Expresión oral y escrita. Suceso positivo

Expresión oral y escrita.

Suceso positivo.

El día que conocí mi pasión.

Una de las cosas que el ser humano se pregunta es ¿cuál es mi pasión? Pareciera que todos tienen habilidades increíbles y que todos saben muy bien cómo usarlas. En este caso hablaré de algo que no creí que tuviera la posibilidad de ser eso que tanto admiraba en los demás. Siempre he sido una chica muy artística y desde niña me ha encantado dibujar y pintar, de eso estoy bien segura que encontré algo en lo que soy buena, pero no me llenaba tanto de felicidad como lo que descubrí después… Todo comienza cuando empiezo a tener contacto cada vez más con el arte; ingrese a una de las escuelas de arte que por el momento no tienen mucho prestigio como en la cdmx pero si un nivel educativo bueno e ideal para empezar en este mundo.

Todo tan tranquilo, feliz de la vida por seguir con mis estudios artísticos. Hasta que descubro que tendré una clase de música integral. La música me encanta me hace ir a otros mundos tan padres y lo digo porque siempre que me ponía a pintar tenía que tener música para empezar… regresando el asunto de esta clase tan llamativa, yo me encontraba tan entusiasmada por aprender de música ¡quería saber todo! Pero oigan, aquí no empieza esa tremenda felicidad, solo son inicios de lo que se vino después y es que en realidad no podía enfocarme nada más en la música ya que me daban otras materias de otras áreas (otras disciplinas como danza, teatro, artes visuales y música), lamentablemente en ese entonces solo tenía en mi cabeza aplicar examen a artes visuales. Así fue como le hice y quedé en artes visuales. Para no hacerlo muy largo, curse 1ro, después 2do y hasta el tercer semestre viene lo nuevo y bonito que cambio mi vida.

Existe la posibilidad de entrar a taller de música mientras estás cursando en tu vocación en la escuela. Yo no tenía idea de eso, hasta que unos amigos del área de música me empezaron a decir de ese hecho. Seré sincera, siempre que veía lo apurados que andaban mis amigos practicando y practicando para las presentaciones pensaba << ¡Dios! que horrible que estén tan estresados, lo bueno que yo soy de artes plásticas y no tengo que apurarme de eso >>. ¡Error pensar eso! Sin darme cuenta poco a poco iba implantándose en mí como si de un virus se tratara que no sepas que lo tienes en tu cuerpo, pero que se activara en cualquier momento la enfermedad de la música. Convivía por mucho tiempo con los de música, mucho más que con mis compañeros de plásticas, gracias a eso surgió en mí varias preguntas ¿y si me meto a taller de música? ¿Qué instrumento? ¿Y si no soy buena? Y si, ¿si lo soy y es algo de lo que nunca me arrepentiré? Estaba llena de incertidumbres lo que provoco tener la inquietud de ver ¿qué pasaría si yo en lugar de observar a los

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