Diferentes Enfoque Teóricos De La Evaluación
Marlysweet28 de Junio de 2013
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1.- Diferentes enfoques teóricos de la evaluación
En la educación preescolar la importancia de la evaluación se caracteriza por la valoración de los niveles de logro de las competencias agrupadas en los distintos campos formativos que están contenidos en el programa, es decir, se hace una comparación de lo que los niños saben o pueden hacer con referencia a los propósitos educativos del mismo.
Tiene un carácter formativo ya que se realiza de forma continua a través de todo el ciclo escolar, se utiliza prioritariamente la observación para la obtención de los datos ya que ésta es cualitativa. Su importancia radica en que a partir de la evaluación diagnóstica realizada al inicio del ciclo escolar la profesora reúne la información necesaria para guiar, diseñar, coordinar y dar seguimiento al proceso educativo necesario acorde a las necesidades de sus alumnos, tomando como indicadores de evaluación las competencias.
Según Díaz y Hernández (2002) al referirse la evaluación de los aprendizajes de los alumnos como una forma de evaluar los programas educativos existen dos tipos de funciones: la pedagógica y la social. En el nivel preescolar su función es eminentemente pedagógica ya que se realiza para obtener la información necesaria para valorar el proceso educativo, la práctica pedagógica y los aprendizajes de los alumnos con la finalidad de tomar decisiones sobre las acciones que no han resultado eficaces y realizar las mejoras pertinentes. Sin embargo, la organización e implementación de estrategias evaluativas puede mejorar. Haciendo de la evaluación un proceso que genere información más específica acerca de cómo se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje y el nivel de logro de las competencias en los campos formativos que considera el nivel preescolar, con orientación hacia la toma de decisiones de manera adecuada y oportuna.
Al percibir la educación como proceso que aspira a dotar al ser humano de un andamiaje valórico que le habilite para una convivencia madura y proactiva en sus entornos históricos, culturales, sociales, naturales y físicos, trae como consecuencia la admisión de una evaluación educacional pensada más hacia los procesos que en las acumulaciones finales de productos, dada la relación inherente que sostienen a la educación como acción formadora de los sujetos. Ante esta premisa, la evaluación en el nivel de inicial de la enseñanza deberá sustentarse en un enfoque integrado y globalizado, con el uso preponderante de la función explorativa, diagnóstica y formativa, excluyendo toda pretensión de calificar al alumnado a través de una ³nota, la letra o el número´ .En ésta etapa de la Educación Inicial, la evaluación no podrá detenerse en la acumulación lineal y sucesiva de los contenidos, sino en las redes de conocimientos que los niños pudieron construir en un espiral cada vez más complejo y abarcativo . La educación inicial es un proceso vivo que cotidianamente se expresa en el contexto del centro y del aula. De tal forma, que la evaluación tendría que constituir una mirada atenta, articulada y reveladora de la esencia dinámica y totalizadora del proceso educativo. La contribución de esta etapa al desarrollo físico, intelectual, afectivo, social y moral de los niños debe reflejarse en una evaluación donde se señale el grado en que se van desarrollando las diferentes capacidades, y se acuerden las decisiones de refuerzo o adaptaciones curriculares necesarias. El desafió para el maestro, en especial en este nivel de la enseñanza, será propiciar espacios y ambientes de aprendizajes para que los niños conozcan y se aproximen cada vez más al contexto, ideando los recursos evaluativos para registrar los progresos y desencuentros del niño con los otros niños o con las cosas con que interactúa y las competencias contextualizadas que deberán alcanzar los estudiantes a lo largo del año escolar. Estas acciones contribuirían a ir detentando las particularidades de cada persona en proceso de formación, de cada grupo que se constituye y avanza en el reconociendo del derecho a la diversidad que cada niño posee. Este reto se acrecienta ante los umbrales del siglo XXI por cuanto niños y maestros se encuentran inmersos en los detonantes de la complejidad de lo humano, de la interacción dialéctica y transformadora de los aspectos biológicos, psicológicos, sociales y de advenimiento de la era del pragmatismo e integración del conocimiento. Significa esto, por tanto, un cambio en el enfoque asumido hasta ahora en la escolaridad cuyo énfasis estuvo condicionado al conocimiento teórico, sin interpretar ni visualizar su incidencia en el desarrollo de la personalidad de los sujetos.
