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Cuentos de Mariani


Enviado por   •  8 de Abril de 2019  •  Síntesis  •  1.978 Palabras (8 Páginas)  •  569 Visitas

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Título, autor, cuento.

Vida y obra

Narrador

Personajes- caracterización.

Temas-subtemas

Argumento

Lenguaje

Balada de la oficina, R. Mariani.

Roberto Mariani, escritor, dramaturgo y poeta argentino, nació en el barrio de La Boca, en julio de 1893. Se inició como periodista en el diario Los Andes de Mendoza y publicó algunos relatos en el periódico La semana. Se empleó en el Banco Nación alternando con los “proletarios de cuello duro”, experiencia que marcará su obra. En 1922 es despedido por “intentar agremiar a sus compañeros con literatura anarquista”. Anarquista y solitario, participó del grupo de Boedo compartiendo ese espacio de creación con Arlt y Payró. Colaboró con aquél cuando aún no tenía reconocimiento literario, en la corrección de sus proverbiales errores gramaticales.  Escribió, entre otros libros, El amor agresivo, En la penumbra, La frecuentación de la muerte y Cuentos de la oficina. Murió en 1946.

El narrador Protagonista, por ser el que habla en primera persona, tiene aquí un tratamiento bastante complejo, en cuanto a las voces que personifica:

La oficina está personificada en la voz del narrador “Yo daré para ellos pan y leche; no temas; mientras tú estés en mi seno…”

-La oficina-mujer que ordena al hombre a entrar en ella y trabajar, ofreciendo a cambio protección (como la protección uterina) contra los peligros, como la intemperie.

-El empleador: Que exige 8 horas de trabajo y la paga al final de las jornadas.

-El estado: que exige determinada cantidad de servicio para otorgar una jubilación.

-El hombre, genérico destinatario de los discursos de la oficina, el empleador y el estado que se confunden un uno.

-La seguridad: como algo que solo puede ofrecer un empleo remunerado.

-La protección: de todos los factores externos, como inclemencias de tiempo y avatares o imprevistos de la vida.

La seriedad: El trabajo es serio, la producción, el sistema. Todo lo demás, no.

El cumplimiento del deber: como un mandato social imposible de eludir.

-El  tiempo: la valoración que de él de se hace  en función del trabajo y no de la vida, de la humanidad.

-El desprecio hacia las actividades físicas: que se muestran como inferiores a las intelectuales que el hombre serio debe realizar.

La oficina-mujer: como madre que protege en su interior uterino; pero también  como prostituta que se ofrece y cobra los mejores años de quienes acceden a ella.

Los beneficios laborales: como la jubilación que llega siempre a destiempo, cuando poco o nada se pueden disfrutar.

EL  narrador/ oficina quiere convencer al empleado que entre, el trabajo es salud, que dentro de ella no sufrirá ningún mal: ni inclemencias climáticas, ni hambre, ni pobreza. Sólo tiene que entrar, trabajar ocho horas, sin engañarifas, de forma constante y voluntariosa. Es su deber trabajar! Y cuando termines de trabajar ve a casa, no te tientes, los vicios son malos, derecho a casa y mañana de vuelta a la oficina.

Verbos en modo imperativo: “Tú, entra”.

Ironía constante:

¿No tienes vergüenza, estúpido sentimental, regodearte con el sol como un anciano blanco, y esqueletoso, y centenario?”

Rillo.

Roberto Mariani.

Narrador en primera persona, protagonista secundario/testigo. Él cuenta la historia que le sucede a su compañero en la oficina, por lo cual es testigo de los hechos, que esos si son narrados en tercera persona.

Principales:

Narrador/ Sr. Lagos: trabaja en la Oficina de Útiles de una empresa comercial; protagonista y testigo a la vez de los hechos que narra.

Rillo: trabajaba cerca del escritorio del Jefe Torre, al igual que Julito, Romeu y el narrador. Era alto, flaco, pálido y muy nervioso. Se iba en palabras. Tenía un mechón rebelde; estaba siempre echándoselo sobre la convexidad capilar.

Sr. Torre: Jefe de la oficina.

El Jefe de personal y

Los gerentes: conocidos solo por las acciones y los diálogos que sostienen con Rillo.

Secundarios

Julito: cadete. Tiene dientes amarillos y le gustaba hacer enojar a Rillo.

Sr. Gonzáles: empleado ascendido.

Gainza, Borda, Cornejo, Acuña: empleados que reubicaron luego del ascenso de González.

Romeu: compañero de trabajo del protagonista en la sección “Útiles”.

