DEL TEATRO DE LA GUERRA A LA GUERRA COMO TEATRO: ALGUNOS ASPECTOS POSMODERNOS DE LA GUERRA

DEL TEATRO DE LA GUERRA A LA GUERRA COMO TEATRO: ALGUNOS ASPECTOS POSMODERNOS DE LA GUERRA

Richard H. Brown presenta en su obra Del teatro de la guerra a la guerra como teatro: algunos aspectos posmodernos de la guerra, una reflexión sobre cómo la creciente expansión de los medios de comunicación ha transformado la guerra en un espectáculo teatral. Este cambio se caracteriza por tres aspectos principales: la importancia dada a los símbolos en los medios de comunicación, la supremacía del tiempo sobre el espacio y la hiperrealidad mostrada especialmente por la televisión.

El posmodernismo, caracterizado por el desarrollo tecnológico y bélico, llevó a concebir la guerra como un medio de beneficio económico y como una señal de importancia y fuerza geopolítica. Fue en este ámbito donde comenzó el auge del control de los medios de comunicación por parte de las grandes potencias, quienes decidían qué versión de la realidad era mostrada a las masas y así manipulaban la opinión pública. Esto no solo causó que la información presentada fuera previamente seleccionada y filtrada, sino también que las noticias se centraran en imágenes superficiales, dramáticas y espectaculares, que dejaban de lado las causas y consecuencias de los acontecimientos. Así se llega a una “saturación de los medios con imágenes espectaculares y signos y símbolos profundamente evocativos” (Brown, 2002), donde cada una de ellas pierde totalmente su centralidad cuando una nueva aparece.

La proliferación de los medios de comunicación en todo el mundo eliminó el límite espacial entre el campo de batalla y los hogares domésticos; la inmediatez de la información permitió que los soldados pudieran comunicarse con sus familias y así estos supieron a tiempo real lo que estaba ocurriendo en la guerra. El espacio, al ser menos limitante, puede ser utilizado con más facilidad como teatro, como sucedió en la Guerra Del Golfo, donde la televisión en vivo permitió que tanto soldados como reporteros fueran parte de la teatralización de la guerra. A medida que el espacio va perdiendo importancia, el tiempo comienza a ser el principal limite en la difusión de la información: una noticia que se demora más de 24 horas en llegar a otro lugar se considera totalmente obsoleta y se pierde en el mar de información presentado cada minuto. Ser el primero en tener acceso a información, tanto de los medios de comunicación como de la información secreta, le da una gran ventaja militar a los estados, que facilita la planificación de las estrategias bélicas.

El progreso tecnológico en la época posmoderna convirtió las simulaciones a nivel militar en parte central de los entrenamientos. Las simulaciones podían proporcionar una realidad más clara y podían multiplicar el número de prácticas, ya que el espacio-tiempo no era una limitación. Paralelamente, las

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