Tipos de Evaluación
El proceso evaluador es único. No obstante existen diferentes fases o momentos que se desarrollan a lo largo del mismo. Estas fases o momentos abordan la evaluación desde diferentes perspectivas y con objetivos específicos. Podría decirse que a cada uno de estos momentos corresponde un tipo de evaluación. Como es sabido existen tres tipos de evaluación: inicial, formativa y sumativa.
• Evaluación inicial
La evaluación inicial tiene por objeto el conocimiento del marco general en el que va a tener lugar la acción docente. Esto significa tener en cuenta no sólo el punto de partida de los alumnos, sino el punto de partida (es decir las posibilidades y las potencialidades) de la institución docente. En el caso de la educación a distancia, la evaluación inicial debería tener en cuenta específicamente (además de los aspectos generales relacionados con la naturaleza del currículo) la atención tutorial, los sistemas de comunicación y los recursos tecnológicos y didácticos disponibles. El objetivo de este tipo de evaluación podría resumirse sencillamente de la siguiente forma: conseguir saber lo que tenemos para actuar en consecuencia.
En relación con la evaluación inicial de los alumnos podríamos preguntarnos en primer lugar: ¿qué evaluar?. Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes:
ASPECTOS A EVALUAR
Materia de estudio Tecnologías y sistemas de comunicación
El conocimiento previo específico
Las características y circunstancias personales
Las aptitudes
La actitud
El conocimiento previo específico
Las características y circunstancias personales
Las aptitudes
La actitud
Es posible (y hasta probable) que los adultos puedan tener determinados conocimientos previos específicos, obtenidos en procesos educativos no formales e informales, sobre determinadas cuestiones que vayan a ser objeto de estudio. Descubrir esto puede proporcionar un excelente punto de partida para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por otra parte, las características y las circunstancias personales de los adultos que estudian a distancia suelen tener una importancia decisiva en lo que se refiere a las probabilidades de éxito-fracaso, que en muchas ocasiones están estrechamente interrelacionadas con las probabilidades de continuidad-abandono. Características como la edad y el sexo, y circunstancias como el estado civil, la ocupación, los horarios y las disponibilidades de todo tipo, deben ser conocidas claramente desde el principio.
También es relevante el conocimiento de las aptitudes (habilidades intelectuales) y la actitud hacia el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, lo que proporciona información sobre las motivaciones con las que los abordan.
Todas estas cuestiones a evaluar respecto de la materia de estudio deben ser extendidas al manejo de las tecnologías informativas y sistemas de comunicación que serán habitualmente utilizadas en la educación a distancia. Muchas de las disfunciones y dificultades para la construcción de aprendizajes en los procesos de educación a distancia pueden ser achacables a una escasa destreza en la utilización de este tipo de medios tecnológicos digitales.
Pese a la creciente simplicidad en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, muchas personas –incluso con elevados niveles de instrucción- encuentran problemas para manejarse adecuadamente con ellas. Esta es una cuestión capital para la evaluación inicial en educación a distancia, que debe discernir sobre el grado de competencia del participante en el manejo de las herramientas de comunicación y sobre la influencia de este nivel de competencia sobre el aprendizaje de la materia.
• La evaluación formativa.
La evaluación formativa tiene como finalidad principal conseguir el perfeccionamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje en un momento en el que todavía puede producirse. Por tanto, deberá aplicarse a través del desarrollo del propio proceso didáctico. No puede equipararse la evaluación formativa con las pruebas realizadas a la finalización de cada unidad didáctica, porque en este caso se trata de evaluaciones sumativas, cuyo objetivo básico es comprobar a posteriorilos aprendizajes adquiridos. La evaluación formativa tiene que ver más con los procesos de aprendizaje que con los productos del mismo.
Al igual que hicimos anteriormente en relación con la evaluación inicial, podríamos preguntarnos en relación con la evaluación formativa de los alumnos: ¿qué evaluar?. Las respuestas a esta pregunta en el ámbito de la educación a distancia de personas adultas serían las siguientes:
Conviene evaluar los progresos, las dificultades, los bloqueos, etc.
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