La Peñita: bella vendedora de Layettes.

Lagos: empleado de Útiles.

Pazos: antiguo jefe de la sección.

-El silencio: como signo de deshumanización.

-El autoritarismo: en la opresión del jefe y el tipo de tareas que encarga a sus empleados.

-La política y los políticos: como esperanza para algunos, como causa de todos los males para otros.

-El espacio: como especie de cárcel opresiva, donde se aprende a buscar la manera de evadir al carcelero para vivir un poco.

-La venganza: como pequeña revancha a las afrentas recibidas.

-La hipocresía: como rasgo distintivo del jefe que es capaz de mudar su carácter según el peso social de quien tenga al frente.

Se relata la historia de Rillo, uno más de los empleados de Útiles, quién se llevaba muy mal con su jefe de turno, el señor Torre. Rillo llevaba trabajando en la oficina muchos años y conocía perfectamente todo su funcionamiento, y el señor Torre no lo quería por ue decía de él que era anarquista. Una regla de la oficina era no hablar, pero cuando el jefe se iba los compañeros hablaban entre ellos. Un día el señor Torre vuelve y los encuentra hablando y va directamente a la oficina de personal a pedir que lo saquen a Rillo. Esto lo molesta muchísimo ya que él estaba esperando un acenso y el jefe se lo estaba arruinando. Luego, mientras el jefe no está, llegan a la oficina los gerentes de la empresa, Rillo les explica todo lo que ellos desean y cuando llega Torre, quién no sabía de en serio el funcionamiento en la oficina. Rillo le tiende una trampa de falsa información a Torre, quien pedía su auxilio, y logra que lo saquen de la oficina y le den a él el puesto de encargado de Útiles.

“-¡Señor Rillo, cuántos anotadores hay!

El señor Torre preguntaba, pero era demasiado enérgica y agria la frase para ser encerrada dentro de los amables signos de interrogación.” Conciencia del narrador de que la historia está siendo escrita.

Santana, de Roberto Mariani.

Omnisciente.

-Santana: Empleado administrativo contable, muy eficiente en su trabajo, honesto, cumplidor. Humilde, obediente, callado, débil, miedoso. Retraído, apartado, tendía a vivir en silencio, en un rincón, en soledad, fuera de la atención y ajeno a todos.

-Srta. Concepción Sánchez Ferreyra: clienta de la Casa que debía cubrir un saldo de $ 4.966, 50.

Dr. Santos Ferrería: abogado que recibió el saldo de cuenta mal acreditado por $ 5.000, 00.

Sr, González: Jefe de la Casa.

-Contadores, sub-contadores, jefes de otras secciones, empleados varios.

-Amelia: Mujer de Santana.

-Evangelina, Carlitos y Alfredo: Hijos de Santana.

-Doña Luisa: Mujer del vidriero, queda al cuidado de los hijos de Santana.

Castor: mozo de la –Planeamiento lechería. Intenta consolar a Amalia.

-El error: como desencadenante de una crisis en la vida del personaje protagonista y como algo que a pesar de ser una posibilidad ontológica humana, no se admite en el ambiente de trabajo.

-La exposición del hombre a la mirada y juicio de los otros.

-La preocupación excesiva: como mal de los humildes.

-La humillación: como recurso para no perder el empleo, que significa la muerte ara un empleado con familia.

-Los valores de la gente humilde: un poco trastocados por no cubrir con tanta dificultad las necesidades básicas.

-La vulnerabilidad del hombre: a quien se le exige por encima de las posibilidades humanas, una precisión de máquina, al servicio del proceso productivo y la generación de ganancias, de las cuales no participa.

El conventillo: como morada miserable del trabajador y su familia.

-La deshumanización: encarnada en sus compañeros de trabajo, que no atienden sus necesidades afectivas siguiendo el curso normal que sigue la mente de un hombre en tales circunstancias. También en sus jefes, que hacen pagar al empleado, algo que tranquilamente la casa puede absorber en quebrantos.

-Las exigencias del trabajo.

El cuento relata las tribulaciones mentales de un empleado ejemplar que en catorce años de labor comete por primera vez un error: deposita un cheque en una cuenta equivocada, y esa persona se gasta el dinero y no lo devuelve. Luego de una semana de idas y vueltas, de preocupaciones, tribulaciones y cálculos, le informan a Santana que no será despedido. Que será suspendido por un mes y que se le descontará el 1º% del sueldo hasta cubrir el déficit que adquirió la empresa por su error.

Uno, de Roberto Mariani.

