Marruecos En La Narrativa Espanola
hicham18 de Diciembre de 2014
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Introducción:
La presencia de Marruecos como tema en la narrativa española está estrechamente relacionada con aquellos cambios políticos y culturales que conoció España a lo largo de la historia. Por su proximidad geográfica, entre Marruecos y España hubo siempre intercambios de influencias que atrajeron el interés de varios intelectuales. Por tanto, la representación de Marruecos en la novela española posee una larga tradición.
Podría afirmarse que la aparición de Marruecos en la literatura española remonta al Siglo de Oro a manos de autores clásicos como Cervantes. Pero en lo que se refiere al marroquismo, empezó a originarse a finales del siglo XIX, para crecer y finalmente florecer en el siglo siguiente.
Varios sucesos influyeron en las relaciones entre ambos país, los cuales fueron aprovechados por los escritores y reflejados en sus obras. Con sus altibajos, la novela de tema marroquí pasara por varias etapas, vinculadas, de alguna manera u otra, a estos hechos, en las que aparecerán obras que gozaron de una alta calidad narrativa.
1- El tema de Marruecos en la narrativa española durante el siglo XIX:
1.1- Novelas de la primera mitad del siglo XIX:
Además de su cercanía geográfica, la presencia de España en Ceuta y Melilla supuso, tiempos atrás, una relación fronteriza con Marruecos. Estas fronteras aumentaron aún más la interrelación entre ambos países.
En un principio, aparecieron ciertas novelas, en lengua castellana, cuyo filo se desarrollaba en torno a Marruecos. Sin embargo, muchos de estos escritos, de mera propaganda, solo sirvieron para crear en el público cierto interés poco interesante por el misterioso país. En realidad, la mayoría de estas obras no eran de escritores testigos de primera mano. Muchos de ellos ni si quiera conocían Marruecos. Simplemente se basaron en lo que otros habían escrito, como cónsules, viajeros y aventureros. De esta manera, reproducían a veces los errores de otros.
No obstante, hay que mencionar a un autor en este período de siglo, Domingo Badía, un espía, arabista y aventurero que conocía muy bien el país y, que con su obra Viajes de Ali Bey, desveló la importancia que Marruecos iba a tener para España. Otro autor, que también conocía Marruecos, sería Estébanez Calderón y su obra Manual del oficial en Marruecos. Ambos escritores tuvieron gran influencia en los escritores posteriores interesados en el tema.
1.2- Guerra de África (1859-1860):
La presencia de Marruecos en textos literarios españoles tiene sus raíces en la expansión africanista de España. Precisamente, a partir de la Guerra de África (1859-1860), se avivó, sin duda, el interés por Marruecos en la narrativa. Con esta política colonial y expansionista que España tenía planeada para Marruecos, creció el interés por los estudios arábigos.
El siglo XIX fue un período oscuro para España. No obstante, al estallar dicha guerra, que duró poco, volvieron aquellos recuerdos nostálgicos de la hegemonía y del espíritu de Reconquista, y se empezó a respirar de nuevo aires de exaltación entre la sociedad española.
A base de esto, para saciar la curiosidad y la necesidad de la sociedad en saber paso a paso lo que estaba ocurriendo al otro lado de la orilla, apareció la figura del cronista de guerra. No era otra cosa que un periodista agregado a las tropas. Tenía como misión escribir y relatar los hechos de los que era testigo y mandar la información a la península.
A medida que iba pasando el tiempo, estas crónicas se fueron acumulando y una vez encuadernadas, se convirtieron en libros.
Uno de los primeros libros que se puede destacar es el Diario de un testigo de la guerra de África (1859) de Pedro Antonio de Alarcón (fundador del primer periódico tetuaní en lengua castellana “Diario de África”), donde describe y relata paso a paso los sucesos de esta guerra. Este libro tuvo mucho éxito entre los lectores. Cabe mencionar a otros autores de sus contemporáneos como Víctor Blaguer y Gaspar Nuñez de Arce. Eran fundamentalmente cronistas de viaje. También el general Ros de Olano con su obra Episodios militares (1884), entre otros.
El conflicto militar en Marruecos generó una producción literaria abundante. Sin embargo, ofrece poca variedad en cuanto a la presentación del tema. Ahora lo que predomina es la justificación militar española y su misión civilizadora, con riesgo de guerra, que debería llevar a cabo en el norte de África. Todo esto conllevó a que los autores de esta época desarrollen una visión pintoresca, en la que describían al moro o al marroquí de una manera paternalista y despectiva al mismo tiempo.
