Comunicación

“Así como existe un arte de bien hablar, existe el arte de bien escuchar”

Epicteto

Comunicación

A través de los tres capítulos anteriores has aprendido a conocerte, comprenderte y aceptar tus habilidades y debilidades, obtuviste los medios para eliminar obstáculos que evitaban tu desarrollo; fuiste capaz de elevar tu autoestima. Ahora en este capítulo, aprenderás como tener una buena comunicación, ya que finalmente estás preparado para interrelacionarte con los demás.

Has comprendido que todo individuo necesita alcanzar su desarrollo de ser persona para saberse único, consciente de sí, responsable, libre y capaz de amar. Todo se alcanza a través de la autenticidad, la aceptación de sí mismo y de la empatía. El desarrollo humano permite al individuo conocerse a sí mismo, percatándose de sus habilidades y debilidades, llevando un análisis de sus obstáculos y de cómo anularlos; de cómo se forma y se eleva la autoestima. Ahora tú puedes preguntar ¿para qué todo esto? La respuesta es: para poder trascender, por medio de la comunicación, todas nuestras capacidades y habilidades, renovadas y fortalecidas.

El ser humano necesita comunicarse con él mismo y con los demás. Su desarrollo depende de esto, es decir, el obtener su desarrollo, no es sólo para él, su meta es trascender para poder ayudar a los demás y para lograr ser persona en plenitud. Por medio de la comunicación trasciendes todo tu ser. Todo esto con la mirada puesta en tu crecimiento personal, para continuar tu vida con más claridad, porque el ser humano no es una isla, necesita de los demás y los demás lo necesitan.

LA COMUNICACIÓN Y SU IMPORTANCIA

Normalmente entendemos por comunicación:

 El establecer contacto con alguien.

 El dar o recibir información

 El expresar nuestros pensamientos y sentimientos.

 El compartir algo con alguien.

La comunicación es el proceso mediante el cual se transmite una información.

En toda comunicación se dan cuatro elementos básicos:

Quien inicia la comunicación es el emisor; es quien emite o intenta transmitir algo: sus pensamientos, opiniones, sentimientos, etc. Quien escucha y recibe la información emitida por el emisor, es el receptor. La información transmitida entre el emisor y el receptor, lo denominamos el mensaje. El cuarto elemento fundamental de toda comunicación es el medio que utilizan el emisor y el receptor para conseguir la transmisión de la información. Se comunican por palabras, cara a cara; por los gestos y el movimiento; por escrito; por teléfono, etc. Según la facilidad para expresarse y para comprender los diferentes medios que se utilizan en la comunicación, así será la calidad de ésta.

Cuando se conversa, ambas partes están constantemente comunicándose algo, si no con la voz, sí con la mirada, con la postura, con la expresión facial, con la distancia o acercamiento, etc. Por ello, el emisor suele llevar al mismo tiempo el papel de receptor y el receptor el del emisor; más aún, dentro de un mismo proceso de comunicación, en cada etapa y faceta de ésta, se intercambian los papeles una y otra vez.

La comunicación tiene un sentido importante en la vida del hombre. Tiene una función decisiva en su desarrollo. Comunicar es una necesidad vital, porque la comunicación consiste en la relación con los individuos, con los grupos y colectividad. Posibilita el encuentro entre los hombres; crea y facilita la amistad, la fraternidad, la comunicación en los mismos intereses y problemas.

Existe una estrecha relación entre la comunicación y la vida misma, la calidad de nuestra vida depende de cómo nos comuniquemos con los demás. De la habilidad que tengamos para comunicarnos, dependerá lo productivo, críticos e innovadores que podamos ser, así como la manera en que entendamos las cosas, de cómo fijemos nuestras metas y nuestro proyecto de vida; en fin, todo lo que se relacione con nosotros.

La comunicación implica un aprendizaje necesario. Y no es sólo algo que nos es vital aprender, es algo que deberíamos dominar, ya que la comunicación es una herramienta imprescindible en nuestra vida y elemento esencial en nuestra realización personal.

Aprender a comunicarnos puede no solamente ayudarnos a confiar, aclarar una idea, conseguir un empleo, realizar una venta, obtener un “10”, tomar en grupo la decisión acordada. La comunicación puede ser de utilidad para todo esto, pero más importante aún, afecta nuestro crecimiento y desarrollo como personas.

Los mecanismos de comunicación son aprendidos; cada bebé llega al mundo con capacidades aún no desarrolladas: no tiene concepto de sí mismo, experiencia alguna de interacción con los demás, ni experiencias para enfrentar al mundo. Los bebés aprenden estas cosas a través de la comunicación con las personas que se hacen cargo de ellos desde su nacimiento.

Cuando alcanzamos los cinco años de edad, es posible que hayamos tenido miles de experiencias en compartir la comunicación. A esta edad todos desarrollamos ideas sobre cómo nos percibimos y lo que consideramos posible o imposible para nosotros en el mundo. Este aprendizaje temprano se convierte en la base sobre la cual construimos el resto de nuestra vida. Entendida la comunicación como aprendida, podemos cambiarla si así lo deseamos.

La comunicación no quiere decir solamente intercambio de palabras, implica un contacto y un encuentro a un nivel más profundo. Quien se comunica, lo hace con todo su ser: palabras y silencio, voz y gesto, cuerpo y espíritu.

El hombre es un ser que por naturaleza necesita vivir y desarrollarse en una familia, grupo o sociedad. El hombre aislado de todo contacto humano permanece en un nivel primitivo. El hombre no puede ser sin la ayuda de los demás, pues es un ser social por excelencia.

Debemos estar conscientes que viviremos más intensamente y tendremos un mayor desarrollo, en la medida en que incrementemos la habilidad para comunicarnos con los demás.

La comunicación se aprende principalmente en el hogar y del medio que nos rodea durante nuestra vida.

Desde que nacemos hasta que morimos todos los aspectos de nuestra vida se ven afectados por la capacidad que tengamos para relacionarnos

...