Eneida

La Eneida de Virgilio, un viaje entre Troya y Roma Vicente. Cristóbal.V. Universidad Complutense de Madrid. Revista de Filología Románica. 2006

La Eneida se nos presenta como una epopeya sobre el viaje de un héroe, pero no es tan simple. Cristóbal presenta la Eneida como una evolución histórica de muchos siglos, y no sólo las concisas aventuras de un héroe que son sólo una parte de un viaje a lo largo del tiempo de mayor duración y envergadura. Así que este segundo viaje es el verdadero argumento de la Eneida.

En primer lugar el autor nos define la Eneida como el viaje de un héroe peculiar que parte de una herencia homérica, por lo que como la Odisea presenta una gran cantidad de simbolismos inherentes al viaje como lo es la existencia, de esta manera sigue la tradición clásica que desde los poemas homéricos plantea una contemplación de la humanidad presentada como guerra y un camino de regreso. Otras similitudes evidentes entre la obra homérica y la Eneida, son la evidencia de que tanto la Odisea como la Eneida son secuelas de La Ilíada ya que ambos siguen la fórmula narrativa sin abandonar el tema guerrero y configuran un conflicto agresivo en su segunda parte, Ítaca y la batalla contra los pretendientes y el Lacio y la guerra troyano-latina respectivamente, cada una focalizada en su bando. También paradójicamente, igual que la Odisea el viaje del héroe es un viaje de regreso, un viaje hacia la patria originaria de su linaje luego de haberse enfrentado a la incertidumbre a través del mar y la juego de los dioses, viendo a Eneas como un héroe del camino como lo era Ulises. Así el poeta utiliza adecuadamente la tradición legendaria para ensortijar más la forma de su argumento: Roma deriva de Troya, pero Troya derivaba de Italia. Además usa este viaje como esquema narrativo de manera que permite la variación, el encuentro con personajes que se añaden al argumento y lo enriquecen, y el enfrentamiento con nuevos conflictos, dándole el toque de lo inesperado.

Por otro lado la Eneida presenta también, parte el reflejo del contexto de Virgilio, por lo que encontramos que Eneas con su padre al hombro, dispuesto a seguir la ruta hacia las montañas luego de que Troya fuera aniquilada, no es más que versos llenos de simbolismos, montaña y amanecer, donde se entrevé la magnitud y el esfuerzo de la empresa que se impone peligrosa para Eneas que lleva una pesada carga, pero además donde se ve la esperanza con la luz del día, guiado por la estrella de su madre . Así comienza el viaje del héroe, según Virgilio, un paralelo entre lo humano y lo divino, dando cuenta de su condición doble, propia del héroe con los dos elementos que le componen: el que le pesa y el que lo alivia. Emprende su camino en una imagen gloriosísima que desde hace ya tiempo ha sido representada en pinturas y que, de la misma manera que la madre dolorosa con el Hijo muerto entre los brazos es para los cristianos símbolo y antonomasia de la piedad, así también lo era para los romanos del paganismo la imagen del hijo cargado

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