Los indígenas tienen más dificultades que el resto de la sociedad para acceder a la educación y al mercado laboral.

La exclusión de grupos indígenas en los ámbitos educacional y laboral

Para nadie es un secreto que los indígenas tienen dificultades para acceder a la educación y comenzar a participar del mercado laboral. Esto ha sido así desde hace mucho tiempo, cuando los españoles llegaron a apropiarse del continente a través de la guerra y la imposición de creencias. Estuvieron obligados a hacer trabajos forzosos y fueron casi diezmados en cantidad, para después ser discriminados y excluidos, sin tener la oportunidad de conservar sus tradiciones como tribu ni de aprender sobre el mundo en el que se sumergirían más adelante. El objetivo de este texto es abordar, desde las perspectivas laboral y pedagógica, el papel que nuestra sociedad ha tenido en la exclusión de los indígenas en los pilares del progreso de la modernidad: educación y trabajo.

Han pasado casi cinco siglos desde esta época y aún no ha cambiado lo suficiente. Estas minorías siguen siendo discriminadas por un Estado que, en su constitución (Constitución Política de Colombia; artículo 13, incisos 2º y 3º), las apoya, pero en la práctica no hace mayor cosa. No es común ver a los indígenas en buenas escuelas o dentro de la sociedad, y no es culpa de los ellos porque a pesar de sus creencias, saben lo importante que es la educación en el mundo moderno y lo que significa para progresar. Sin embargo, su condición no permite mucho ya que el estar alejados de las ciudades los perjudica a la hora de encontrar buenos sitios para ejercer estas actividades.

Esto se da, en gran parte, porque no existe un apoyo relevante por parte del Estado para garantizar un buen proceso educativo de estas personas. Según la revista Portafolio, “Colombia destina US$ 6,4 millones a educación de indígenas”, sin embargo, estos datos no se ven reflejados por ningún lado. Ni con la creación de escuelas cercanas a sus viviendas, ni con permitirles a los jóvenes el acceso a una buena universidad a través de subsidios para su supervivencia en lo que significa el paso hacia una gran ciudad, etc.

A pesar de que se dieran estas ayudas, para un indígena tampoco es nada fácil dejar su región. Después de todo, es una cultura muy distinta a la nuestra; el idioma, las costumbres, los lugares donde viven, etc. Para alguien que quisiera cambiar todo esto, le sería muy complicado. Por ello, una de las soluciones más viables para el problema es la creación de centros educativos para acoger la mayoría de estudiantes posible, con un acceso no muy lejano y fácil. Sin embargo, es algo que tristemente tampoco se ha implementado.

Todo esto es, posiblemente, porque la discriminación hacia estos grupos aún se siga dando en nuestro país. Tal vez las diferencias aun tanto tiempo después son algo que no podemos superar. Para alguien perteneciente a estas minorías, le quedaría bastante difícil mantenerse en cualquier contexto social al que intente integrarse. ¿O es que acaso se ven todos los días indígenas en cualquier empleo, o a tu lado en la escuela? Es algo que, por más triste que sea, no se da como debería. Si se quisiera salir adelante, el origen o la condición social no deberían significar un obstáculo para quien se lo proponga.

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