Inclusión Universitaría

“Un lugar en el que todo el mundo se siente aceptado, apoyado y ayudado por sus compañeros, profesores y otros miembros de la comunidad escolar y donde se da respuesta a sus necesidades educativas” Stainback y Stainback (1990). (^[1])

Cuando hablamos de inclusión, se hace inevitable pensar en aquella capacidad que tienen ciertas personas por empatizar con un individuo, que no posee las mismas características de un grupo determinado y mediante diversas herramientas integrarlo,  a este determinado grupo.

Ahora bien, el concepto de inclusión universitaria, si bien posee las mismas bases de lo mencionado anteriormente, conjuga el proceso de formación académica en una determinada casa de estudios. Este proceso se presenta cuando un determinado sujeto, continúa sus estudios de pregrado en una Universidad, Universidad técnica, Instituto profesional, Instituto de formación técnica, etc. Esto va de la mano, en la totalidad de los casos, en ciertas diferencias que posea un individuo, ya sea en la mayoría de los casos por una diferencia socioeconómica o una diferencia en su condición física.

La primera de ellas, la condición socioeconómica, se vive anualmente por miles de estudiantes que pertenecen a los quintiles 3,4 y 5 del país, los cuales alcanzan un valor aproximado de 2.820.000 familias, por ende, también de estudiantes, ya que todos esos quintiles consideran a por lo menos un estudiante dentro del grupo familiar. (^[2])

Estos estudiantes, deben enfrentar las brechas que presenta el sistema de educación, en lo que respecta a la financiación de sus estudios. Siendo excluidos, en la mayoría de las ocasiones por su casa de estudios, y en consecuencia teniendo que optar por créditos que si bien financian su carrera, pagan por esta, en la mayoría de los casos, el doble de su arancel, una vez terminado sus estudios.

 La falta de programas por parte de las casas de estudios, que promuevan la subvención de estudios, se hace visible en la mayoría de los centros de formación de pregrado a lo largo y ancho del país, y es una problemática que afecta tanto a Universidades que pertenecen al consejo de rectores (CRUCH), tradicionales, estatales y Universidades privadas.

Por otro lado, el otro factor que condiciona que un alumno se encuentre segmentado, descalificado o derechamente discriminado por parte de su casa de estudios, es el hecho de que el individuo presente dificultades o diferencias en su condición física, ya sea que tenga una discapacidad física o que requiera el uso de diversas herramientas que le permitan su normal desarrollo como lo son el uso de silla de ruedas para su movilización, muletas u otra herramienta. Al mismo tiempo, las restricciones más comunes son las personas que son sordomudas, no videntes, trastornos mentales o que tengan dificultades y/o restricciones en su movilidad física.

Las indiferencias de parte de su casa de formación educacional van desde ausencia de estructuras que faciliten su normal transito dentro del establecimiento, llamase ascensores, barandas, acceso para silla de ruedas, escrituras en braille, etc. hasta la nula respuesta de parte de departamentos de bienestar estudiantil por impartir programas que faciliten el óptimo desarrollo de dichos estudiantes que se encuentran insertos dentro del medio que los forma o educa.

La inclusión universitaria, es una tarea que necesita solidas políticas que establezcan los parámetros adecuados para que personas que optan por una mejor educación, no se vean discriminados por la misma casa que imparte dichos estudios en referencia a sus dificultades socioeconómicas, físicas o mentales.

En resumen, la mayor discriminación que sufren dichos estudiantes, no es por sus pares, sino más bien, directamente por el ente completo de dirección universitaria, con esto no nos referimos a personas en particular, sino más bien a las nulas políticas o medidas que debiesen existir por remediar las mencionadas situaciones.

Si bien, la inclusión es una labor que debe ser abordada por la institución en particular, ya que esta debe tomar las medidas en concreto de visualizar la totalidad de sus alumnados y tomar medidas de acuerdo a la cantidad de estudiantes afectados por las brechas mencionadas, las políticas que impartan los pilares de las mencionadas acciones, deben ser legisladas o elaboradas a nivel nacional, esto con la finalidad en primer lugar de generar una obligación por parte de las instituciones o establecimientos educacionales de entregar un servicio para todos iguales, y en segundo lugar por estandarizar la educación estatal y privada a un nivel en el cual, las diferencias socioeconómicas, físicas o mentales no sean rival para los estudiantes que se encuentren en dichas condiciones.

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