Estado Y Politicas

POLITICAS SOCIALES Y DERECHOS SOCIALES EN LA ARGENTINA: BREVE HISTORIA DE UN RETROCESO. BELNARTINO, LEVIN, REPETTO.

Introducción:

Las políticas sociales constituyeron en las sociedades contemporáneas un instrumento irreemplazable para la producción y conservación del orden, el bienestar y la integración social. Esta actividad del Estado tiene por finalidad la producción de las condiciones que aseguran la existencia de la sociedad como tal. Desde sus orígenes se identifica un determinado grado de cohesión social que se vincula a determinados niveles de igualdad, una calidad de vida conforme a los valores y pautas culturales dominantes y la existencia de organizaciones y redes sociales que den sustento a la práctica de la ciudadanía, a cargo de diferentes instituciones de la sociedad civil: parroquias, comunidades locales, sindicatos, organizaciones de caridad, quienes a partir del siglo XIX y XX fueron absorbidas en la órbita del Estado.

Se puede definir dos orientaciones en la política social:

1º se vincula a garantizar a los ciudadanos sistemas de protección frente a la emergencia de situaciones que pueden suponer un riesgo para el bienestar individual o familiar, enfermedad, incapacidad laboral, vejez, familia numerosa, protegidos por instituciones especificas administradas o reguladas por la autoridad estatal.

2º se orienta hacia condiciones de carencia que pueden afectar a grupos poblacionales de diferente magnitud y se asocian con imposibilidad de satisfacer necesidades básicas de diferente tipo: alimentación, vivienda, salubridad, educación, ocupación, integración social, participación, que suelen sintetizarse bajo referencias de pobreza, indigencia, exclusión.

El peso de cada uno de estos componentes de la agenda social del Estado, las estrategias puestas en marcha para procurarles respuesta y los valores sociales comprometidos, han variado en diferentes periodos históricos, en correspondencia con los modelos de organización estatal: Estado Liberal, Estado de Bienestar, Estado Post-social, siendo posible identificar cambios en las respectivas sociedades y consiguientes cambios en las relaciones entre Estado y Sociedad.

Las formas organizativas y las prioridades asignadas a los diferentes componentes de la agenda social varían entre los diferentes países en cada uno de los periodos identificados.

Los procesos de cambio, de un Estado a otro, se han caracterizado por profundas crisis a nivel de lo económico, lo social, lo político y lo institucional, que desemboca en conflictos de difícil resolución, inseguridad, incertidumbre, enfrentamiento de visiones contrapuestas del orden social. En este marco se inscribe la compleja construcción de la ciudadanía social, definida como un vínculo de integración social que se construye a partir del acceso a los derechos sociales siempre cambiantes en una comunidad, donde en su interior presenta tres elementos de consideración:

a- La referencia al vínculo de integración social induce a la reflexión acerca de la noción de ciudadanía como marco de contención social y de desarrollo de las potencialidades humanas.

b- La posibilidad de acceso a los derechos sociales permite distinguir el reconocimiento del derecho, como relación social del ejercicio efectivo de ese derecho en los ámbitos necesarios para experimentarlos.

c- La ciudadanía constituye una categoría histórica que evoluciona en el mundo de la vida cotidiana y que con el transcurso del tiempo va asumiendo distintos contenidos.

La movilidad en su agenda temática está vinculada al avance o retroceso experimentado en el campo de los derechos sociales y de la política social.

En Argentina, durante los últimos 25 años se desencadeno un nuevo proceso de crisis y reformulación de las condiciones de la actividad del Estado en el área social. La expansión de la exclusión social, el desempleo estructural, la precarización del trabajo y el empobrecimiento de numerosas capas sociales, han puesto en cuestión la idea de ciudadanía social como sistema de integración. La concepción de ciudadanía surge con la modernidad y se consolida en la segunda posguerra, encontrándose por ende en crisis. El Estado de Bienestar es el sistema que ha contribuido a reconocer la ciudadanía social de sus miembros articulada en torno al trabajo. Desde que esta modalidad estatal ha entrado en crisis y el neoliberalismo ha afianzado sus postulados, la protección social del Estado se ha debilitado.

¿Qué sistema de bienestar predomino en la Argentina?:

Las principales áreas sociales de intervención del Estado de Bienestar fueron educación, salud y atención médica, previsión social, seguros de desempleo, vivienda, servicios sociales.

