LA ENSEÑANZA, EL APRENDIZAJE Y LA COMPETENCIA LECTORA EN LA ESCUELA

LA ENSEÑANZA, EL APRENDIZAJE Y LA COMPETENCIA LECTORA EN LA ESCUELA

“La mejor manera de predecir el futuro es inventarlo” (Alan Kay)

A nosotros los y las maestras nos preocupa en gran medida desarrollar en nuestros alumnos y alumnas los aprendizajes que nos proponemos, por lo regular encontramos dificultades en el proceso de enseñanza que practicamos cotidianamente, es decir, sabemos qué es lo que está pasando pero no sabemos qué hacer para remediar dicha situación.

Tenemos conocimiento y aceptamos que es necesario desarrollar la competencia lectora en nuestros educandos, ya que a través de ésta, nuestra nación podrá obtener la mejora de las condiciones socio-económicas que nos han mantenido en una posición de desventaja en relación a otras sociedades que cuentan con menos recursos naturales.

Seguimos realizando el trabajo docente de manera cotidiana, también nos damos cuenta que los resultados no nos satisfacen y continuamos realizando nuestro trabajo utilizando los mismos sistemas de enseñanza y de aprendizaje, a sabiendas de que obtendremos un resultado similar al que hemos venido obteniendo, reforzando con esto el círculo vicioso, que hemos creado, que nos perjudica y cada vez es más notorio.

Contamos en nuestras escuelas con suficientes textos, que por lo regular están almacenados en cajas de cartón, además de textos en los estantes de la biblioteca de aula y también en la biblioteca escolar, más sin embargo, estos textos casi nunca son utilizados, ni por los alumnos y alumnas ni por los maestros y maestras.

Me parece una paradoja del sistema educativo en relación a esta situación, lo que me permite afirmar que las escuelas si poseen los materiales mínimos e indispensables para desarrollar la competencia lectora en nuestros estudiantes, sólo falta que estos textos sean utilizados de manera adecuada.

Buscamos la respuesta del bajo rendimiento escolar en todos lados y no encontramos ninguna opción aceptable que nos permita resolver nuestro problema profesional, tal vez la solución esté en “nuestras manos”, como docentes que somos, profesionistas de la educación. Si comparamos esta situación con la referida en el texto de “La mariposa azul”, tal vez reflexionemos y nos demos cuenta de que estamos dañando a la mariposa azul.

La práctica de la lectura en la escuela es una actividad que se realiza cotidianamente, ésta, al ser realizada de manera deficiente, es decir, sin tomar en cuenta que es a partir de la literacidad desde donde parten los procesos mentales que le permiten al ser humano identificar, entender, crear, comunicar, calcular, y utilizar los materiales impresos en el proceso de aprendizaje, provoca deficiencias en los aprendizajes esperados los cuales serán las herramientas que utilizarán nuestros alumnos y alumnas en su proyecto de vida.

La literacidad habilita al educando

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