El pequeño viajero

El pequeño viajero

Esta es la historia de un joven llamado Timmy que soñaba conocer el mundo desde que muy temprana edad. La historia está basada en la época de los 40.

La pasión de Timmy por conocer el mundo desde temprana edad nació desde que su abuelo y su padre le contaban historias maravillosas que pasaban en otros países y le mostraban fotografías de los lugares que visitaban, Timmy siempre que tenía la oportunidad de escuchar una de las increíbles historias ya sea de su padre o su abuelo las escuchaba con tanta alegría y cuando le proyectaban las fotografías él se imaginaba en el lugar jugando y riendo. Desde ese momento Timmy supo lo importante y magnifico que puede llegar a ser una fotografía, que ésta puede almacenar recuerdos no importa lo que sea, un objeto, una acción, una persona, un lugar e incluso un sentimiento.

Timmy estaba por cumplir 13 años y  lo único que él quería de regalo de cumpleaños era ir de viaje a uno de los lugares que su papá le había mostrado en las fotografías, pero su padre en esos momentos no podía cumplirle su sueño al pequeño viajero y en su lugar lo que hizo el padre fue regalarle su vieja cámara para que Timmy empezara a guardar esos recuerdos de su  infancia en ella. Timmy un poco molesto por no poder cumplir su sueño de viajar por primera vez no acepto con tanta alegría su regalo. Su padre un poco triste por la reacción de su hijo habló con el explicándole la situación por la que estaban pasando en la familia, Timmy entendió y salió corriendo al jardín a tomar sus primeras fotografías con su cámara nueva. Las fotos no eran tan buenas pero fueron sus primeras fotografías y eso a él no le importaba.

Pasaron unos 3 meses, la navidad estaba por llegar y Timmy esperanzado de que su padre lo llevara de viaje por las fechas de vacaciones se incrementaban más y más cada día que pasaba. Desafortunadamente el papá aun no podía pagar el viaje, lo cual puso al joven viajero muy triste. Timmy desesperado por querer emprender su primer viaje fuera de la ciudad comenzó a vender todas sus pertenencias, juguetes, postales, cartas de béisbol, su colección de timbres, su colección de monedas que tanto le había costado conseguir. A él no le importaba deshacerse de todas esas cosas que tanto le importaban porque para él era mucho más importante conocer el mundo y sus increíbles paisajes.

Su padre al ver lo que él estaba haciendo se sintió muy mal y el fin de semana le dijo a Timmy que empacara sus cosas que irían a visitar a su tía abuela que vivía en otro estado. Timmy al escuchar estas palabras empaco su ropa y su cámara con varios rollos para tomar fotografías de todo lo que pudiera en su primer viaje que realizaría. A él no le importaba si tenía que ir a visitar a sus parientes que nunca había conocido lo único que él era salir a la carretera por primera vez y ver los inmensos paisajes en ella. Su padre al ver la emoción que Timmy tenía se sintió muy feliz que no le importaba que a cada rato que el pequeño viajero le dijera que se parara para que él pudiera tomar una fotografía del paisaje.

Pasaron alrededor de unas 5 horas de puro viaje en carretera hasta que por fin llegaron a su destino. Timmy se sentía tan feliz de por fin de estar en otro lugar que no era su casa.

La tía abuela tenía una casa enorme en medio de un rancho con muchas cosas nuevas para Timmy muchos animales y objetos que él no conocía. En casa de su tía abuela Timmy le tomaba fotos a absolutamente todo lo que se cruzara por enfrente, la casa de su tía, su tía, la puerta, la manija de la puerta, las escaleras, los perros, etc. Tomó tantas fotografías que se le terminaron los rollos así que tuvieron que ir al pueblo a comprar más rollos.

Pasaron todo el fin de semana en la casa de la tía y el primer viaje de Timmy había llegado a su fin. Él se sentía un poco triste pero a la vez muy feliz porque por primera vez había viajado fuera de su ciudad. Su padre al ver el entusiasmo y pasión que mostro su hijo por el viaje decidió cada fin de semana salir de viaje a un lugar diferente a Timmy le fascinó la idea tanto que toda la semana esperaba a que fuera viernes para ver a qué lugar lo llevaría esa vez.

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