Expansion Carozzi

EXPANSIÓN. Los pasos de Carozzi:

El dulce sueño americano

La empresa que controla Gonzalo Bofill de Caso acaba de firmar un acuerdo con la estadounidense Frankford Candy & Chocolate Co. para fabricar en Chile chocolates y confites, un trato que implica cuadruplicar su actual producción. Este segmento ha pasado a ser más del 40% del total de las ventas de la compañía, que el 2004 ascendieron a US$ 306 millones.

José Juan Llugany, gerente general de Carozzi, explica que con la nueva alianza pueden quintuplicar su facturación a Norteamérica.

Los dardos apuntan a la confitería. Ésa parece ser la máxima de Empresas Carozzi, compañía que tras años en el mercado de las pastas, últimamente se ha concentrado con fuerza en el negocio de las galletas, los chocolates y los dulces, con las marcas Costa y Ambrosoli.

"La confitería incluye productos menos commoditizables que permiten márgenes más atractivos porque incorporan mayor valor agregado", explica José Juan Llugany, gerente general de la corporación.

¿Y las pastas? Si bien siguen siendo una fuente importante de ingresos, ya no son el core business de Carozzi. En 2004 representaron el 22,4% de las ventas totales de US$306 millones, en tanto que los confites alcanzaron el 40,2% de participación.

Para reforzar su estrategia dulcera, la semana del 9 de mayo Carozzi formalizó un acuerdo con Frankford Candy & Chocolate Co. para fabricarle en Chile toda su producción de chocolates y caramelos para el mercado de EE.UU. y Canadá: "Sus productos se distribuyen a todas las grandes cadenas de supermercados, partiendo por Wal-Mart", explica Llugany, quien junto a Gonzalo Bofill Velarde fueron a EE.UU. a afinar los detalles del acuerdo.

El socio

Frankford Candy es una empresa familiar fundada en Philadelphia en 1947 por el estadounidense Sam Himmelstein. Hasta hoy sus descendientes se mantienen en la alta administración, como sus nietos Stuart Selarnick en la gerencia general y Harry Hoffman en la vicepresidencia de desarrollo de productos.

Es una empresa mediana en la industria de producción de confites, que se ubica entre las cinco principales proveedoras de productos estacionales. Tradicionalmente su especialidad han sido los chocolates, pero durante los últimos años se ha ampliado a otros dulces. Clave en su crecimiento ha sido la obtención de licencias de Mattel y de Nickelodeon, que le han permitido fabricar caramelos con las marcas Barbie, Bob Esponja y Rugrats, entre otras.

En Carozzi destacan que este acuerdo los faculta para ofrecer los productos desarrollados por su par estadounidense en cualquier país del mundo y, además, beneficiarse de la transferencia tecnológica. Tras la firma, el personal del área técnica de la compañía viajó a Philadelphia a aprender sobre la maquinaria que será trasladada hacia la planta de Reñaca.

Si bien Carozzi ya entregaba parte de su producción al mercado norteamericano -incluso durante 5 años ha sido proveedor de Frankford Candy & Chocolate-, la nueva alianza implica cuadruplicar o incluso quintuplicar su facturación a dicho mercado y, además, tener la tranquilidad de trabajar con contratos a largo plazo. "Cuando se es proveedor de estas grandes corporaciones, cada año se juega el contrato por la temporada siguiente", explica Llugany.

Sumando carbohidratos

Aparte de la confitería, Carozzi tiene otra gran apuesta: el debut en el negocio local del arroz, que se concretará el segundo semestre y apuntará al nicho premium. La compañía invertirá cerca de US$3 millones en la instalación de la maquinaria, además de otra suma importante en marketing. La meta es lograr en un plazo de 3 a 5 años una participación del 25% del mercado y una facturación de US$25 millones.

El mercado local del arroz genera ventas anuales por US$140 millones y los principales actores son Tucapel y Molinera San Cristóbal. Llugany explica que la compañía tiene importantes fortalezas para competir en este rubro, ya que su proceso de distribución y comercialización es muy similar al de las pastas.

Además, el socio estratégico de Carozzi desde 1999, la empresa alimentaria sudafricana Tiger Brands, está entre los dos mayores comercializadores de arroz a nivel mundial.

Y esta alianza (Tiger Brands factura anualmente del orden de US$4.200 millones) ha sido clave en el crecimiento de Carozzi. Desde que se asociaron sus ventas pasaron desde US$ 182 millones el 2000 a US$ 306 millones el 2004.

La expansión de Carozzi se ha concretado a través de compras de distintas empresas. El 2000 adquirió Ambrosoli, el 2002 la filial

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