Ensayo: Adolescentes Y El Alcohol.

Los adolescentes nos creemos muy inteligentes y capaces, para todo según nosotros, lástima que la realidad es otra, hay cosas para las que aún no estamos preparados, como para el alcohol por ejemplo, tenemos la mentalidad de que somos lo suficientemente maduros como para ponernos a tomar y embriagarnos, pero no es así, nos dejamos llevar y perdemos el control.

El alcohol es un tema muy serio, incluso hasta los adultos pierden el control con él, qué decir de nosotros los adolescentes. Empezamos diciendo que es solo un juego, que unos cuantos tragos y ya, pero no, del juego se va a la realidad y de la realidad pueden suceder muchas cosas. Por ejemplo tomar de más algo de lo que se le desconoce, no saber que producto se está tomando, probablemente es muy fuerte para tomarse puro y de una; todo rápido, y de una recibes el golpe del alcohol el cual te puede hasta matar.

No sabemos medir límites, por más que en un principio nosotros mismos lo hayamos planteado así, nos vamos por nuestra lógica de “no pasa nada” cuando en realidad si pasa, y mucho.

La mayoría de los accidentes automovilísticos ocurren porque el conductor iba ebrio, y en su mayoría el conductor era un adolescente. Y al igual que un accidente en carro, pueden ocurrir otros tales como la reacción al consumidor; al ser inexperto se desconoce qué efecto puede causarle, en qué estado lo va a poner. Supongamos, un adolescente toma alcohol por primera vez, se descontrola y queda totalmente ebrio, de no saber para nada lo que hace, puede cometer muchos errores en ese estado, puede ser víctima de muchos abusos, ya sea sexualmente, que alguien lo agreda contra su salud e integridad física, que le roben sus cosas. También puede que tenga una reacción violenta, que se ponga totalmente agresivo, que no lo puedan controlar. Si hay un poco de suerte puede que sea una reacción más pasiva, que sea relajado y se la lleve risa y risa, muy feliz y contento con todo mundo. Pero eso no se sabe, ya hasta que llega el momento.

Y por desgracia por más advertido que este sobre el alcohol y sus consecuencias, a la hora de la hora, las olvida por completo y se deja llevar por ese líquido, que a veces actúa como si fuera veneno.

También hay varios factores que intervienen en esa decisión o en ese impulso para que el adolescente tome. Uno de ellos es el entorno social o familia. Hay veces en que en casa está acostumbrado a ver a su padre, abuelo o tíos tomar, y se van desde chiquitos criándose con la mentalidad de que está bien hacer eso, que como ellos lo hacen, él también puede hacerlo. Otras puede ser bajo la influencia de malas amistades, sus amigos le dicen que lo hago, insisten y hasta caen en insulto y burlarse de él si se llega negar y bajo a esa presión, por el miedo de que le den de hablar o que no sea aceptado lo hacen, consumen alcohol, y ahí es donde probablemente ellos están entrando en un vicio sin que se den cuenta.

Hay ocasiones en que simplemente toman por pura curiosidad, pero como dicen por ahí “La curiosidad mató al gato”, y es cuando se dan cuenta de que les gusta tomar y se les hace fácil seguir haciéndolo cada vez que pueden. Inician jugando, diciendo que solo poquito, pero ese “poquito” a veces no conoce límites, y cuando menos piensan ya están dentro de una adicción a una temprana edad.

Claro, también entra la cuestión de que si no “experimentan” lo que es alcohol desde jóvenes, cuando sean adultos les puede pasar lo mismo dado que no tienen experiencia, sí, pero lo que no piensan es que el asunto ya cambia porque se supone que están grandes y piensas y razonan mejor las cosas, ya están más conscientes de lo que están haciendo, no se dejan llevar por impulsos, todo es de una nueva perspectiva, una mejor, una más clara de lo que puede llegar a suceder.

Por lo tanto, en esta sociedad tan activa, en la cual los jóvenes son más prontos

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