LA ESCRITURA

LA ESCRITURA Y LA REALIDAD

Para pretender dar respuesta a un problema que tiene una trascendencia desde hace ya un buen tiempo, en donde los que estudiamos Español y Literatura tenemos que graduarnos no solo con ese título sino también como buenos escritores y que nuestra redacción no tenga ninguna tacha para no ser enmarcados en una frase cliché “y eso que es profesor de español y no sabe escribir” dirigiré a ustedes lo siguiente.

Sería una falacia decir que no todos los profesores de Español y Literatura saben escribir, ¿qué razón tendría ser docente de Español, y que ni siquiera podamos escribir unas palabras para el día de la graduación de nuestros estudiantes? O que de repente nos llamase la atención alguna persona, y tuviéramos que pedirle el favor a otra para que nos la escribiera por la sencilla razón de no tener la capacidad de escribir una carta de amor. ¿Qué ridículo?, donde quedan todas las cátedras de literaturas en donde semestre a semestre nos atiborraban de autores con sus obras tan bien redactadas, sus poemas tan dulces y melodiosos que reflejan las características del romanticismo, esas novelas tan ilustres como Don Quijote y sus inspiradoras palabras para su amada dulcinea o los profesores de comprensión y producción de textos desgastándose por enseñarnos a realizar un buen ensayo. ¿Será posible que todo aquello que leímos y aprendimos se fuera como tamo que se lleva el viento? Yo creería que no, algo de todo aquello, que con tanta diligencia o a veces no, que nos enseñaron debió quedarse clavado en nuestro corazón y mente.

Ahora bien, cada uno de los que estudiamos Español y Literatura lo hacemos creería yo, porque tenemos precisamente esa destreza de desahogarnos a través de la escritura, de llenar muchas hojas en blanco con párrafos que reflejaran nuestro ímpetu de buenos escritores y que solo seria saciada cuando viéramos un buen producto salir a luz, pero aun así el reescribir es nuestra razón de ser. Todo esto sería lo ideal ¿no?, sin embargo la gran realidad es otra.

Qué triste es conocer la realidad, estudios realizados en nuestro país revela que los estudiantes no solo de Español sino en general no sabemos escribir y cuando leemos no comprendemos muy bien. “La Universidad del Rosario publicó un estudio, en el que se asegura que los jóvenes colombianos no saben escribir. Según el documento, los estudiantes de educación superior terminan su formación y no logran alcanzar niveles sobresalientes de desempeño en escritura. Lo más preocupante del asunto es que luego de dedicar cinco años a educación básica primaria, seis a secundaria y cinco a formación de pregrado, es decir 16 años de ocupación casi exclusiva, los resultados arrojan que no se alcanza el nivel deseado”.

Todo lo anterior me lleva a sospechar no sé si estoy en lo correcto, pero creo que lo que nos dicen es que hemos perdido 16 años de nuestra vida, que no ha sido provechoso para nosotros y que lo mejor sería que no devolvieran nuestro dinero.

Parece cruel pero es la pura verdad, pensaría que esto es un simple resultado de nuestra dejadez y de creer que todo es fácil y que siendo mediocres saldremos adelante craso error, es desde ese pensamiento tan poco visionario y facilista que nos enfrascamos y no queremos salir de allí, que continuamos en niveles tan bajos en la escritura.

Sin embargo la cuestión es, ¿porque los estudiantes de Español y Literatura debemos saber escribir?, pues precisamente por ello, porque somos quienes tenemos todos los fundamentos teóricos, gramaticales, lingüísticos entre otros que nos hacen unos maestros en ello a diferencia de las otras carreras “supuestamente”. Hemos sido guiados y adoctrinados para hacer uso impecable de la lengua tanto oral como escrita y es por ello que nadie nos debería ganar en una redacción o en una oratoria.

http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/U/universitarios_de_colombia_no_saben_escribir_revela_estudio Estudio realizado por la Universidad de Rosario.

Ojala tomáramos conciencia de nuestra falta de interés e intentáramos mejorar nuestra escritura, pero como haremos eso si para nuestra comodidad en la red utilizamos abreviaturas, y un sinfín de códigos que a la larga llevaran a que simplemente hablemos con los dedos aunque diría que ya se esta dando y olvidemos lo bello de la palabra poética, con coherencia, cohesión pero sobre todo con la originalidad de nuestras propias palabras.

LA ESCRITURA Y LA REALIDAD

Para pretender dar respuesta a un problema que tiene una trascendencia desde hace ya un buen tiempo, en donde los que estudiamos Español y Literatura tenemos que graduarnos no solo con ese título sino también como buenos escritores y que nuestra redacción no tenga ninguna tacha para no ser enmarcados en una frase cliché “y eso que es profesor de español y no sabe escribir” dirigiré a ustedes lo siguiente.

Sería una falacia decir que no todos los profesores de Español y Literatura saben escribir, ¿qué razón tendría ser docente de Español, y que ni siquiera podamos escribir unas palabras para el día de la graduación de nuestros estudiantes? O que de repente nos llamase la atención alguna persona, y tuviéramos que pedirle el favor a otra para que nos la escribiera por la sencilla razón de no tener la capacidad de escribir una carta de amor. ¿Qué ridículo?, donde quedan todas las cátedras de literaturas en donde semestre a semestre nos atiborraban de autores con sus obras tan bien redactadas, sus poemas tan dulces y melodiosos que reflejan las características del romanticismo, esas novelas tan ilustres como Don Quijote y sus inspiradoras palabras para su amada dulcinea o los profesores de comprensión y producción de textos desgastándose por enseñarnos a realizar un buen ensayo. ¿Será posible que todo aquello que leímos y aprendimos se fuera como tamo que se lleva el viento? Yo creería que no, algo de todo aquello, que con tanta diligencia o a veces no, que nos enseñaron debió quedarse clavado en nuestro corazón y mente.

Ahora bien, cada uno de los que estudiamos Español y Literatura lo hacemos creería yo, porque tenemos precisamente esa destreza de desahogarnos a través de la escritura, de llenar muchas hojas en blanco con párrafos que reflejaran nuestro ímpetu de buenos escritores y que solo seria saciada cuando viéramos un buen producto salir a luz, pero aun así el reescribir es nuestra razón de ser. Todo esto sería lo ideal ¿no?, sin embargo la gran realidad es otra.

Qué triste es conocer la realidad, estudios realizados

...