Cathy Wilkes reseña crítica

Nombre: Teddy Jiménez

Cathy Wilkes reseña crítica

Cathy Wilkes es una reconocida artista irlandesa, proveniente de la parte Norte de Irlanda, la misma que en la actualidad vive en Glasgow. Wilkes se formó en la Escuela de Arte de Glasgow, posteriormente obtuvo un MFA en la Universidad de Ulster. Es considerada como parte de la generación de artistas que surgió a mediados de los años noventa.  Se conoce que Wilkes representará a Gran Bretaña en la 58a Bienal de Venecia en 2019, donde expondrá sus más recientes trabajos. Es menester mencionar que también fue participe de la Exposición Internacional de la Bienal en 2013, además fue nominada para el Premio Turner en 2008 y recibió el Premio Maria Lassnig inaugural en 2017.

Wilkes es conocida principalmente por sus instalaciones a gran escala de objetos aparentemente dispares, en donde muchos de ellos están en apuros, dañados, alterados o adaptados. Sus conjuntos evolucionan lentamente a partir de un método de trabajo que comienza con la meticulosa recopilación y selección de materiales y finaliza con la tarea medida de organizar, reorganizar, hacer y rehacer.

Conecta las banalidades de la existencia diaria con arquetipos más grandes, como son de nacimiento, matrimonio, crianza de los hijos y muerte. Esta combinación de lo personal y lo universal se asemeja a una meditación en el corazón de su trabajo, es por eso que el arte de Wilkes realiza un ejercicio de empatía, exponiendo experiencias subjetivas profundamente sentidas y al mismo tiempo insistiendo en la naturaleza fundamentalmente privada del arte.

Sus instalaciones individuales y exposiciones más grandes están marcadas por disposiciones de objetos que parecen precisos, vulnerables y brutales. A menudo, combina piezas antiguas con nuevas variaciones y recientemente, ha aplicado un enfoque similar al diseño de sus exposiciones individuales. Al reasignar elementos selectos de las obras existentes y combinarlas en nuevas instalaciones, Wilkes pasa por la estructura “retrospectiva” de una exposición a mitad de carrera, confundiendo nuestras experiencias pasadas y presentes y desafiando las convenciones de la historia del arte que buscarían interpretar su obra en una clara progresión.

El arte de Wilkes es tan profundo y se podría decir que incluso hasta analítico, que la revista Mundo Diners exclamó…“Wilkes nos habla de la pérdida, traza la ruta de un trauma femenino y lo pone de manifiesto en ese espacio, un espacio al que el espectador busca darle sentido. Se puede decir entonces que el trabajo de Wilkes transcribe su experiencia femenina volviéndose altamente autobiográfico” (Traversari, 2017), es por eso que de este modo Wilkes plasma sus sentimientos más íntimos en maniquís, tratando de traer al mundo lo que ella ha vivido como experiencia.

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