La Muerte

Puede entenderse a la muerte (el no ser mas) como impulso para ser

Heidegger nos plantea desde una perspectiva existencialista que el asimilar la muerte o ser para ella ocasiona una “libertad” en el ser, y que este solo va a ser capaz de “ser ahí” si es consciente de su finitud. Ahora bien, al estructurar su filosofía con respecto a la muerte se plantea la siguiente pregunta: ¿si no tuviésemos conciencia de nuestra muerte actuaríamos? .El hombre hace, o es debido a que está limitado por el tiempo que les dado debido a su misma existencia y es razón de que el hombres es, por algo que quiere hacer, un proyecto. El no ser más le brinda posibilidades al hombre en medida de que este entienda su condición como ser temporal.

Retomando la pregunta anterior acerca de la relación entre la conciencia de nuestra finitud y lo que impulsa a nuestros actos podemos inferir de que el ser humano vive en un constante “apuro” o en lucha contra nuestro propio tiempo debido a que queremos acabar nuestros proyectos antes de ser incapaces por lo que el ser mismo está abierto a posibilidades debido a nuestro mismo tiempo. La idea de sentir libertad debido al fin del ser, es decir, su muerte sonaría comúnmente descabellada debido a la idea de que en la muerte no se halla nada más que el vacío (en el ámbito del existencialismo), pero si tomamos al ser desde el punto actual (el ahora) se abre un millar de probabilidades y posibilidades en lo que puede llegar a ser el camino que tomara el ser, el futuro. Sin embargo, como muchos podrían pensar, tomando como ejemplo a un niño que come, ríe y juega sin idea alguna de su final podría argumentarse que el ser “actúa” por instinto y que el estar al tanto de su final solo representa un detalle para él. Esto podría ser considerado cierto, pero no lo es debido a que en la simple condición del niño que no sabe que tiene un tiempo para el factor del no ser no existe por lo que no tiene por qué preocuparse por eso y seguirá en su fase de niño jugando y haciendo sus distintas actividades, en conclusión durante esa etapa se tiene algo que podríamos llamar “complejo de inmortalidad” que va desapareciendo poco a poco en medida que este niño crece.

Pero porque es que nos hacemos conscientes de que nuestra muerte es tan importante, es debido a que nos damos cuenta que podemos ser muchas cosas pero no inmortales que nuestra misma condición humana nos lo impide y entonces es cuando el deseo de realizar algo por cualquiera que sea el fin surge.

Martin Heidegger tiene una muy reconocida frase la cual explica la condición del hombre para la muerte la cual dice: "La muerte es una posibilidad de ser que ha de tomar sobre sí en cada caso el «ser ahí» mismo. Con la muerte es inminente para el «ser ahí» él mismo en su «poder ser» más peculiar. En esta posibilidad le va al «ser ahí» su «ser en el mundo» absolutamente.

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