Las características institucionales desarrolladas históricamente por los diferentes estados han desempeñado un papel muy importante en la formación de sus sistemas de bienestar social.

En las políticas del Estado de Bienestar predomina la ayuda a aquellos individuos que no tienen medios, o el otorgamiento de subsidios modestos para la totalidad de la población de manera de configurar un piso mínimo de satisfacción de las necesidades básicas, estimulando el desarrollo de planes privados de protección para aquellos que pueden solventar su costo.

En los regímenes corporativos se conservan las diferencias resultantes de la inserción laboral de los individuos.

Un grupo reducido de países ha adoptado políticas universales para el reconocimiento de derechos sociales.

Los regímenes adoptados para el desarrollo de las políticas sociales en Argentina presentan un carácter mixto. La educación fue único sistema de política social que mantuvo la orientación universal de tipo social-demócrata que caracterizaron sus orígenes a fines del siglo pasado. La salud pública tuvo también orientación universal en sus orígenes. A partir de los años 60, la falta de recursos y la ineficiente gestión condujo al sistema público de servicios de atención médica a condiciones que lo asimilarían a un tipo de régimen liberal o residual, focalizado en la atención del indigente.

El modelo de ciudadanía estratificado o regulado, fue el que predomino en Argentina durante la vigencia del modelo del Estado Intervencionista. Las pautas de estratificación guiaron el sistema de acceso, alcance de la cobertura y calidad de los beneficios. El sujeto de los derechos sociales fue el trabajador formal. Se definió así, un perfil de ciudadanía social que logro articular el vínculo de integración social que funciono como marco de contención social y de legitimación política del modelo vigente, dando lugar a la consumación de los trabajadores como categoría social con derechos específicos, ampliando su base social. Se construyó una estructura asalariada que logro identificar y asociar el trabajo asalariado a una red de protecciones sociales con base jurídica.

El valor fundante del sistema fue la solidaridad entre sectores trabajadores. La orientación particularista que predomino significo el predominio de la solidaridad grupal y su consecuencia, la conformación de un sistema estratificado de beneficios en función de contribuciones diferentes según los esquemas diferenciales de salario. Ni el seguro de desempleo ni las políticas activas de empleo formaron parte del sistema de políticas sociales.

El marco de las transformaciones de la política social:

Sobre el desempeño de las instituciones estatales a cargo de la política social durante la posguerra, no puede vincularse con las dificultades que enfrento el país en esos años para insertarse en un camino de crecimiento económico que respaldara las políticas de bienestar social. Buena parte de las deficiencias se asocian con la ineficiencia de los organismos del estado; y la consiguiente falta de homogeneidad, consistencia y capacidad de implementación de las políticas definidas. Un aparato estatal heterogéneo debió enfrentar la desconfianza de los ciudadanos y la oposición de los mismos intereses que habían tenido influencia sustantiva en la definición de la agenda. La crisis del estado y las reformulaciones de sus formas de organización tanto en el área económica, en la social y político-representativa alcanzo una dimensión planetaria. El nuevo modelo de relaciones Estado/Sociedad está todavía construyéndose.

En Argentina el proceso de cambio fue particularmente conflictivo. Iniciado en la segunda mitad de los 70 bajo una dictadura militar que fue perdiendo tanto legitimidad como capacidad de intervención, reformulado en los 80 con la emergencia de un gobierno democrático que pretendió recuperar y fortalecer principios de orden social formulados en clave socialmente demócrata, fue sacudido por la crisis hiperinflacionaria de los años 89-90, que precipito cambios indeseables algunos años antes bajo un régimen democrático, originando nuevas reglas de juego destinadas a gobernar las relaciones entre Estado y Sociedad.

Las primeras estrategias de transformación entre Estado y Sociedad colocaron un énfasis importante en la reducción de las dimensiones del Estado y una nueva asignación de funciones para sus aparatos; se reformulo la presencia estatal en la producción de bienes y servicios en la esfera económica a partir de la privatización de sus empresas; en el área social se aposto a una mayor eficiencia del sector privado en la gestión de los recursos disponibles. En manos del Estado quedaría la función de regulación y control de las actividades de interés público y social, su gestión y provisión se delegaría a diferentes organizaciones en el seno de la sociedad civil. La competencia en un mercado regulado

...