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Canon literario


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2018  •  Ensayos  •  3.426 Palabras (14 Páginas)  •  225 Visitas

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Introducción: El canon literario Catálogo de autores u obras de un género de la literatura o el pensamiento tenidos por modélicos consideradas valiosas y dignas por ello de ser estudiadas y comentadas.

Pero lo que pretende ser una definición «sencilla y práctica» contiene términos que de nuevo planean peligrosamente sobre el terreno de lo subjetivo: ¿quién determina lo valioso de una obra literaria?, ¿en qué reside esa valía? ¿Por qué unas obras son dignas de ser estudiadas y otras no? ¿Qué lecturas elegimos para enseñar y leer en la educación?  

Historia del término: 

  • Muy lejos de estas discusiones se encuentra la concepción primigenia de canon (del griego kanón), «una vara o caña recta de madera, una regla, que los carpinteros usaban para medir; luego, en un sentido figurado, pasó a significar ley o norma de conducta ética” La consideración de canónico como algo digno de conservar o imitar, en definitiva, como algo modélico, llega con los filólogos griegos de la Antiguedad, que fueron los primeros en emplear el término canon para designar «la lista de obras escogidas por su excelencia en el uso de la lengua» Aristóteles en la Poética erige a Sofócles como modelo del autor de tragedias.
  • Durante la Edad Media tuvo su desarrollo el canon bíblico supuso una selección de textos, cuya interpretación, conservación y custodia quedaron, evidentemente, en manos de la Iglesia. Pero ante todo, y por encima de otras cuestiones subyacentes, supuso la creación de un canon apócrifo, el de aquellos textos desterrados, prohibidos y desestimados por el clero: dentro de esta nómina quedaban excluidos textos eróticos o mitológicos. Este veto sobrepasaba la concepción de ‘ocultos’ que lleva aparejada la etimología griega del término apókryphos e implicaba una acepción peyorativa, la de textos ‘bastardos’, falsos o fingidos
  • Posteriormente, durante el renacimiento se producen una serie de cambios. La hegemonía cultural que detentaba la Iglesia fue desdibujándose:
  • Por un lado la aparición de la imprenta modificó la relación con la escritura.
  • La consolidación de las monarquías autoritarias y la expansión de las lenguas vernáculas y la consecuente pérdida de exclusividad del latín como lengua oficial en documentos.
  • Los avances de la reforma religiosa que propicia una lectura más libre de la biblia, producto de las traducciones y la invención de la imprenta)
  • Esta pérdida de hegemonía eclesiástica condujo a la idea de Canon asociada a un grupo de textos seculares y comienza  a hablarse de cánones literarios.
  • Sin embargo la estricta conformación de cánones de literaturas nacionales requerirá de una afianzamiento de la noción de nacionalidad, que sólo puede observarse a partir del desarrollo de los estados capitalistas modernos (fines del siglo XVIII y mediados del siglo XIX), que coincide con el momento de constitución de la literatura como campo relativamente autónomo

La configuración del canon:

A diferencia del canon bíblico, el canon literario no es una nómina cerrada de obras, y que existen multitud de autores que reivindican una lista.

Respecto de la selección que implica el canon Malena Botta rescata algunas cuestiones importantes en este sentido:

  • En primer lugar, el canon comporta una selección que no implica meramente una lista de textos canónicos como resultado, sino un proceso por el cual otros escritos son apartados, si no se ajustan a los parámetros de selección. Los debates recientes se interesan particularmente por contraponer lo canónico con lo marginal.
  • En segundo lugar, los criterios de selección son complejos y de variada índole: temáticos y morales (que es lo que los textos dicen), estéticos y de género, materiales y económicos, y finalmente ideológicos. De aquí surge la idea del valor de una obra.
  • En tercer lugar, el canon está estrechamente emparentado con la tradición. Es posible pensar que si una tradición comporta elementos disímiles, o en una cultura hay tradiciones diversas, el canon aportaría un criterio de unicidad, de relativa homogeneización sobre la diversidad. Responde a una selección de un pasado configurativo, así como una proyección al futuro que es inherente a toda obra o principio.
  • En cuarto lugar, no cualquiera está en condiciones de imponer un canon. Son las instituciones las formadoras de canon las que garantizan el poder de imposición y la conservación de las obras, así como la autoridad de los individuos que la proponen. La pervivencia de un canon dependerá de tensiones al interior de la institución que lo respalde, así como el grado de participación que dicha institución tenga en los procesos de construcción de hegemonía en una cultura determinada. [1]como resultado de estos planteamientos, el canon comienza a ser concebido como el producto de una serie de negociaciones entre diversos factores y, por lo tanto se desdibuja su valor como modelo supremo. La selección de un canon se hace desde el punto de vista de los valores e ideologías de una época y una cultura dadas. Si a ello le sumamos la variabilidad del concepto de literatura a lo largo del tiempo y la dificultad de trazar sus fronteras, entenderemos mejor que no puede concebirse el canon como algo estático. Por ejemplo, las crónicas de Indias son leídas actualmente como literatura y no como un documento social.

De lo dicho se desprende que uno de los aspectos puestos en discusión es el de los actores que actúan en la construcción del canon. Si hasta el siglo XIX tenían un rol central los propios escritores, quienes reconocían a sus modelos y precursores, a partir de ese momento aparecerán otros componentes importantes:

  • En primer lugar la crítica literaria, actividad que comienza a consolidarse y que adquiere estatus profesional y diferenciado con otras formas de lectura, en especial de la lectura “ingenua” del lector común. Esta actividad de lectura crítica se da básicamente en dos ámbitos: las instituciones académicas (profesores, investigadores) y los medios de comunicación, cuya influencia social es creciente desde mediados de siglo XIX.
  • En segundo lugar, ciertas instituciones tienen un papel preponderante en el proceso de canonización: las universidades, institutos de investigación, las academias (que son artífices activos de la inclusión o exclusión del canon, y a la vez funcionan como custodios de este núcleo central.
  • A estos agentes pueden sumarse las editoriales, que en tanto empresas que buscan satisfacer las demandas del público lector, trabajan en base a selecciones y rechazos[2].
  • También obras de referencia y divulgación, como diccionarios y enciclopedias tiene injerencia en este proceso de construcción canónica.

Debate entre canónicos y anticanónicos.

La polémica respecto del canon se relaciona a Harold Bloom con la publicación en 1994 “El Canon occidental” en el que resalta la importancia de la estética y el valor artístico de los textos y, a lo largo de todo El canon occidental, argumenta que gran parte, si no toda la noción de canonicidad, reside precisamente en la originalidad (además de otras cuestiones como el dominio del lenguaje metafórico, el poder cognitivo, la sabiduría y la exuberancia en la dicción)  

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