Los niños también tienen voz

Universidad de Puerto Rico en Cayey

Departamento de Estudios Hispánicos

Valeria A. Rivera Delgado

Español 3101-100

8 de diciembre de 2016

Dra. Dolores Irizarri Irizarri

Los niños también tienen voz

        En este trabajo estaré hablando sobre dos novelas: “El camino” por  Miguel Delibes y “Caperucita en Manhattan” por Carmen Martín Gaite. Elegí el tema “Los niños también tienen voz” porque me llamó la atención cómo se centran ambas novelas en los niños. Adicional, Miguel Delibes nació el 17 de octubre de 1920 y murió el 12 de marzo de 2010, fue novelista español y fue considerado uno de los referentes de la literatura español. Por otro lado, Carmen Martín Gaite, nació el 8 de diciembre de 1925 y murió el 23 de julio de 2000. Fue una escritora española y una de las figuras más importante también de la literatura española.

Ambas novelas fueron escritas en la posguerra. En la posguerra  en el año 50, la literatura tomó importancia los temas de criticas social. España se extendió al exterior. Tuvo una nueva versión del realismo, tendente a la denuncia de los opresores y la injusticia. No obstante, los escritores de exilo utilizaron el caso de españa de desarrollo, pues utilizaron el motivo de nostalgia. Se llevó acabo narrar novelas e historias reflejando la realidad la situación que pasaba el país. El mundo pudo conocer críticamente la sociedad española de aquél entonces. Sin embargo, Miguel Delibes mediante la novela “El camino” quizo demostrar la injusticia social y las denuncias de las posguerra, mientras que Carmen Martin Gaite mediante su novela “Caperucita en Manhattan” quizo demostrar los peligros que tenemos que hacerle frente y de hacerlo en libertad.

Los niños en ambas novelas, demuestran que son oprimidos por los adultos. Ellos buscan por sí mismos ser escuchados entre ellos mismos, aprender, conocer vida, el mundo mendiante sus propias aventuras, sin los adultos. Los adultos los callan y los tratan como minoría. Es muy interesante ver cómo en ambas novelas los niños se independizan. La curiosidad los llevó a ver cosas nuevas, a pensar, a imaginar y desarrollar sus propias conclusiones respecto a cualquoer cosa. Me gustó más “Caperucita en Manhattan” porque para mí fue la novela más profunda, en el sentido que a pesar de que los padres de la niña la limitaban a saber cierta información y conocer mundo, eso no la detuvo para expandir y crear su propio mundo y conocimiento e independizarse sin miedo. “El camino” resultaba muy interesante también pero no me gusto mucho, porque a pesar de que se acerca a la realidad de la vida común y coincide en muchas cosas con “Caperucita en Manhattan” para mi no fue tan profundo, sino, fue superficial. En ambas se ve el prejuicio tanto en los niños en los adultos, ya que la guerra también se reflejaba en los adultos por quién oprime más al otro El tercer párrafo puede comenzar con el tema de la novela, aludiendo también a la película.

El autor que me llamó más la atención y me gustó mucho fue Sara Allen, de la novela “Caperucita en Manhattan”. Ella me resultó más humano, y no solo por sus características, sino, porque yo personalmente me identifiqué mucho con ella. Ella era oprimida por sus padres, no le contestaban las suficientes preguntas de su curiosidad, sino, que con el silencio tuvo que ella misma expandir sus ideales y descubrir por sí misma. No la detuvo para caer en sus propias conclusiones y buscar información. No se dejó ser oprimida por los adultos, ella misma tuvo el valor para salir del cascarón en que la tenía su mamá; ella pudo crecee y buscar la libertad de la cual tanto su mamá intentaba alejarla.

La importancia de las novelas es ver la realidad que intenraron plantar, cómo los niños fueron silenciados, ocasionando que ellos tengan que salir del cascarón y crecer. A pesar de que ambas fueron con detalles diferentes y formas diferentes, tienen el mismo fin. En “El Camino”, la injusticia, el oprimir a los niños los llevó a ellos mismos aprender entre ellos, los llevó a incluso meterse en problema. En “Caperucita en Manhattan”, la forma en cómo bloqueaban a la niña a saber, a básicamente no dejarla aprender, dejarla con dudas, ese tipo de opresión sobre ella. No obstante, no podemos olvidar que igualmente en ambos se ve la guerra de los adultos entre ellos; se podía ver los desacuerdos y cómo todos querían tener la razón. El lenguaje fueron diferentes, se puede considerar que en “El camino” su lenguaje era lenguaje vulgar y “Caperucita en Manhattan” era un lenguaje culto. Sin obviar que la diferencia de conductas y ambiente, claramente no era el mismo tiempo.

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