Mas Alla De Un Trazo, Un Tatuaje

Más allá de un trazo, es un tatuaje.

09 de abril de 2014

Carmen Jovana Vega Jacobo, Gerardo Antonio Sandoval Fermín, Marian Fernanda Palacios García y Elvira De La Cruz Pimentel.

“Los tatuajes no son señales de rebeldía solo son recuerdos de mi vida”- Zayn Malik, aquí el cantante junto a su tatuador personal.

En la actualidad, los tatuajes, en mayoría, forman parte de una moda. Quienes los portan llegan a ser juzgados, discriminados y mal vistos por cierto sector de muestro país. Lo contrario ocurre cuando volteamos, nos informamos y vemos otro lado, pues en muchas culturas no es visto como un adorno o una moda, sino que hay una significancia social, espiritual y también ornamental detrás de cada trazo.

El tatuar no es una práctica reciente. Así como la pintura rupestre fue una forma de expresión, también lo fue plasmar figuras y colores en el cuerpo del ser humano. Tan sólo en 1991 fueron encontrados, en un glacial, restos de un guerrero neolítico con la espalda y rodillas tatuadas.

Se dice que nació en Polinesia

Está la firme creencia que pueblos en Polinesia comenzaron a grabarse motivos en la piel. Aquí, quien tenía más tatuajes era más respetado por su comunidad, los maoríes llegaron a usarlos como arma para asustar a sus enemigos durante batallas. Los egipcios los usaban como talismán, otros como protección de enfermedades y malos espíritus. En América los motivos eran por victorias bélicas, para honrar a dioses y como ritos para proteger el alma que iba hacia la muerte.

En Medio Oriente ocurre algo muy curioso, porque empieza a perder un valor espiritual, el tatuaje pasa a ser una marca de exclusión, se usaba para distinguir a los criminales, así los aislaban de la sociedad, así comienza a hacerse más usual y se devalúa. También en Occidente adquirió popularidad con los marinos, la clase baja y criminales, cuando éstos exploraban nuevas tierras y entran en contacto con indígenas que empleaban la técnica.

Quizá este puede ser un indicio por el cual nuestra sociedad actual todavía llega a señalar y a tener un prejuicio frente a quienes se realizan un tatuaje.

Ya en forma se puede hablar de un estudio en 1870 y de la invención de una máquina, dos décadas más tarde, basándose en los inventos de Thomas Alba Edison.

"Pero ¿por qué la palabra tatuaje?"

Proviene de Polinesia, donde “ta” que significa golpear, o de la expresión “tau-tau”, que es hablar de un choque entre huesos.

"Encaminado al arte. ¿Es o no es?"

Las corrientes artísticas nacen en determinada época, por determinado contexto. Muchas veces podemos, incluso, identificar dicho período por lo plasmado a través del arte.

Hoy por hoy el fenómeno del tatuaje también está marcando una etapa por la manera en que se trabaja el contenido.

Definir lo que es arte puede resultar caótico, pero podemos decir que es una actividad cuyo resultado, desde un principio tiene una intención creativa, algo estético que transmita emociones, ideas o una perspectiva, quizá. Por lo que tiene significado. Para llegar a este resultado se valdrán de distintos instrumentos y materiales.

Es entonces cuando se toman distintas posturas sobre si se puede considerar como un arte el oficio de tatuar.

Esta actividad crea y detrás de cada trazo preciso, en conjunto, de cada dibujo hay una historia, lo cual puede dar ese carácter de significación. En el microdocumental llamado Tattoos: Pop Portraits, Japanese Traditional, American Eclectic, tres autores del tatuaje expresan su sentir ante su trabajo.

Vinny Romanelli concentra su labor en la creación de retratos de gente famosa, su enfoque es realista. “Para mí cada diseño representa la personalidad”. Stephanie Tamez “existe una línea base de tener ese momento en nuestras vidas que nos ayude a ser más fuertes, esto a su vez construye nuestro carácter y así determina lo que es importante para nosotros”, lo que caracteriza su trabajo es el juego y creación de tipografía. Éstos dos lo consideran un arte, sin embargo Kiku no lo ve de esa forma “no soy un artista, sólo recreo dibujos originales y no los propios”, lo que hace es imprimir su estilo.

Por otro lado en nuestro país, “Lalo” Silva, tatuador mexicano fue elegido para representar a México en un documental sobre este oficio. Realizó una serie de diseños basados en calaveras como un símbolo de la cultura mexicana, dándoles el toque de Adelitas o símbolos representativos mexicanos.

Su perspectiva es que “sí es un arte, más del 80 % de los trabajos que realizamos es personalizado”, es un desarrollo entre lo que quiere el cliente y el estilo que él le da a la hora de plasmar en la piel. Además se trabaja bajo cierta corriente y estilo. “Lo que hago es más caricaturesco, lo que llamamos New school, también se trabaja mucho el realismo e incluso de la vieja escuela (clásico), done la línea es más gruesa y el color disminuye; aunque prefiero lo primero”.

Ante las ideas, incluso de otros colegas sobre no considerarse arte, Lalo también coincide: “Puede ser que no se considere arte y sí más como un negocio, conozco a muchos. Porque sólo haces una plantilla la calcas, le haces su línea, le das color y, pues lo haces bien y ya”.

Sí bien no hay una escuela que enseñe a tatuar, el representante del tatuaje en México, nos comenta que empezó viendo a un primo y de ahí “fui practicándole, inventándole…desde chavillo me gustaba dibujar, se me facilita el dibujo, el hacer cosas diferentes es lo que le puede dar ese plus a tu chamba” Hay una relación maestro-aprendiz, esta relación y forma de aprendizaje es vigente, incluso nos puede remitir a culturas japonesas e indochinas.

Si estás pensando en un tatuaje

Tienes que recordar algo muy importante:

Que debes hacértelo de manera segura. Si bien puede lucirse mucho mejor que una gran costra, un nuevo tatuaje también es una herida. Al igual que cualquier tajo, raspón, pinchazo, corte o perforación en tu piel, un tatuaje tiene Riesgos de infectarse o provocar

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