La evaluación por parte de diferentes agentes evaluativos.

EQUIPO No. 4

LA EVALUACION POR PARTE DE DIFERENTES AGENTES EVALUATIVOS

Los cambios de paradigmas educativos, los nuevos objetivos de la educación, el norte del sistema educativo, la concepción actual de maestro y estudiante entre otras muchas transformaciones, han provocado un enorme cambio en la forma de valorar los conocimientos y actitudes construidas. Al sujeto entonces ya no se le valoriza únicamente sus conocimientos, sino también sus competencias. Una de esas competencias es la capacidad de trabajo en equipo, compuesta por  una serie de desempeños tales como la capacidad de comunicación, negociación, manejo de conflictos, habilidad intercultural y liderazgo (Maturana, Díaz, Torres, Serandour, 2014).

En este contexto, uno de los retos fundamentales de la educación actual es crear algunos métodos o medios para hacer factible la evaluación de esto desempeños. La forma de evaluar anteriormente estaba enfocada en la aprobación o no de los conocimientos construidos (por medio de exámenes y pruebas escritas) y la calificación de productos, como resultado de actividades prácticas no incluye una manera de garantizar que estas competencias se están adquiriendo, reforzando, o construyendo.

Una de las causas por las cuales no pueden garantizarse dichas competencias es porque generalmente el accionar evaluativo esta propiamente en cabeza del maestro, que en ocasiones no posee una percepción amplia y detallada de las acciones y actitudes del estudiante (como si lo podrían hacer sus pares o el mismo). Un medio para remediar esta problemática, es la inclusión de otras perspectivas evaluativas en el proceso educativo desde las competencias practicadas en el trabajo en equipo.

Maturana et al., (2009) sostienen que:

Es necesario incluir a los mismos estudiantes en la
evaluación, de tal manera que ellos puedan aportar su apreciación sobre desempeño tanto propio como de sus compañeros. La autoevaluación (sobre el propio desempeño) y coevaluación (sobre el desempeño del resto) son herramientas que permiten avanzar hacia una apreciación más holística de las competencias personales. Adicionalmente, para el estudiante, el ejercicio mismo de realizar una evaluación es una actividad que desarrolla su espíritu crítico, a la vez que lo hace más consciente de los objetivos de la asignatura.

Las exposiciones que se llevaron a cabo en el curso de Procesos de Evaluación, fueron evaluadas con la participación de toda la audiencia. La dinámica consistía en que el equipo expositor era evaluado cualitativamente y cuantitativamente por otro de los equipos (coevaluación), por la profesora (heteroevaluación) y por ellos mismos (autoevaluación). Esta experiencia fue muy enriquecedora para todos porque nos ayudó, en general, a desarrollar un mayor nivel de criticidad con los otros y con nosotros mismos, además de permitirnos apreciar diferentes puntos de vista. Después de cada exposición, se expresaban las fortalezas y los aspectos a mejorar por parte del equipo evaluador y posteriormente, de manera voluntaria, por el resto de los compañeros del curso. Sin dejar de lado que el equipo expositor no podía hacer otra cosa que escuchar cuando se estuvieran haciendo estas apreciaciones. Por último, la maestra daba unas aclaraciones generales acerca de la temática.

La coevaluación, no solo por parte del equipo evaluador, sino también de todo el grupo, se puede considerar como una herramienta que favorece la atención de los receptores, ya que estos, al tener la responsabilidad de retroalimentar, no solo prestan más atención a los contenidos, sino que también participan del análisis de otros aspectos que, como maestros, tenemos que aprender a leer. Es decir, aparte de los conocimientos, se adquiere un sentido adicional que permite percibir elementos que solo se pueden apreciar desde afuera, por parte de agentes externos al acto principal de la exposición. La coevaluación nos enseña a reconocer y valorar los aspectos positivos del otro, lo cual a veces nos es muy difícil; pero también nos invita a expresar los aspectos por mejorar, con mucha prudencia, respeto y cariño.

Es cierto que la autoevaluación puede ser usada a conveniencia propia, pero gracias al criterio objetivo y a conciencia del equipo, la responsabilidad y confianza que se nos otorga con esta tarea, nos permitimos afirmar que esta se llevó a cabo de una manera muy consciente. El hecho de incluir la apreciación que el equipo expositor tiene de sí mismo, es reconocer que todos somos importantes, es darle pie a la autorreflexión y a la sinceridad,  porque cuando le mentimos a alguien sobre nosotros, nos estamos mintiendo a  nosotros mismos; y es que siempre estará presente en nuestra conciencia ese "yo interno" que nos dice la verdad así no nos guste.

El proceso evaluativo implica diferentes agentes que sin duda, los hemos mencionado anteriormente, pero es importante resaltar el papel que posee el maestro en la evaluación ya que proporciona una mirada objetiva a través de la hetereoevaluación, que finalmente permite identificar a los evaluados sus carencias o “puntos flojos” que es necesario reforzar antes de seguir adelante o iniciar un nuevo proceso de formación, a su vez contribuye a tener un horizonte en el diseño, planificación y ejecución de diversos propuestas de evaluación, ya que el maestro suministra dentro del punto de vista aspectos que fortalecen la consecución de un nuevo acto formativo, ya sea como docentes que desean promover en sus educandos herramientas que les ayuden a valorar su trabajo de un manera más clara, o como estudiantes para el desarrollo de actividades mucho más motivantes y completas que tengan como fin otorgar mayor aprendizaje o enseñanza.

En la formación como docentes es importante rescatar y retomar las experiencias que enmarcan y proporcionan aprendizajes significativos, que finalmente se verán reflejadas en nuestras prácticas cotidianas, y es así donde la evaluación que hemos relatado hasta este momento llevada a cabo en el curso de Procesos de Evaluación, cobra vida pues esta estrategia evaluativa nos permitió medir cómo están nuestras prácticas educativas, identificar aspectos a mejorar, promover nuevas estrategias evaluativas, es sin duda que este aprendizaje nos ha ayudado a visualizar la evaluación como un proceso aspectos que contribuyen a la autovaloración y apreciación de nuestro trabajo, el de los demás; tomando como referencia las valoraciones que realizaban los diferentes agentes evaluativos.

...