombre o también una gran mujer.

El punto dos del Decálogo dice: “Soy politécnico porque exijo mis deberes antes que mis derechos”; esto quiere decir que un estudiante de la UPIIG está plenamente consciente de que tiene un gran deber, tanto para la escuela como para la sociedad, e incluso pone las necesidades de la sociedad antes que sus propios derechos. ¿Por qué? Porque se le inculca al alumno que el deber ante la sociedad requiere de más esfuerzo que para nuestras propias necesidades, mas no por esto tienen que ser menos importantes, solo que antepones a los demás antes que a ti. En sencillas palabras te inculcan a no ser ególatras ni egoístas.

El punto tres dice: “Soy politécnico por convicción y no por circunstancia”. Este punto me gusta en particular porque tiene mucha razón. No hay que tener en mente que la UPIIG es la escuela de salvación puesto que no pudieron ser admitidos en la Universidad número uno a la que se tenía planeado entrar, sino que hay que tener bien grabado que estar en el IPN es un orgullo y un reto muy grande al que no cualquiera tiene la oportunidad de intentarlo y que si se presenta la oportunidad no desperdiciar ni un momento de ella.

El punto cuatro menciona: “Soy politécnico para alcanzar las conquistas universales y ofrecerlas a mi pueblo”. Esto se puede entender que el estudiante politécnico

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