La Escuela

Las dimensiones psicológicas del ser humano

El yo personal

Se refiere a la relación con uno mismo, a la capacidad de conocerse, aceptarse y amarse. Es el compromiso con la propia unicidad y destino. Es en este yo donde se generan las visiones positivas hacia el mundo y hacia nosotros. En esta intimidad se arman las bases de la seguridad personal, de las actitudes totales hacia la vida, hacia los demás y hacia el trabajo, intervienen las influencias primerias de los padres, de los educadores y del medio cultural.

El yo social

Este yo se arraiga en las necesidades de afecto y pertenencia, de obtener seguridad, aprecio, lugar y desarrollo. A través de los demás se desarrolla la imagen de uno mismo, de lo que se es y de lo que no se es: se desarrolla la propia individualidad.

El yo físico

Es la percepción del cuerpo, es el aparato sensible a través del cual captamos el mundo que nos rodea. Un cuerpo sano favorece una mejor imagen de sí mismo. El desarrollo corporal a través de la danza, el ejercicio, el deporte, el cuidado y aseo, de la forma como vestimos y nos presentamos ante los demás, reflejara los sentimientos y las actitudes más profundas que se gestan en el yo personal.

El yo trabajador

El trabajo, no necesariamente remunerado, es fuente de crecimiento personal y desarrollo de las habilidades y talentos propios. El trabajo nos da la oportunidad de ser útiles para nosotros mismos y para los demás.

El yo espiritual

Se trata de descubrir el porqué y el para qué de la vida de cada quién; es el área que propicia la integración total del ser humano en el amor y el trabajo. El yo espiritual se siente participe del esfuerzo humano por conocer la totalidad, por unirse a Dios, según el significado de cada quien. Es la capacidad para tomar decisiones que orienten e integren las acciones, sentimientos e impulsos. Es la capacidad de vincular el esfuerzo y la vida personal con los otros, con la naturaleza, con Dios.

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