La Muerte

Solo tres segundos en el espacio azul iluminado.

Tres, para buscarse.

Dos, para encontrarse.

Uno, para apretar los párpados.

Y, aun así, verse.

Solo tres segundos antes del impacto.

Luego, blanco y ruido,

Ruido ruido ruido en el espacio azul iluminado.

¿Qué es la muerte? ¿Por qué tenemos que morir? ¿Acaso no deberíamos suponer que él o ella estarán mejor? ¿Por qué se sufre con la muerte? ¿Por qué el accidente?

La muerte es considerada como el paso a la “vida eterna”, una etapa o como una persona que nos acompaña a cada lado y en cualquier momento ataca.

La muerte produce miedo, tristeza, sufrimiento y un montón de sentimientos que aturden nuestra cabeza, producidos por una pérdida o un suceso impactante en nuestras vidas. Este suceso en muchas ocasiones es inesperado, en un momento estás y luego ya no, puede darse por accidentes, errores en cirugías, enfermedades u homicidios, comenzamos vivos y terminamos muertos. Muchas veces escuchamos:

“vive hoy como si fuera el ultimo día, planea tu vida como si fueras a vivir 100 años”

En cierto modo esta frase es real, no sabemos cuándo vamos a morir pero tampoco sabemos cuánto vamos a vivir. La muerte es el término con el que intentamos llegar a plenitud, con los logros y realizaciones que logramos en vida, preparamos metas, creamos ilusiones, proyectamos ideas, pensamos en sueños y planeamos como dejar una huella en el mundo, ¿pero pensamos en que esto se puede ver interrumpido con la muerte?. Nos hemos puesto a pensar en que estamos caminando en la calle y en el momento menos esperado llega alguien, roba tu billetera, te resistes, te entierra un cuchillo y luego ya no respiras, o que estas en un auto con tus amigos y por esquivar otro auto pasa un camión, se estrellan e infortunadamente tu o tus amigos están muertos. Puede sonar algo fuerte pero es verdad, en cualquier momento alguien llega y de un momento a otro tú ya no estas entre los vivos. Todos en algún momento tenemos que morir es completamente natural. La vida es un ciclo “naces, creces, te reproduces y mueres”. Se supone que con la muerte todo estará mejor. Cuando alguien muy cercano muere debemos estar felices, alegrarnos y dar gracias porque esa persona ya no sufrirá más. Muchas veces hemos dicho:

“Cuando yo me muera, no quiero que lloren”

Pero por supuesto, ¿a quién le gustaría que muriera un familiar o un amigo muy cercano? a NADIE, claramente nos damos cuenta que esta frase, aunque sea nuestra última voluntad no se hará realidad. Muchos de nosotros estamos conscientes de que en algún momento tendremos que morir pero nunca nos ponemos a reflexionar sobre ella, para nosotros es como una etapa a la que no queremos llegar. Nos es indiferente la muerte y hasta decimos:

“Yo no le tengo miedo a la muerte”

Pero no lo pensamos hasta que estamos cerca de ella, por ejemplo en un accidente donde pudiste haber sido tú, y no tu mejor amiga, la muerte de un familiar o incluso tal vez reflexionamos sobre ella escribiendo o leyendo algún ensayo sobre la misma. Estamos conscientes de que existe la muerte pero esto no nos ayuda a asimilar la verdadera realidad que es el miedo a la muerte, que se da por el miedo a lo desconocido, a lo que habrá para nosotros después de la muerte. Podemos durar días, semanas y hasta meses de sufrimiento después la pérdida de un ser querido o incluso de tu mascota, pero es un sentimiento que debemos controlar porque de la tristeza deriva la depresión y de ella ideas como el suicidio depende que tan fuerte sea la perdida. El suicidio es una forma de “salir de los problemas” pero no es la más adecuada, la educación emocional nos ayuda a controlar estos sentimientos que nos pueden llevar a cometer actos extremos, esta huida genera más tristeza porque es mucho más fuerte que morir por una enfermedad,

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