Omnisciente

Uno: el protagonista es un ser anónimo, un trabajador cualquiera.

Es notable el tratamiento de la masculinidad que se da en la obra de Mariani; pues en los “Cuentos de Oficina”, se nota un predominio en el campo laboral oficinesco  eminentemente masculino y el personaje principal de este cuento,  un hombre anónimo tal carácter no lo lleva a perder su subjetividad masculina, que se complementa con una esposa, también, sin nombre, que asumirá el protagonismo en la fase final del cuento, pero circunscripta a otras labores, consideradas “femeninas”.

El dolor: que debe soportarse por considerarse una cuestión inferior al cumplimiento del trabajo.

El hombre, la mujer, la humanidad: como seres anónimos cuyo único valor es el de cambio por sus respectivas labores.

La oficina: como ente que prodiga migajas, siempre insuficientes, en reconocimiento a una trayectoria intachable.

-La fragilidad del cuerpo humano: que puede enfermarse poniendo en jaque la vida propia y la subsistencia del entorno familiar.

El médico: como verdugo que corta las posibilidades de trabajar y obtener recursos, no como profesional que cura.

El trabajo: como el mal necesario.

El hospital: como última morada de los pobres sin recursos.

La mujer: como fortaleza invisible del hombre, que cuando está sola, se basta ella sola mientras le asiste la salud y como el ingenio en acción.

-Descripción de la marcha y caída de un hombre.

-Proceder del hombre frente al dolor y frente a su trabajo.

-Visita del médico.

-Actitud de “la Casa”, esto es, la empresa, sus jefes.

-Hospitalización del hombre.

-Peripecias de la mujer por la falta de recursos.

-Enfermedad de la mujer.

-Hospitalización de la mujer.

Toulet, de Roberto Mariani.

Omnisciente. “Era conservador, no por interés, ni por convencimiento, sino por constitución orgánica y espiritual…”

Toulet, personaje principal, argentino de nacimiento con descendencia francesa, conservador por constitución orgánica y espiritual.

Romeu compañero de la oficina, izquierdista.

Lagos, compañero de la oficina.

Acuña y Fernández Guerrero, compañeros de contaduría.

Gainza, compañero de la oficina.

Diferentes dirigentes políticos de la época y de tiempos anteriores.

La ficción, de Roberto Mariani.

Amigos, de Leónidas Barletta.

(Buenos Aires, 1902-1975) Narrador y ensayista argentino, fundador del Teatro del Pueblo, con el que se inició el movimiento del teatro independiente argentino y donde R. Arlt estrenó sus obras. Se vinculó a los escritores del grupo de Boedo, que defendían el realismo social. Fue secretario de redacción de la revista Claridady fundó y dirigió el periódico cultural Propósitos, una singular tribuna de la izquierda independiente argentina de mediados del siglo XX.

A través de diarios y revistas dio a conocer artículos en los que defendía el valor de la literatura como testimonio y denuncia de los problemas sociales. Es autor de obras dramáticas como Odio (1931) y La edad del trapo (1952). Escribió también relatos y novelas: Cuentos realistas y canciones agrias (1923), Vientos trágicosMaría Fernanda (1924), Los pobres (1925), Vidas perdidasRoyal circo (1926) y, sobre todo, Cuentos del hombre que daba de comer a su sombra (1957).

Desdicha, de Leónidas Barletta.

Lázaro, de Elías Castelnuovo.

Escritor uruguayo aunque afincado en Argentina, nacido en Montevideo el 6 de agosto de 1893 y fallecido en Buenos Aires el 11 de octubre de 1982, que junto con Roberto Arlt fundó la Unión de Escritores Proletarios y colaboró en diversas publicaciones de carácter político como Extrema Izquierda y Los Pensadores.

Fue tipógrafo y linotipista, además de dedicarse a la medicina como ayudante de su amigo el cirujano Lesio Zeno. Compartió los planteamientos literarios del "Grupo de Boedo", al que también pertenecieron Roberto Mariani, Raúl González Tuñón y Leónidas Barletta y José Portogalo, todos ellos enfrentados al grupo de Florida (Ricardo Güiraldes, Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo), más preocupado por las innovaciones formales de las vanguardias que por el compromiso político. Influido por autores como Gorki, Dostoievsky, Zola o Henri Barbusse, Castelnuovo denunció en sus cuentos las injusticias contra la clase trabajadora, convencido de que el arte debía cumplir una función social. Entre sus obras destacan: Tinieblas (1924), Malditos (1925), Entre los muertos (1926), Carne de cañón (1930) y Calvario (1949).

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