El Juego Que Todos Jugamos"

Está obra nos muestra la realidad que vivimos, cada quien interpretándola y viviéndola a su manera. Nos muestra cómo se es reflejado nuestro comportamiento dependiendo del entorno en que nos encontremos y de los factores que nos rodean, mostrando nuestras diferentes fases, felices, temerosos, miedosos y hasta cierto punto débiles.

Un tema muy importante, porque todo esto nos lleva a que la mayoría de nosotros como lo dice en la obra somos “hombres pequeños” porque somos incapaces de gobernar, ya que ni siquiera nos reconocemos a nosotros mismo y no queremos abrir los ojos para combatir nuestra ignorancia, nos sentimos felices y orgullosos de lo que poseemos, pero no de lo que somos en sí. Lo que la mayoría de nosotros pudiéramos ver es que todas las personas son malas, codiciosas, envidiosas, no podemos ver más allá, no nos damos cuenta de que aún existen personas honestas que quieren un mundo mejor, aunque suene muy utópico.

“El hombre pequeño” tiene miedo a saber en que es malo, está encerrado en su mundo, en cambio el “grande” sabe cuáles son sus debilidades, defectos y los enfrenta, los usa a su favor, se puede decir con esto de que nuestros gobernantes utilizan sus defectos para que de alguna manera se hagan virtudes, saben cómo manipular al pueblo y nosotros temerosos de creer que no valemos nada, no nos oponemos, creemos que no somos nada ante alguien más poderoso, pero la realidad es que si cambiáramos la forma de pensar, existirían muchos cambios, se rompería esa cadena de mandar y automáticamente obedecer.

Queremos un mundo mejor, pero el problema es que no nos damos cuenta que formamos parte de él, tenemos que empezar por cambiar nosotros, poner nuestro granito de arena, porque lo que siempre queremos es que alguien ponga el ejemplo, sin darnos cuenta que para que eso suceda debemos empezar a hacerlo nosotros, ya que es inútil esperar a que alguien más lo haga por los temores que a cada uno de nosotros nos rodean.

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