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Con la idea de haberme equivocado


Enviado por   •  22 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  1.109 Palabras (5 Páginas)  •  106 Visitas

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Bajé el rostro y encogí los hombros, preguntandome si seré capaz de dar en el blanco, seguramente estaría contento de lograrlo, aunque el sentimiento no fuera mas que efímero. Posé ambos orbes en aquella sonrisa, la forma de sus comisuras me causaba bastante desconfianza, o tal vez de nuevo estaba exagerando. Vacié mi mente de cualquier mal pensamiento, por hoy procuraría dejar de ser "yo" de cierta forma, aunque tenía la ligera sospecha de que con el sujeto a mi frente, no ocurriría de esa manera. — ¿Juego? — En un leve exaltamiento toqué aquel espantoso collar, me dio un tick de molestia al rozarlo con los dedos. Al parecer con esto se reafirmaba la cuestión de los animales, pero ¿por qué un gato?, ¿no sería mas fácil un perro o un mapache? bueno cualquiera que sea, me era molesto. Solté uno de mil suspiros, dando esfuerzo a no tomarle atención a sus movimientos, despues de todo sería extraño ver cualquiera de sus acciones como todo un curioso. — Está en lo cierto, soy un joven de compañía. — Sonreí tenue a su sonrisa, al menos sus gestos no eran tan incómodos como la mayoría de quienes he tratado.

Con la idea de haberme equivocado, di fugaces miradas a los costados ¿realmente no encontraré al causante?, encoleré un poco al cavilarlo. — Ha... enserio no creo que nada mas haga juego con lo que llevo puesto.— Fruncí el ceño suponiéndolo con una sonrisa, hasta que otra extremidad emanó de mi posterior. La expresión de hace unos segundos cambió a una perpleja, ¡¿Qué coño?!... ¿Es enserio?, giré el rostro y descubrí aquella cola que en particular los gatos poseen. Quedé petrificado, realmente... yo ¿había atinado? —.........Eh? — No supe que decir o hacer, si maldecir o aceptar, pero lo único que sabía es que una rotunda molestía nació de mi interior. Mis orbes se posaron en los ajenos, contuve una voz explosiva y solté un aire pesado. —Tu... — La atención que tuve se dirigió a un hurón que rápidamente volvió a ocultarse, no recapacité mucho aquello, pero mi cuidado quedó expuesto a una mano que tomó de mi mentón y acarició mi mejilla.

- Cl-claro.- Tuve que aceptarlo, a pesar de querer hacer muchas barbaridades, trabajo era trabajo y exagerar por unas cosas raras eléctricas que me disgustaban a profundidad, no era aceptable. Retrocedí a muestra de un débil agarre, sin apartar un rostro que se volvió inexpresivo, incluso cuando aquellas orejas y cola cambiaron de propietario. Claramente me sentí aliviado y fuera de peligro tenerlas a lejanía, aun así no pude evitar padecer de una presión sobre mi pecho, aquella que me exigía lanzar una patada voladora. Así mantuve una sorprendente calma, sonriendo ladino, lleno de lo que era, abriendo sorpresivamente los ojos al ver como la electricidad desaparecía. — N-no digas eso... Lo extravagante sin duda va contigo.— Tomando fuerza para no soltar infinidad de palabras respondí a su invitación sentándome a su lado. Mordí leve mi labio inferior expresando gratitud por aquella piña colada. Tal vez me molestaban sus acciones, no, en realidad lo hacían pero tenia que admitir que algunas me causaban interés, "¿Qué?... TE EQUIVOCAS, este sujeto casi te hace explotar de rabia y aún así te atreves a decir ¿que te interesa?" tomé un sorbo a la bebida sin quitarle

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