Fines Del Derecho
magoe30 de Septiembre de 2013
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CRISIS DE LA SALUD PÚBLICA
¿UNA “NUEVA SALUD PÚBLICA” O NUEVAMENTE LA VIEJA RETÓRICA?
En este final de milenio, la humanidad ha experimentado rápidas y profundas transformaciones en todas las esferas de la vida económica, cultural, social y política. Tales cambios han provocado, por un lado, una cierta perplejidad ante su velocidad y amplitud y, por el otro, un gran esfuerzo de reflexión y acción en el sentido de comprender y explicar lo que pasa, a fin de intervenir sobre la realidad. La internacionalización de la producción, distribución y consumo, juntamente con el avance de las tecnologías de la información, tienen como resultado la globalización de la economía y sus consecuencias macroeconómicas: transnacionalización empresarial, des-territorialización de la fuerza de trabajo, desempleo estructural, entre otras. Al mismo tiempo se verifica un aumento de las desigualdades entre los pueblos y los grupos sociales, la eclosión de los movimientos nacionalistas, la exacerbación de los conflictos étnicos, la agresión al medio ambiente, el deterioro del espacio urbano, la intensificación de la violencia y la violación de los derechos humanos.
En el campo de la salud, el debate sobre sus relaciones con el desarrollo económico y social que marcó la década del sesenta se amplia, en los años setenta, hacia un discusión sobre la extensión de cobertura de los servicios. El reconocimiento del derecho a la salud y la responsabilidad de la sociedad para garantizar los cuidados de salud posibilitan la formulación del célebre lema “Salud para todos en el Año 2.000”. Se busca, de ese modo, incorporar los avances técnicos de la medicina y de la salud pública a costos compatibles, en la expectativa de que para ello sería suficiente definir políticas, estrategias, prioridades y modelos de atención, gestión y organización de servicios.
En tanto la estrategia de atención primaria de la salud se difunde a partir de la Conferencia de Alma Ata, los centros hegemónicos de la economía mundial valorizan el mercado en tanto mecanismo privilegiado para la asignación de recursos y cuestionan la responsabilidad estatal en la provisión de bienes y servicios para la atención de las necesidades sociales, inclusive salud. El “nuevo orden mundial” que se instaura en la década de los ochenta, inspirado en el neoliberalismo, provoca una evidente fragilización de los esfuerzos para enfrentar colectivamente los problemas de salud. Particularmente en los países de economía capitalista dependiente, la opción por el “estado mínimo” y el corte en los gastos públicos como respuesta a la llamada “crisis fiscal del estado” comprometen en mucho el ámbito institucional conocido como Salud Pública.
Sobre la base de este marco, se constata una “crisis de la salud pública” percibida de modo diferente por los distintos sujetos actuantes en este campo social. Para la superación de esa crisis se han propuesto diferentes aportes, cada uno de ellos apuntando a la necesidad de nuevos paradigmas en el “campo de la salud pública”. En este esfuerzo podemos incluir desde las iniciativas de la OPS. De revalorizar la “teoría y práctica de la salud pública”, hasta la propuesta de una Nueva Salud Pública, como parte del movimiento de renovación de la estrategia “salud para todos”, y también la iniciativa del Banco Mundial de debatir las “prioridades en la investigación y desarrollo en salud” . En consecuencia, se verifica la necesidad de construcción de un marco teórico conceptual capaz de reconfigurar el campo social de la salud, actualizándolo frente a las evidencias de agotamiento del paradigma científico que sustenta sus prácticas.
Antes de seguir, es necesario hacer aquí una crítica en relación al uso del término “salud pública” como un concepto que se refiere al campo general de la salud en el ámbito colectivo, o sea, a los procesos de salud, enfermedad, sufrimiento y muerte en la sociedad y las respuestas sociales destinadas a manejar tales fenómenos. Como aclararemos más adelante, la designación “salud pública” ha sido utilizada en referencia a uno de los más importantes movimientos ideológicos en el campo de la salud de este siglo, justamente aquél que se encontraba cuestionado en sus bases conceptuales y prácticas.
En este texto buscamos comprender ese marco conceptual en tanto cuerpo doctrinario estructurarte de un determinado campo científico (y su paradigma dominante) es un ámbito de prácticas. Se trata de un estudio exploratorio de la retórica paradigmática del campo de la salud, consubstanciada en las redes productoras y difusoras de sus elementos ideológicos. Para realizarlo pretendemos, analizar sintéticamente los principales elementos del discurso de los movimientos ideológicos que históricamente construirían el campo social de la salud desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actual coyuntura, en la que se procura una renovación de las bases de la salud pública.
