Entrevista Al Docente
Chevelle6916 de Junio de 2014
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Objetivo: Demostrar la consecuencias de una mala relación cliente-prestador de servicios.
Introducción
Un cliente, primero aclararemos el concepto cliente aplicado al ramo automotriz, específicamente en un taller.
Un cliente es una persona que accede a un producto o un servicio por medio de un pago. En nuestro ramo tenemos dos tipos de clientes: los potenciales y los reales.
Los clientes potenciales son todos aquellos que poseen un vehículo automotor u operan alguno, específicamente un automóvil y que circulan o se ubican cerca de nuestra área de trabajo o taller.
Un cliente potencial es aquel que se acerca al taller a pedir únicamente presupuesto o hacer alguna consulta, nosotros debemos atraerlo para que nos deje algún ingreso económico y transformarlo en un cliente real.
Nuestros clientes reales son aquellos que acuden a nosotros o a nuestro taller en busca de la solución a algún problema en su vehículo o simple mantenimiento de su auto.
Ahora veremos el concepto prestador de servicio. Un prestador de servicio es aquella persona que alquila su mano de obra y su conocimiento o que percibe algún pago por estas mismas.
Tiene algunas similitudes con un vendedor ya que ofrece un producto. Su producto es la antes mencionada mano de obra. Debe ser un solucionador de problemas, ya sea cualquier que se le presente, debe de estar altamente capacitado para lograr este fin y cumplir con estas características.
Como prestadores de servicio debemos estar instalados en un local o en un espacio óptimo para el desarrollo de nuestro servicio (casa, terreno, bodega, etc).
Desarrollo
Teniendo aclarados los términos cliente y prestador de servicios procederé a mencionar algunos factores que producen la fractura de la relación cliente – prestador de servicios.
Por muy simple que parezca los valores morales son los que influyen directamente sobre esta relación, esto es debido a que si una de las dos partes que interactúan en este proceso carece de ellos, complica el desenvolvimiento de la otra persona y comienzan a ocurrir fallas.
En un cliente podemos encontrar el trato déspota, la curiosidad excesiva, comentarios de mal gusto, exigencia, bajo presupuesto, paranoia, falta de honestidad y muchas más características negativas; también puede ser todo lo contrario, pero en este caso estamos hablando de las negativas.
Nosotros como prestadores de servicios también tenemos algunas o muchas de estas características, la diferencia es que nosotros estamos buscando la recompensa monetaria por parte del cliente, así que estamos en desventaja; así que debemos conocer nuestras debilidades para ofrecer un servicio óptimo.
Las consecuencias en todo esto se reflejan en el disgusto y la incomodidad por volver a encontrarnos con estas personas, ya sea del lado del cristal del que estemos. Algunos factores negativos son fáciles de evadir pero otros no nos convienen para nada.
A continuación un ejemplo:
Al alquilar nuestros conocimientos previamente y nuestra fuerza de trabajo debemos ser cautelosos ya que muchos clientes potenciales se acercan a solicitar el presupuesto o tratar de sacarnos la información sobre el proceso o remedio en la reparación de su vehículo, todo esto para buscar otro taller o alguna persona que aplique los conocimientos otorgados y cobre más barato. Este es de los factores más comunes que afectan dicha relación y ocurre al principio de la interacción.
Conclusiones
Obviamente somos humanos y debemos aprender a lidiar con todos estos obstáculos en el desarrollo de nuestras actividades.
En el desempeño de nuestras actividades ya no interviene la amistad ni el compadrazgo (salvo algunas excepciones); estamos poniendo mano de obra y esfuerzo porque necesitamos percibir ese ingreso para nuestra manutención o simplemente para adquirir más maquinaria, herramienta,
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