Homo Videns

INTRODUCCIÓN:

A finales del siglo XIX la televisión se consolida como un invento prometedor para transmitir mediante la imagen la información, permitiendo que se desarrolle de manera más dinámica la comunicación de masas. Pero esta transformación no es del todo positiva como se predecía. Porque se comienza a modificar radicalmente y empobrecer el aparato cognoscitivo del homo sapiens.

La televisión es una sustitución que modifica sustancialmente la relación entre entender y ver. Lo que produce una permutación, una metamorfosis que revierte en la naturaleza misma del homo sapiens… un médium que genera un nuevo ánthropos, un nuevo tipo de ser humano. (Sartori, 1998, pág. 36).

La televisión produce un regreso al puro y simple acto de ver, con imágenes anulando conceptos, así nuestra capacidad de abstracción y de entender se atrofia. Pero todo esto conlleva a un retroceso del pensamiento y la creación de conceptos; porque los individuos ya no son activos en el proceso de fomentar conceptos sino que se limitan a ser pasivos.

Otra consecuencia es que sólo se entretiene, se desarrolla el homo ludens, que no se preocupa por adquirir información útil para el desarrollo de su vida y de la cultura, sólo busca el ocio y la distracción, mediante programas que no le aportan ningún conocimiento analítico-científico para su desarrollo profesional o personal. Esto produce que su opinión sobre asuntos políticos no sea sustentada o bien argumentada. Tomando en cuenta que para establecer políticas de estado y para la democracia la opinión pública es fundamental para la toma de decisiones, esto constituye un problema de desarrollo social.

CUERPO:

El Homo sapiens se caracteriza por su capacidad simbólica. El avance de su entendimiento está en su capacidad de abstracción. Mediante el lenguaje, que es la articulación de sonidos y signos “significantes, provistos de significado”. Lo que produce que su medio de comunicación sea mediante un vocabulario cognoscitivo y teórico de palabras abstractas. El lenguaje conceptual le permite hablar de sí mismo, reflexionar, construir sus ideas en lenguaje y con el lenguaje. Con el desarrollo de la escritura, se desarrolla como ser cultural. Tiene la capacidad de administrar la realidad política, social y económica.

A finales del siglo XV leer era un privilegio, con la imprenta de Gutenberg la transmisión escrita de la cultura se convierte en algo potencialmente accesible para todos. Se fundamenta en el pensamiento conceptual, construido en la lógica que permite el conocimiento analítico- científico. Mediados del siglo XIX comienza un ciclo de avances tecnológicos. El telégrafo y el teléfono dieron paso a la era de comunicaciones inmediatas. La radio es el primer difusor de comunicaciones, pero pasa a ser remplazado por la televisión.

Hacia finales del siglo XX, el homo sapiens ha entado en crisis, una crisis de pérdida de conocimiento y de capacidad de saber. Debido a que el acto de tele ver está cambiando la naturaleza del hombre. Primacía de la imagen, visible sobre lo inteligible, ver sin entender.

Mediante el lenguaje perceptivo (concreto) que es infinitivamente más pobre en la riqueza de significado, es decir, la capacidad connotativa. La imagen no da por sí misma casi

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