El amor en tiempo Isabelinos: Una Julieta, un Edipo, y un Hamlet modernos

Cardenas Urteaga, Aracelly

El amor en tiempo Isabelinos: Una Julieta, un Edipo, y un Hamlet  modernos.

En la actualidad, se ha visto un nivel alto de comunicación, establecido por diversas sociedades que contienen diversas culturas y costumbres, teniendo estilos de vida totalmente alejados. Y es que esto ha ocasionado la unión de diversas parejas, por lo que pondremos a esto como un punto fijo, para tratar diversos temas, basándonos en los dilemas ocasionados. Resaltando lo más sublime “el amor”, por lo que tomaremos como referencia el amor que surgió entre Romeo y Julieta, dónde Shakespeare, su autor, tipifico al amor de dos maneras; siendo la felicidad entera o la misma infelicidad, en la época Isabelina. A continuación se dictarán los argumentos del tema explicado.

Cómo sabemos en esta época se encontraba una fuerte característica en la creación de obras, ya que estas contenían historia paralelas y la multiplicidad de las tramas; tal es el caso en la obra “La casa de Bernarda Alma” que si bien es cierto no se desarrolla en esta época, esta contenía diversas historias, donde las hijas de Bernarda llevan distintas historias, con el fin de buscar “al amor de su vida”. Nuevamente vemos aquí el papel que lleva el amor para la recreación de diversas situaciones.  

Es importante recalcar que a inicios de esta época, este teatro, que es denominado como teatro popular, inicia con diversas improvisaciones, poniendo esto en un análisis basado en Aristóteles y la importancia que le da Stanislavsky a este sublime teatro.

Aristóteles considera que el origen del arte está en la habilidad de imitar, por ello en su libro “La Poética” nos dice que la poesía se crea a partir de sus improvisaciones.

Cuando hablamos de improvisaciones, nos será esencial mencionar a Stanislavsky, dónde nos relata que el actor debe de prepararse para una escena. El actor debe de recabar sus propias experiencias emocionales y reemplazarlas, de esta manera este tendrá una conexión más profunda con su público. Stanislavshy nos dice que él, debe estar preparado para la improvisación, y si este no convence, no lo cree.

Se debe de mantener alejado de las irrealidades, la acción debe de tener un fundamento, para así este pueda retener la atención del público.

Layton nos plasma un ejemplo de improvisación mediante un dedicado ensayo, por lo que vamos a suponer que has trabajado mucho, durante meses, en las etapas anteriores, comprometiéndote en tus improvisaciones. Arreglo tras arreglo, ejercicio tras ejercicio, haz conseguido empezar a conocer y a manejar tu propio mundo y el del personaje. Has entendido “orgánicamente”  tu propio YO, las razones que mueven y alimentan su comportamiento. Sabes en que circunstancias te podrías comportar como él. Le conoces y, por lo tanto, te sientes identificado con él. ¿Me dejarías decir que te has enamorado de él? Si es así, no tenemos derecho a demorar ni un minuto más el encuentro de dos enamorados: ha llegado el momento de incorporarlo (1999: 145-146).

Donde es importante tener ese conocimiento del YO ACTOR y el YO PERSONAJE, conociendo el antes y el después de su personaje.

Como se mencionó anteriormente, estas obras contenían historias paralelas y era muy común presenciar temas ligados a conflictos sociales, y dejando de lado lo griego con el rompimiento de la unidad del tiempo y espacio, siendo el caso de Hamlet.

Por lo que también es importante analizar al personaje dentro de su época, tal es el caso de Romeo y Julieta, centrándonos en el dilema que tuvo Julieta cuando quiso defender su amor, empero sus circunstancias no eran favorables. Hicieron que esta mujer se vea confrontada por el amor de Romeo, o el amor que le tiene a su padre: ya que en esta época la mujer era vista como una moneda de cambio, donde era entregada al matrimonio solo por tener un buen status social.  

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