“LA VERDADERA ESCENCIA DE SER DOCENTE”

“LA VERDADERA ESCENCIA DE SER DOCENTE”

El tema que se da a conocer es muy interesante ya que si las competencias se fortalecen desde la formación docente, de esta manera se permitirá elevar la calidad educativa, sin duda el éxito del mencionado tiene que ver con el trabajo que se realizó durante la formación, por lo que se retoma en este tema aspectos importantes como el saber comunicarse y el pensamiento crítico. Este tema es de mucha utilidad no solo para los futuros docentes, sino para todos aquellos que estén interesados en desarrollar habilidades para la sociedad del conocimiento. Es primordial utiliza una metodología que permite potencializar habilidades necesarias como docente para poder aplicarlas y desarrollarlas en el alumnado, y que por tanto esto se puede ser utilizado en cualquier contexto de trabajo y de aprendizaje.

Es indudable que la formación de los docentes constituye un elemento clave de expectativas que cada sociedad construye para ella en un futuro mediato. Ya que, en la formación de los maestros el futuro de la democracia, la justicia social, la equidad y la libertad se constituyen en valores de una nueva generación de ciudadanos. En tal sentido no puede haber una transformación en la cultura y la sociedad si no se forman docentes que valoricen su función como actores que responden a los procesos de transformación de la sociedad del conocimiento y la cultura del reconocimiento, la diferencia, la diversidad, el respeto, la autonomía y la creatividad en un mundo global.

Todo gran cambio uno tiene que tener aspectos importantes que serán gran utilidad en esa gran trasformación tanto como para uno mismo como para toda la sociedad que integra una parte fundamental en el mejoramiento de la calidad educativa. El respeto, la autonomía y conocimiento son las tres piezas claves para el cambio del futuro formador ya que cada uno es un ejemplo de lo que es para cada quien el significado de maestro ya que cumple un complemento dedicado a ser mejor.

Es por ello que la cultura normalista es resultado de las incorporaciones de rendimiento, de intereses y conveniencias al borde de las competencias de la calidad.

Por lo tanto, formar docentes debe ser pensado en las nuevas actitudes, los cambios de la sociedad y las reacciones de las nuevas expresiones de identidad.

Un aspecto muy importante es en la reforma a la educación normal, en donde el maestro debe de poseer con una infinidad de habilidades intelectuales para el dominio de los contenidos de la enseñanza, competencias didácticas, identidad profesional y ética además de la capacidad de percepción y respuesta a las condiciones de sus alumnos y el entorno de la escuela.

Si en verdad hubieran alumnos normalistas que tengan esa dedicación por educar seria otro panorama en que se estaría viviendo en la educación actual; es por ello que ahora la educación

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