El Mito De Don Juan

La literatura española es conocida mundialmente, entre otros, por sus mitos de Don Quijote de la Mancha y Don Juan Tenorio. Aquí hablaremos del segundo.

Don Juan, como estereotipo, describe a un hombre mujeriego, que rompe corazones. Es tan grande la generalización de este mito que, coloquialmente, se llama “donjuán” (como adjetivo) a un hombre con las características dichas anteriormente. Actualmente, esas características se podría decir que están modificadas, porque ahora ya no se rompen corazones, ahora se hace lo que se llama “ir de flor en flor”, independientemente de que la chica acabe enamorada, o no.

Aunque no es exacto, se atribuye como autor del mito a Tirso de Molina en el S.XVII. A partir de entonces este mito ha sido adoptado a todos los géneros literarios: novela, teatro, ensayo, lírica… Cada autor le ha ido añadiendo características según la época y la cultura a la que pertenecieran. Autores como Molière, Lorenzo da Ponte (autor del libreto de Don Giovanni de Mozart), Azorín, Marañón, Lord Byron, Espronceda, Pushkin, y Zorrilla, entre otros, han introducido el mito en sus obras. Comenzaremos hablando de su “autor”.

Tirso de Molina

Tirso de Molina pertenece al Barroco, por lo que la obra refleja el pesimismo y el escepticismo de esta época. Su donjuán aparece en la obra “El burlador de Sevilla y convidado de piedra”. Don Juan Tenorio es un auténtico burlador y conquistador de damas. En todas sus aventuras prepara la huída y no piensa en las consecuencias de sus actos. Se caracteriza por ser cínico, audaz y arrogante. Aquí un fragmento donde se aprecian dichas características:

ISABELA: Duque Octavio, por aquí. Podrá salir más seguro.

DON JUAN: Duquesa, de nuevo os juro de cumplir el dulce sí.

ISABELA: Mis glorias serán verdades,

Promesas y ofrecimientos

Regalos y cumplimientos

Voluntades y amistades

DON JUAN: Sí, mi bien.

ISABELA: Quiero sacar una luz

DON JUAN: Pues, ¿para qué?

ISABELA: Para que el alma dé fé del bien que llego a gozar.

DON JUAN: Matárete la luz yo.

ISABELA: ¡Ah Cielo!, ¿quién eres, hombre?

DON JUAN: ¿Quién soy? Un hombre sin nombre.

ISABELA: ¿Qué no eres el duque?

DON JUAN: No.

ISABELA: ¡Ah de palacio!

DON JUAN: Detente. Dame, duquesa, la mano.

ISABELA: No me detengas, villano. ¡Ah del Rey!, ¡Soldados, gente! REY: ¿Qué es esto? ¿Quién eres? DON JUAN: ¿Quién ha de ser? Un hombre y una mujer.

REY: ¡Ah de mi guarda! ¡Prended a este hombre!

Jean-Baptiste Poquelin o MOLIERE

Es un autor francés del mismo siglo que Tirso. Su obra basada en el mito de Don Juan se llama “Don Juan o el festín de piedra” (1665), también obra de teatro. Este donjuán burla y seduce a las mujeres y no se preocupa por el posible castigo divino, en relación con el Don Juan de Tirso de Molina presenta una serie de diferencias: Este se detiene en el presente, prepara la conquista, se recrea en ella y no piensa en la huída. Se caracteriza por su cinismo y racionalismo: es capaz de analizar sus emociones y sentimientos. Su protagonista personifica la lucha despiadada entre el clasicismo y el barroco.

Espronceda

Introduce este mito en su poema: “El estudiante de Salamanca” (1804) de 1.704 versos. De argumento sencillo, su protagonista, Don Félix de Montemar, es arrogante y cínico, mujeriego, irreligioso, arrogante, prepotente e incrédulo. Don Félix, ni seduce ni mata en escena. Espronceda lo llama “Segundo don Juan Tenorio”, aquí un fragmento de su obra para entenderlo algo mejor:

Segundo don Juan Tenorio,

alma fiera e insolente,

irreligioso

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