La Palabra

Poética

Confiado en las palabras

O

Fiado con palabras

Confiado en las palabras, espero que con aquellas que elija frecuentemente en la vida cotidiana y habitual, sean las meras representantes del ser que tal vez quiera reflejar en los demás. Dependiendo también de las que recibo de aquellos que correspondan con las mías, siendo esto, para mí, un acto reciproco de intercambio y formar lo que podría ser amistad o ser cariño o ser un simple conocido, todo esto con los riesgos que de las palabras pueden surgir del que las deja salir y el que las recibe, y como es que las deja salir y como es que las recibe. Porque siento que entre nosotros, los seres que nos decimos hablantes, la única conexión posible antes del tacto de piel, tiene que ser el habla, inclusive aquel que nació o que por alguna mala fortuna haya perdido la capacidad de hacer uso del mismo, tiene que enseñarse a hacerlo con las manos, dando una pequeña prueba de aquella necesidad de expresar eso que la mente permite, quiere o deba decir, dependiendo el contexto, para poder hacer el contacto y registrar otro ser dentro de la misma.

Pienso que en eso se basa la relación del ser humano, porque podemos ver que la de cualquier otro ser vivo que comparte este lugar con nosotros, no involucra tanto el sonido que sale de su boca para entablar una relación, creo que tiene mucho más que ver el comportamiento corporal, el olor, el color de su piel, plumaje o pelo, así como la habilidad de pelear, su vejes, etc. dándole su lugar como otro ser que puede o no pude compartir el espacio de cada uno o sino ser la mejor opción para reproducirse y dejar una buena descendencia capaz de sobrevivir en el futuro. Pero ahora que lo veo nosotros seres humanos también tomamos en cuenta todos estos detalles para poder entablar una relación, y esto es ocupar un espacio en la mente del otro, pero que a pesar de todo eso ya sea la ropa, el perfume, los zapatos, el corte de cabello, la musculatura o la gordura, la edad, etc. La palabra siempre lo va superar todo dejando lo demás en pequeños complementos superficiales de la persona para futuras referencias. Esto puede ser visto por los demás seres vivos como algo fuera de este mundo, pero imagino que si a ellos les hubiera tocado también desarrollar el poder expresarse sentimentalmente por medio de palabras, creo que nosotros ni siquiera seriamos la especie “dominante” en este mundo y nos tendrían comiendo pasto o croquetas.

Pero así es como entonces pude comprender totalmente que la palabra sea un peligro, porque efectivamente todo aquello que conocemos es la palabra que representa siempre aquella cosa que se le fue nombrado y quedara grabado en nuestra mente, que aunque no sea la misma cosa en especifico, será algo que pertenece al mismo grupo de cosas y por consecuencia tendrán la misma esencia y cabria mencionarla cuando se dialoga de las mismas. ¿Pero quién establece que esa palabra designada por nosotros, es la correcta para poder nombrar esas cosa? Digo, ¿acaso un árbol quiso que se le designara esa palabra como su representante esencial ante los hablantes del español?, es que tal vez se lo llego a decir al primer ser humano parlante en esta tierra y este se lo comunico a los demás. Por lo menos yo quiero pensar que así es como por medio de la palabra podemos llegar a ser un peligro para los demás seres, dado que ellos no pueden retribuir el nombre que nosotros les estamos dando, sino tal vez seriamos hasta innombrables por todo aquello que les hacemos.

Será que entonces si todos nos ponemos de acuerdo podríamos cambiarle el sentido a las palabras sin cambiarles la esencia o ente que representan, pero si las palabras son las meras representantes de un ser humano, este

...