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Ciruelas vendidas antes de crecer


Enviado por   •  14 de Julio de 2019  •  Ensayos  •  880 Palabras (4 Páginas)  •  150 Visitas

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CIRUELAS VENDIDAS ANTES DE CRECER.

Escenario:

-Campo de cultivo

-En el comedor de una casa

Personajes:

-Mamá Federica

-Hija 1 Anastasia

-Hija 2 Jacinta

-Vecina 1 Fulgoria

-Vecina 2 Filomena

Primera escena

Narrador: En el pueblo de Santa Lucia de Yatao, vivía una madre con sus dos hijas, el padre de familia se había ha ido a estados unidos sin estar en contacto con ellas hace muchos años. Una mañana las hermanas Jacinta y Anastasia salieron de su casa al campo a sembrar.  

(Las hijas están trabajando en el campo).

Anastasia: ¡Esta vida es solo trabajar y trabajar, estoy cansada del campo! Ojalá estas ciruelas crezcan muy rápido y frondosas, para poder venderlas a buen precio.

Jacinta: Así es Anastasia, ojalá las semillas te oigan y así irnos de este pueblucho.

Anastasia: Pos, apúrese Jacinta, que el sol se está poniendo y amá nos espera con una comida bien calientitas.

(Se pone el sol y regresan a casa cantando).

De

Ay ay ay canta ……………

Segunda Escena

Narrador: Las hermanas llegan a su casa, su madre apresurada en terminar la mesa.

(Su madre las escucha y sale a recibirlas para apurarlas.)

 Madre: Apúrense chamacas, que la comida está servida y se enfría.

Hijas: Ya vamos amá.

(Se sientan en la mesa).

Madre: ¿Ya se lavaron las manos?

(Las hijas se lavan las manos, regresan a comer)

(Empiezan a jugar con la comida)

Jacinta: Amá, que rico esta está la comida.

Madre: (Con desagrado) Pues, es mi trabajo que le hago, como toda una esclava de la casa, yo lavo y lavo, muele y muele en el metate, y su apá del norte ni un centavo, piensa que de aire vivimos, pero ya verán hijas algún día les va a tocar.

Anastasia: ¡Ni de chiste lo diga asté!

Madre: Cállese, que por su mano ya vinieron.

Jacinta: (sorprendida) ¿A quién se la dio amá?

Madre: Pues el hijo de doña Florinda, el que de niño se fue pal norte. Y la verdad una boca menos que alimentar no caería mal.

Jacinta: ¡Ahhhhh!, el Chencho amá. Se dice en el pueblo que harto billete trae.

Anastasia: ¡¿Casarme yo?!  Ni porque harto dinero tenga ese hombre.  

Madre: No le pregunté, aquí se hace lo que yo diga.

Anastasia: Eso no es lo que queremos amá. Tenemos planes que con el dinero que saquemos de la cosecha de las ciruelas juntaremos para irnos a la cuidad.

Jacinta: Sí. Y comprarnos unos vestidos rechulos, unos collares, zapatos y unos rebozos. Que eso de andar siempre con estas naguas ya no es para nuestra juventud.

Madre: Já (risa burlona) ¿Y cuánto dinero piensan que van juntar con esa venta?

Jacinta: Pues si damos a $100.00 el kilo. Con la primera cortada tendríamos para el pasaje, la segunda pa´ nuestros gustitos.

Madre: ¡¡Queee!! Son unas recaderas mijas.

Anastasia: Pos si amá, nos ha costado arar la tierra, sembrar las semillas y regarla todos los días, como para que las regalemos.

...

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