Lic. Administracion De Empresas
Ednamariela3 de Octubre de 2014
4.396 Palabras (18 Páginas)283 Visitas
EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBREO - MARZO, 2003
PAULA CARLINO 409
Abstract
Resumen
¿Alfabetización académica? ¿Un proceso tan básico en la educación superior? ¿Acaso una necesidad remedial de paliar lo que no han
hecho los niveles escolares previos? ¿De nuevo alguien que propone un taller de lectura y escritura para los ingresantes? Con el fin de aquietar
a la audiencia, aclararé, en primer lugar, que en mi exposición no asumo los presupuestos de estas previsibles preguntas sino que los cuestiono.
Para ello, reseño las investigaciones sobre alfabetización académica señalando su poder explicativo para dar cuenta de las dificultades
al leer y escribir constatadas en los estudiantes del nivel superior. Examino el potencial epistémico de la escritura, desaprovechado por nuestras
casas de altos estudios, que no ofrecen el contexto necesario en el que los alumnos puedan escribir para aprender. Sintetizo luego los
resultados del relevamiento que hice sobre 90 universidades australianas, canadienses y norteamericanas, en las que -contrariamente a
nuestras instituciones- se han implementado diversos sistemas para alfabetizar académicamente a sus estudiantes. Al final, concluyo delineando
los cambios institucionales y curriculares que precisaría nuestra educación superior para hacerse cargo de transmitir la cultura escrita intrínseca
a las carreras que enseña.
Academy reading? So basic a process in higher education? A remedial need to palliate that which has not been done in the previous school
levels? Once again, some body that propose a reading and writing workshop to the freshmen? To tranquilize the audience, I will make myself
clear, in the first place that I do not assume, in this exposition, the assumptions of these anticipated questions, but debate them.
For this, I review the literature on academic literacy, pointing out the explicative power to account for the reading and writing, wasted in our
universities, that do not offer the context in which student would write for learning. I synthesize the results of observations in 90 Australian,
Canadian and American universities in which, contrarily to our institutions, have implemented a variety of systems to literate students academically.
Finally, I conclude showing the institutional and curricular changes that higher education institutions require to assume the task of transmitting
the writing culture intrinsic to the professions they teach.
Academic Literacy: A Necessary Change, Some possible Alternatives
PAULA CARLINO - paulacarlino@yahoo.com
CONICET - UNSAM (ARGENTINA)
ALFABETIZACIÓN ACADÉMICA:
UN CAMBIO NECESARIO, ALGUNAS ALTERNATIVAS POSIBLES
COMUNICACIÓN LIBRE EN EL TERCER ENCUENTRO LA UNIVERSIDAD COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN,
DPTO. DE SOCIOLOGÍA, UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA, OCTUBRE DE 2002
La mayoría de los cambios sobre el lugar de la escritura en [la Universidad de] Cornell se relacionan con la
tenaz convicción de que aprender a escribir no significa simplemente estudiar gramática y centrarse en la forma
sino desarrollar las ideas e indagar a través de la escritura. (Gottschalk, 1997, p. 22)
EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBREO - MARZO, 2003 PAULA CARLINO 410
LInvestigación
¿Qué se entiende
por alfabetización
académica?
os interrogantes que abren mi
exposición, adjudicados al auditorio,
emergen de un conjunto de
suposiciones que pondré en tela de
juicio a lo largo de este trabajo. En
el siguiente cuadro, resumo la controversia que deseo
plantear:
Los segundos términos de este contrapunto
sintetizan la postura que quiero compartir con ustedes en
esta ponencia y pasaré entonces a fundamentarlos.
El concepto de alfabetización académica se viene
desarrollando desde hace una década. Señala el conjunto
de nociones y estrategias necesarias para participar en
la cultura discursiva de las disciplinas así como en las
actividades de producción y análisis de textos requeridas
para aprender en la universidad. Apunta, de esta manera,
a las prácticas de lenguaje y pensamiento propias del
ámbito académico. Designa también el proceso por el
cual se llega a pertenecer a una comunidad científica y/
o profesional (Radloff y de la Harpe, 2000),
precisamente en virtud de haberse apropiado de sus
formas de razonamiento instituidas a través de ciertas
convenciones del discurso. En la bibliografía, suelen
aparecer otros términos sinónimos: alfabetización
terciaria o alfabetización superior2 .
