Libros Y Un Conejo (fabula Con Moraleja)

En un sitio alejado de todo, olvidado por el egoísmo, la envidia y la tristeza, había un par de gemelas a las cuales les encantaba ir a la biblioteca del pueblo que era extrañamente grande, había tantas historias por descubrir ahí adentro, no creo que haya otra palabra más que mágico para describir el lugar, tenía grandes ventanas que dejaba entrar el sol y en el atardecer se formaban grandes penumbras que iluminaban todos los libreros.

El par de gemelas, Rose y Grace iban todos los días después de clases a la biblioteca y los fines de semana y vacaciones se pasaban los días enteros metidas en la biblioteca tanto, que eran muy amigas de la bibliotecaria Victoria. Uno de los muchos días que fueron a la biblioteca sucedió que Victoria no estaba en la entrada como siempre pero como las niñas conocían muy bien la biblioteca decidieron irse por su cuenta a buscar nuevos libros para leer recorrieron todos los libreros hasta el fondo de la biblioteca y fue ahí donde encontraron una puerta que decía “Léeme”, las niñas nunca se había fijado en esta puerta así que decidieron entrar para descubrir que había dentro de este misterioso cuarto, al abrir a puerta se encontraron con un pequeño librero que decía muerte, amistad, amor, egoísmo, amistad y miedo.

Rose quiso tomar uno para ver su contenido pero llego Victoria y se lo impidió, las saco del cuarto y cerró la puerta con llave, y les dijo a las niñas:

-No vuelvan a entrar ahí y pase lo que pase no abran los libros y si es posible no los toquen.

Rose pregunto:

-¿Pero por…?

Pero Victoria la interrumpió y dijo en un tono más serio:

-Dije que no y punto.

Rose y Grace asintieron un poco decepcionadas, luego fueron a tomar un libro de diferentes libreros y se sentaron en el suelo como siempre lo hacían.

Y así pasó una semana, llegaban, tomaban un libro del librero sin buscar mucho y se sentaban en el suelo a leer. Pero un día eso cambio, llegaron y Victoria no estaba. Grace la nombro varia veces pero nadie contestaba. Así que Grace le propuso a Rose ir al cuarto para ver si ahora podían ver lo que estos contenían.

El par de niñas fueron sigilosamente hacia el cuarto y ahora nuevamente estaba abierto, Rose tomo rápidamente el libro que decía “Amistad” y lo abrió, comenzó a leer y en la historia nombraba a un pequeño conejo hábil con las herramientas, buen mozo, con un corazón enorme y extremadamente cortes, de pronto soplo una brisa y ¡plum! Salto el pequeño conejo de las páginas del libro. Las niñas espantadas corrieron a esconderse detrás de la puerta y de pronto el simpático conejo comenzó a hablar:

-Buenas tardes mis dulces niñas, permítanme presentarme mi nombre es Rob y vengo del la Ciudad de la Nieve en Londres.

Rose pego un brinco cuando escucho al conejo hablar, y dijo sorprendida:

-Pero pero pero… ¿cómo es que puedes hablar? Eres un conejo, por lo tanto un animal y los animales no hablan.

Tratando de converse de que era algún tipo de ilusión Grace repetía para sí misma lo que Rose había dicho.

-Oh mis queridas… amm, ¿cómo os puedo llamar? Aun no se ninguno de sus nombres.

Para contestarle al conejo Grace respondió un poco temerosa.

-Mi nombre es Grace y ella es mi hermana Rose, somos gemelas y bueno, nos sorprende mucho que nos hables porque aquí los animales no suelen hablar como nosotros.

-Pequeñas niñas ¿Cómo es que aquí los animales no hablan? Tal vez sea que no os ponen suficiente atención para escucharlos.

Un poco más confiada Rose responde:

-No, aquí los animales no hablan

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