Historia de un absurdo “El mar cargó un soplo espeso y ardiente. Me pareció que el cielo se abría en toda su extensión para dejar que lloviera fuego”.

HISTORIA DE UN ABSURDO

“El mar cargó un soplo espeso y ardiente. Me pareció que el cielo se abría en toda su extensión para dejar que lloviera fuego”

El extranjero

Albert Camus nació en Mondovi, Argelia en 1913; comenzó sus estudios de filosofía en la universidad de Argel, pero no pudo continuar con estos gracias a una tuberculosis. Ejerció como novelista, dramaturgo, ensayista y periodista, entre sus obras más representativas se encuentran novelas como El Extranjero, La Peste y La Caída; ensayos como El mito de Sísifo, Bodas y El Hombre Rebelde, también escribió obras teatrales como Estado de Sitio, Los Justos y Calígula. En 1957 ganó el premio nobel de literatura. Y tres años después falleció en un accidente de auto.  

El extranjero cuenta la historia de Meursault, un hombre que al recibir un telegrama informándole de la muerte de su madre, decide presentarse a su entierro pero por alguna extraña razón, no llora, sus días transcurren como si no hubiera sucedido nada, va a la playa y se encuentra con su amiga María, van al cine y su día transcurre como si nada hubiera pasado. La semana siguiente todo sigue normal, va al trabajo todos los días, va algunas veces al cine y algunas noches come con unos amigos por el hecho de que así no tiene que cocinar. Un día recibió una propuesta de trabajo, para ir a trabajar a París, pero el rechaza el trabajo diciendo que le era indiferente ganar más dinero, ese mismo día María le propone matrimonio a él, pero el responde de manera indiferente, expresando que le era indiferente si se casaba o no con ella, y ese mismo día recibe la propuesta de un amigo para pasar el domingo en una cabaña en la playa, y como a las otras tres propuestas responde que le es indiferente. Llega el domingo y  al llegar a la cabaña deciden dar un paseo, se encuentras con unos árabes, un amigo de Meursault es herido, cuando ya están regresando, se vuelven a encontrar con los árabes, hacia un calor insoportable y el sol brillaba de una manera bestial, y en un impulso Meursault con un arma que tiene en la mano, le dispara a un árabe, y siente una especie de felicidad, y después de que el árabe está muerto en el suelo, Meursault decide dispararle cuatro veces más. El interrogatorio  comienza, y el juez siempre le hace las mismas preguntas, y todas en torno a lo sucedido el día del entierro de su madre y con el hecho de que el no haya llorado; María lo visita, y los días pasan y lo único que puede hacer es reflexionar y tratar de recordar cosas de cuando estaba fuera de la cárcel; el juicio comienza, y lo juzgan más por no haber llorado ni expresado su tristeza el día de la muerte de su madre que por haber matado a un árabe a sangre fría, por así decirlo, y después de varios días de juicio es sentenciado a muerte; tres veces rechazo la visita de un capellán, hasta que decide recibirlo, en ese momento hablan bastante de  dios y del consuelo que Meursault debería recibir, pero él dice que él no cree en eso y que no necesita el consuelo de nadie, hasta que llegan los guardias, se llevan al capellán y Meursault se permite dormir, suenan las sirenas anunciando su ejecución y por primera vez pensó en su mamá, y en que esperaba que hubieran muchos espectadores para que presenciaran su ejecución.

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