Buen ánimo
LumeroEnsayo21 de Marzo de 2014
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WS 93, 15/11 Pág.17
Aunque Timoteo vivía en un hogar dividido por razones religiosas, aceptó con ánimo el cristianismo y llegó a ser una persona espiritual, de la que Pablo pudo decir a los filipenses: “Espero en el Señor Jesús enviarles dentro de poco a Timoteo, para que yo sea un alma alegre cuando llegue a saber de las cosas que tienen que ver con ustedes. Porque no tengo a ningún otro de disposición como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes. [...] Ustedes saben la prueba que él dio de sí mismo, que, cual hijo con su padre, sirvió como esclavo conmigo en el adelanto de las buenas nuevas”. (Filipenses 2:19-22.) Hoy día, muchos jóvenes que viven en hogares divididos por razones religiosas abrazan con valor el cristianismo verdadero. Como Timoteo, dan prueba de lo que son, ¡y cuánto nos regocija que estén en la organización de Jehová!
Siga teniendo buen ánimo
17 Esperar en Jehová nos ayudará a permanecer animosos. David cantó: “Espera en Jehová; sé animoso, y sea fuerte tu corazón. Sí, espera en Jehová”. (Salmo 27:14.) El Salmo 27 muestra que David se apoyó en Jehová como “la plaza fuerte” de su vida (versículo 1). David había visto lo que Dios había hecho a sus adversarios en el pasado, y eso le dio ánimo (versículos 2, 3). Su aprecio por el centro de adoración de Jehová era otro factor (versículo 4). La confianza en que Jehová lo ayudaría, lo protegería y lo libraría también fortaleció el ánimo de David (versículos 5-10). Asimismo, le fue útil la constante instrucción sobre los principios del camino recto de Jehová (versículo 11). El orar con confianza para que se le librara de sus enemigos, además de su fe y esperanza, ayudó a David a ser animoso (versículos 12-14). Podemos fortalecer nuestro ánimo de maneras parecidas y así mostrar que de verdad ‘esperamos en Jehová’.
18 El compañerismo regular con otros adoradores de Jehová contribuirá a que permanezcamos animosos. Cuando Pablo viajaba a Roma tras apelar a César, algunos compañeros de creencia fueron a su encuentro en la Plaza del Mercado de Apio y las Tres Tabernas. “Cuando alcanzó a verlos —dice el relato—, Pablo dio gracias a Dios y cobró ánimo.” (Hechos 28:15.) Al asistir con regularidad a las reuniones cristianas, seguimos el consejo de Pablo: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca”. (Hebreos 10:24, 25.) ¿Qué significa animarse unos a otros? Animar quiere decir ‘dar ánimo, infundir vigor’. (Diccionario Anaya de la lengua.) Podemos hacer mucho para infundir ánimo en otros cristianos, y su estímulo también puede fortalecer esta cualidad en nosotros.
19 Para permanecer animosos, tenemos que estudiar la Palabra de Dios con regularidad y aplicar su consejo. (Deuteronomio 31:9-12; Josué 1:8.) Nuestro estudio regular debe incluir publicaciones cristianas basadas en las Escrituras, pues el buen consejo que recibimos de este modo nos ayudará a afrontar las pruebas de nuestra fe con el ánimo que Dios nos da. Los relatos bíblicos que hemos analizado nos han mostrado cómo fueron animosos los siervos de Jehová en diferentes situaciones. Puede ser que ahora mismo no sepamos de qué manera puede ayudarnos esta información, pero la Palabra de Dios es poderosa, y lo que aprendemos de ella siempre nos beneficia. (Hebreos 4:12.) Por ejemplo, si el temor al hombre empezara a afectar nuestro ministerio, recordemos el ánimo que tuvo Enoc para comunicar el mensaje de Dios a los impíos. (Judas 14, 15.)
20 Para seguir siendo siervos animosos de Jehová, tenemos que perseverar en la oración. (Romanos 12:12.) Jesús aguantó las pruebas con ánimo porque “ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía
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