Ahora bien, la fuerza del concepto de
alfabetización académica radica en que pone de
manifiesto que los modos de leer y escribir -de buscar,
adquirir, elaborar y comunicar conocimiento- no son
iguales en todos los ámbitos. Advierte contra la
tendencia a considerar que la alfabetización es una
habilidad básica que se logra de una vez y para siempre.
Cuestiona la idea de que aprender a producir e interpretar
lenguaje escrito es un asunto concluido al ingresar en la
educación superior. Objeta que la adquisición de la
lectura y escritura se completen en algún momento. Por
el contrario: la diversidad de temas, clases de textos,
propósitos, destinatarios, reflexión implicada y
contextos en los que se lee y escribe plantean siempre a
quien se inicia en ellos nuevos desafíos y exigen
continuar aprendiendo a leer y a escribir.
De hecho, es necesario comenzar a hablar en
plural: de las alfabetizaciones (Stevenson, 2000).
Existen distintas culturas en torno de lo escrito y la
cultura académica es una ellas. Se trata de una cultura
especialmente compleja, que suele permanecer implícita
en las aulas universitarias (Woodward-Kron, 1999). No
obstante, es posible comprobar diferencias significativas
VERSUS
Alfabetización Académica
•Habilidad elemental •Ingreso en una nueva cultura escrita
•Adquisición espontánea •Aprendizaje que requiere ser promovido por acciones institucionales
•Programa compensatorio •Responsabilidad de hacer lugar en el currículum a las prácticas
discursivas con las que cada disciplina elabora el conocimiento
•Asunto de especialistas •Compromiso de toda la comunidad universitaria
entre las tareas de lectura y escritura demandadas en el
nivel universitario respecto del secundario (Barker,
2000; Vardi, 2000). Por ejemplo, la universidad suele
esperar que los alumnos encuentren información por sí
mismos, en tanto que los docentes de la enseñanza media
tienden a exigir sólo lo que ha sido transmitido por ellos.
El nivel superior requiere que los estudiantes analicen
y apliquen el conocimiento impartido, mientras que la
secundaria espera que sea reproducido. En la
universidad se proponen distintas perspectivas acerca
de un mismo fenómeno; por el contrario, la escuela
media enseña que el saber es verdadero o falso. Para la
universidad, el conocimiento tiene autores e historia;
en cambio, los niveles educativos previos lo presentan
de forma anónima y atemporal. Estas diferencias en la
naturaleza atribuida al saber y en los usos que se exigen
de éste configuran culturas particulares que se traslucen
en métodos y prototipos de pensar y escribir.
El problema con la cultura académica es que
tampoco es homogénea. La especialización de cada
campo de estudios ha llevado a que los esquemas de
pensamiento, que adquieren forma a través de lo escrito,
sean distintos de un dominio a otro. Además, los
profesores no somos plenamente conscientes de que
nuestras disciplinas están compuestas de ciertos usos
del lenguaje, que involucran determinados modos de
comprensión y organización de los fenómenos
estudiados. Este hecho, que mantiene implícito lo que
ha de ser aprendido, convierte en más difícil todavía su
apropiación por parte de los alumnos (Bode, 2001).
EDUCERE, INVESTIGACIÓN, AÑO 6, Nº 20, ENERO - FEBREO - MARZO, 2003
PAULA CARLINO 411
Una queja falaz que oculta la
cultura escrita propia de la
universidad
Las investigaciones sobre alfabetización
académica sirven para explicar, de una forma novedosa,
la constatación de muchos profesores universitarios
acerca de que los estudiantes no saben leer y escribir
adecuadamente. Se trata de una queja que suele
responsabilizar a la educación secundaria por lo que
no aprendieron a hacer los alumnos que llegan a los
estudios superiores. Se dice que el nivel medio o un
curso de ingreso universitario deberían haber
garantizado los conocimientos necesarios para trabajar
con los textos de las asignaturas, para obtener, analizar,
interpretar, elaborar y transmitir información3 .
En realidad, la corriente de estudios sobre
alfabetización superior permite cuestionar esta creencia
advirtiendo que contiene una premisa oculta pero falsa.
La queja parte
...