Volviendo a Pedro Antonio de Alarcón, al igual que los demás autores de su época invadidos por el espíritu triunfador, transmite a través de su obra su admiración hacia el ejército español y su fe en la grandeza recuperada de España. Sin embargo, hay que subrayar que al mismo tiempo que Alarcón alaba las virtudes de los españoles, se expresa con respeto y admiración hacia los marroquíes, demostrando un gran interés por su cultura y el misterio que les rodea.
Al considerarse “admirador y enemigo de los moros”, la actitud de Alarcón va a dar paso a las dos tendencias o enfoques que se van a desarrollar en las novelas de temática marroquí del siglo posterior. Hay que decir que, a pesar de su entusiasmo inicial, Alarcón es uno de los primeros en desvelar la insensatez de la guerra. Con el paso del tiempo, y una vez enfriados los ánimos guerreros, la desilusión de este autor podría considerarse como el primer germen del criticismo que va a invadir las mejores novelas marroquistas de principios de siglo XX.
2- El tema de Marruecos en la narrativa española durante el siglo XX:
2.1- La novela oriental:
La novela oriental de temática marroquí, suele estar ambientada, fundamentalmente, en Marruecos. El motivo principal de estas novelas es el exotismo.
Hablar de este tipo de novelas conlleva destacar la figura del autor Isaac Muñoz. Es considerado uno de los autores más interesantes de la novela oriental. En sus relatos trata temas muy polémicos, alejados de la realidad española. Da la sensación de que quiere esquivar las angustias del momento y, para ello, se adentra en Marruecos. Entre sus obras se puede mencionar entre otras: Bajo el sol del desierto o Esmeralda de Oriente. Marruecos parece siempre idealizado, donde la vida es autentica a la vez que cruel, país de pasiones y venganzas, de mujeres bellísimas y emociones intensas; a donde el escritor puede dirigirse en búsqueda de su libertad personal. Este sentimiento de alteridad y distanciamiento consigue el efecto de poder tratar con más libertad temas tabúes difíciles en la literatura de esta época.
De esta manera, el exotismo se hizo con el estilo de muchas novelas de los primeros años de este siglo, llegando a gozar de un gran éxito entre sus lectores. No obstante, la novela oriental fue interrumpida por unas malas noticias que llegaban desde un protectorado sumergido en el caos, cuya ocupación sólo traía aires negativos a la vida política y social española. Por tanto, los argumentos de la novela social empezaron a agotarse y con ello también las posibilidades del exotismo. De esta manera, estas novelas estaban llegando a su fin. Este idealismo y romanticismo estaban perdiendo sentido, aunque eso no significaba que el exotismo iba a desaparecer por completo. Siempre encontraremos pinceladas de estos aires en novelas posteriores.
Antes de pasar al siguiente apartado, habrá que hablar de una obra que destacó en esta misma época por ser diferente a las demás. Aíta Tettauen (1905) de Benito Pérez Galdós. Este autor nunca estuvo en Marruecos, pero fue influido por la obra de Alarcón y por los escritos de un intérprete de la delegación española Ricardo Ruiz Orsatti. Galdós, en su obra, lamenta aquella guerra por inútil y cruel. Se aleja de aquel optimismo belicista de los autores anteriores a él. Nos da distintos puntos de vista según el personaje que narra la acción. De esta manera, trata el tema con cierta objetividad y con distanciamiento. Aquí, el exotismo se refleja de otra manera y se limita al marco geográfico, a la mezcla de razas, etc.
2.2- El Barranco del Lobo:
El Barranco del Lobo (1909) es la guerra que se originó por la oposición de las cabilas próximas a Melilla a la construcción del ferrocarril minera, es decir, a la explotación económica de su país.
Fue el primer gran desastre militar que dio lugar a la “semana trágica de Barcelona” y que acabó con la dimisión del presidente del Gobierno, Antonio Maura. Hubo muchas bajas y las clases populares estaban artos de la situación. La corrupción reinaba entre los rangos más altos del ejército. De esta manera, el país se vio dividido en dos bandos, defensores y detractores del Protectorado.
Aparecieron publicaciones de tipo histórico, no de ficción, como Notas de un voluntario de Eugenio Noel, Entre la paz y la guerra de Manuel Ciges, Notas marruecas de un soldado de Ernesto Giménez Caballero. Estos tipos de relatos, escritos por periodistas, militares y voluntarios, eran diferentes a los de la época anterior- en los que resaltaban las virtudes del héroe militar español que combatía al infiel marroquí. Con estas publicaciones, de gran calidad narrativa, surgen testimonios críticos y desgarrados.
Del mismo modo, aparecieron también novelas de ficción como En la guerra de Carmen Burgos. Ambientada en los hechos de 1909, esta obra relata la historia
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