Educación, Pobreza y enfermedad de la población: Es lamentable que en nuestro país 3´367,000 niños y niñas que terminan la escuela primaria no comprendan lo que leen. Cuando nuestros adolescentes culminan su secundaria, de ellos no pueden resolver las cuatro operaciones aritméticas básicas, y que muchos continúen sin entender lo que leen. Millones de niños y niñas peruanos estudian y trabajan por necesidad de alimentarse y continuar viviendo, casi nadie considera esa realidad. Cerca de medio millón de niñas en el campo se encuentran excluidas de la escuela y millones de niños llegan con grandes desventajas en salud, nutrición y protección.
A pesar que el factor pobreza es la principal causa de las enfermedades, casi no se toma en cuenta en los planes de salud. Es el principal cáncer de la salud. Pareciera que la pobreza tiende a perpetuarse en sí misma a pesar de los esfuerzos de los diferentes gobiernos, incluso en las civilizaciones más prósperas que tratan de erradicarla.
En Huancavelica por ejemplo, el 95% de los niños de 6 a 11 años están desnutridos presentado déficit en el consumo de calorías y por eso no pueden rendir en los estudios prefiriendo por la necesidad dedicar esta poca energía para el trabajo y no es difícil comprender por qué son presa fácil de enfermedades. Cuando acuden a la posta médica encuentran solo a la enfermera.
Esta realidad se repite en la mayoría de las poblaciones de la sierra lo que se puede verificar visitándolos y conversando con los pobladores y autoridades locales.
Elevada desnutrición infantil y materna: Los censos y estudios especializados en nutrición, coinciden en que el 50% de los niños que son el futuro del Perú, son anémicos y desnutridos.
Elevada mortalidad infantil y materna: La morbimortalidad infantil y la mortalidad materna es muy altas en las zonas rurales. Sobre todo donde hubo violencia política. Persiste una gran falta de información sobre que el aborto no es un método de anticoncepción y que su finalidad es destruir una vida con las consecuencias físicas y psicológicas, sentimientos de culpa, baja autoestima, conflicto de pareja y hasta el suicidio, queda en muchos casos marcado de por vida el sentimiento da haber matado a un ser vivo que pudo ser su hijo, terrible sensación que algunas no lo pueden superar.
Reducida cobertura y aumento de la exclusión: Debido a barreras que impiden o limitan el acceso a los servicios de salud como son: las barreras económicas, las barreras geográficas, las barreras culturales, y la barrera por la inconducta de los prestadores de salud.
Inadecuada formación del profesional de salud: Lo que se inicia por la proliferación incluso mercantilizaba de las facultades de medicina sin tener en cuenta las mayores demandas y el perfil epidemiológico de la nación. La formación se centra en capacitar especialistas en la curación y no en la prevención. Lo que ha distorsionado la formación de nuestros profesionales de salud.
Inconducta de los prestadores de salud: Diversas denuncias ponen en conocimiento que viene ocurriendo cosas peores que el simple maltrato a los pacientes. Uno de estos hechos es el despilfarro del dinero asignado para los pacientes como es el caso de los enfermos de VIH, y otro es el tráfico de medicinas destinada a los enfermos, habiéndose realizado la venta ilícita de los medicamentos donados. Demostrándose que detrás de estos actos de corrupción interviene no sólo la conducta inmoral y delincuencial de algún sujeto, también contribuye el desconocimiento, la permisividad institucional o la falta de elementos de control o normas que no permitan tales actos. Puntualmente se ha señalado por ejemplo que el TARGA (Tratamiento antirretroviral de gran actividad) que es una estrategia que reduce la mortalidad, las hospitalizaciones, la incidencia de infecciones oportunistas, promueve el uso de servicios de salud, entrega de medicamentos, charlas informativas, controles médicos, implica la combinación de tres o más drogas antirretrovirales que permiten la disminución de la carga viral en sangre hasta niveles indetectables, conduciendo a la recuperación inmunológica del paciente y mejora la calidad de vida, es subsidiado por el estado, dicho subsidio no llega directamente al paciente como ocurre con el SIS (Seguro Integral de Salud), dicho subsidio es transferido a ONGs “acreditadas” para que estas sean intermediarias en la prescripción y dispensación de los tratamientos contra el Sida. En el caso de hospitales como el Cayetano Heredia beneficia a unas 625 pacientes, siendo uno de los establecimientos con mayor cantidad de tratamiento antirretroviral.
Limitado acceso a los
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