El amor es un castigo

El amor es un castigo

El objetivo de esta reseña es impulsar a los receptores, al mundo de la lectora, implantando ese interés por libros literarios, en el que se resalte la historia junto con un poco de fantasía y poder ver que con este tipo de libros se puede revelar una gran enseñanza o reflexión, demostrar que el amor puede ser la pasión más linda, pero a la vez aquella que nos lleva al extremo de la locura o la muerte. Resaltar las historias que se muestran en el libro para que los lectores se interesen por el mismo.

El libro del cual se hablara en el trascurso de esta reseña es Amores Malditos de Susana Castellanos de Zubiría, obra que resalta el amor como algo más que un simple sentimiento, ese extraño algo, que pude transbordar los límites del delirio y las normas por un deseo incontrolable, de esta manera mostrando múltiples factores mortales y místicos, por medio de cada historia, en donde el amor es su propio vivir. Por lo tanto se realizara un análisis suspensivo de la obra para revelar su magia y contagio que esta lleva, para completar la lectura. Asimismo prevalece el honor, de las víctimas de cada historia, de llevar el amor pasional ante cualquier adversidad o castigo. Transportando a que multiples preguntas retumben la mente de cada lector interesado, interrogantes como: ¿En realidad los humanos razonan al momento de enamorarse? ¿Una persona daría todo por ese amor prohibido?

Ahora bien, la obra Amores malditos, es un emocionante recorrido por amores intensos a lo largo de la historia y en la literatura, desde los remotos tiempos mitológicos hasta la era moderna siendo un contraste de épocas. Da una ruta por la tormenta entre Marco Antonio y Cleopatra, pasando por el mortal romanticismo de Romeo y Julieta, incluso al trágico amor del sacerdote Uladislao Gutiérrez y Camila O’ Gorman, trayectoria que cruza entre muchas más pasiones y romances turbulentos que exaltan a sus lectores, además exponiendo que no todos los amores tienen un final feliz, puesto que se muestran historias de aquellos que por desmedidos sentimientos terminaron haciendo un infierno de sus vidas o simplemente sacrificando su existencia, rompiendo así los limites en retablos de una pasión desenfrenada, por ello se titulan malditos.

Una combinación de historias con una buena dosis de literatura, que revela los más recónditos deseos de los hombres y las mujeres, los cuales han hecho que desafíen las normas lanzándose al abismo, asimismo mostrando narraciones marcadas por una relación tormentosa, transgresora, políticamente conveniente o mentalmente perturbadora, entregando en bandeja de oro, cómo aquello que hace hervir la sangre por amor, se convierte en una desconsolada condena.

En relación con lo atrayente del libro, es posible evidenciar en múltiples ocasiones la forma en que el autor cuestiona un sentimiento tan profundo como el amor, convirtiéndolo así, en una realidad de ambición desmesurada de los humanos y dioses, que se ha ido presentando en cualquier época “Amores inconfesables, prohibidos, secretos, trágicos han marcado la historia de hombres y dioses. Impulsan, a unos y a otros, a seguir ciegamente sus deseos, hasta llegar a la desmesura y a desafiar las inescrutables leyes del destino que tejen las moiras; así ocasionan la desgracia, el castigo implacable: la locura o la muerte…”^[1], se puede comprobar como el autor nos centra en una realidad que no se atiende, en como por décadas los mortales e inmortales han puesto en cuestión su sentido de juicio por un deseo, siendo aquella su única razón de vivir, ante cualquier superior, llevando a cada amante a un abismo sin salida, como un castigo eterno. Además, se exponen en cada historia la irracionalidad humana, donde el espíritu humano se debate entre la razón (mente) y el deseo (corazón), delirio que se presenta por su propio impulso y otros intencionados por castigos divinos “…Ella deseaba a Uladislao y lo amaba a pesar de las evidentes dificultades que existían para consumar su amor. Así, ella se dispuso a desafiar los designios de Dios o de la sociedad que hacían de su amado un objetivo prohibido…”^[2]. La autora en cada historia como la anterior, la cual es Uladislao Gutiérrez y Camila O’ Gorman, se muestra como cada víctima del amor desborda los límites a una demencia incontrolable por tener a su amado junto a él/ella sin importar cualquier condición, ese es un amor extremo e insensato porque su único objetivo es cumplir su deseo, olvidando así cualquier norma. “…se dice que la joven Mirra, hija del rey Chipre, Cíniras, no adoraba a la diosa Afrodita ni respetaba sus ofrendas. Por este motivo la diosa se indignó y castigo a la muchacha, inspirándole una desenfrenada pasión lujuriosa por su propio padre…” ahora se puede observar el contraste de pasiones, pues no todas son por amor intencional, sino que maldiciones sin escapatoria, que lleva al afectuoso a cruzar esa prohibición sin razón alguna.

Asimismo el lenguaje de la obra es precisa para narrarnos cada cuento, dando la posibilidad de interiorizar los relatos, como si fuera un recuerdo de cada lector, ya que retrocede a la historia para exhibirnos la tragedia real de cada una, incluso las épocas, van de manera organizada y sincrónica en el tiempo, ayudando a que el libro sea más fluido, en términos de lectura, ocasionando conexión entre el lector y las historias, causando al leyente ese impulso de seguir leyendo y querer saber cómo es la perspectiva del amor en cada período, aspectos tan distintos, como en los tiempos medievales, cuando era pecado el adulterio, el incesto, la fornicación y la mujer tenía que regirse a una sociedad escéptica “…La mujer es la puerta del diablo…”^[3] esto era común, ya que para la iglesia, que era la que dominaba, en la edad media, la mujer era la culpable de que el hombre recayera en el pecado, puesto que está seducía a un hombre con su belleza carnal, hecho que les causaba miedo a los hombres, por ello el amor era un sentimiento evitado por muchos. “¿Qué es amor? Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna que sea para mi tan sospechosa como el amor, pues este penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor. Por eso cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde por el amor en la más honda de las ruinas [...] Porque si el alma indefensa se entrega al fuego del amor, a pesar de no ser este carnal, también acaba cayendo o agitándose en el desorden. Oh, el amor tiene efectos muy diversos: primero, ablanda el alma y luego, la enferma…”^[4] las palabras del monje Ubertino, son el claro ejemplo del pensamiento de la época, pensar cómo el amor puede ser causa del miedo de la sociedad, por relacionarlo con el pecado, pues según los religiosos esta arrastraba al hombre a sensibilizarse para luego recaer en el pecado carnal o sentimental, el amor era considerado como maldición, estando conexo con el pecado al acto sexual, pues este era solo para reproducción y no para generar pasión, esta última, es una emoción que forja el amor.

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